Un momento propicio

Text and Photos by Irina Echarry

HAVANA TIMES, 6 sep. — Musgañoso está triste desde que leyó un libro: “La inutilidad de casi todas las cosas”.  La lectura lo ha hecho pensar sobre la vida, sobre la realidad.  ¿Qué puede hacerse para que recupere la sonrisa?  Una niña tiene la respuesta: hacerlo feliz.  ¿Y cómo lo hacemos feliz? La niña vuelve a proponer: jugando con él y dándole amor.

Entonces Musgañoso comienza a sonreir mientras recibe besos, abrazos de los niños y niñas que le rodean, se levanta y no para de jugar…

Esta es una escena del Primer Festival Proposiciones celebrado en la Ciudad Deportiva y que dedicó la mañana a la infancia.  De todas las edades corrían de un lado a otro para no perderse las presentaciones circenses, la exposición de palomas, la demostración de Wu Shu o el caleidoscopio gigante.

Una jornada ajetreada donde los artistas (diseñadores, pintores, actores, bailarines, músicos) se fundían con el público.  Gorras, sombrillas, cartones, eran utilizados para aislar un poco al sol,  invitado principal que calentaba desde temprano.

Niños exploradores de la escuela Desembarco del Granma, del municipio Arroyo Naranjo, explican al público cualquier duda sobre agronomía y cultivos, como verdaderos especialistas.  Hablan sobre la erradicaión de plagas o cómo hacer humus de lombriz para mejorar los suelos.

Por allá se escucha capoeira, más acá pintan un mural la gente del proyecto Huellas.  En la tarde y la noche habrá música.  Diferentes artistas unirán sus voces “por un arte inclusivo, respetuoso de la diversidad humana y de la naturaleza…”  Así dice una de la propagandas, aunque esto último no se cumple: el césped está lleno de latas de cerveza y refresco, nailons, papeles.  Seguro que al finalizar se recogen, pero eso no crea una cultura medioambiental.

Por el televisor anunciaban el Festival Proposiciones “por un planeta vivo y un no a la violencia.”  Muchos pensamos que se harían acciones ecológicas, sin embargo nos encontramos con la basura regada por todas partes.

Claro que es una buena propuesta la del Festival, sobre todo la idea de interactuar con los artistas, pero la naturaleza reclama nuestra atención y no debemos olvidarnos de ella.  Era un momento propicio para, mientras Yeni jugaba al Pón y Armandito contaba las veces que podía darle al balón sin que tocara el piso, interesar a los niños y niñas en el cuidado del medio ambiente.