Un domingo de mucha incertidumbre en La Habana

Fotorreportaje por Juan Suárez

Texto: Vicente Morin Aguado

HAVANA TIMES – Hoy domingo a ratos brilla el sol de nuevo.  Se siente algunas ráfagas de viento, llovizna esporádica; los establecimientos administrados por particulares ofrecen servicios, no así los estatales que son la mayoría.

Sólo el ulular de las sirenas de ambulancias y autos policiales interrumpe la monotonía de Centro Habana, enteramente sin electricidad, como la mayor parte de la ciudad y muchos municipios afectados por el paso de huracán Irma.

Muchas calles de la capital siguen inundados y la lucha por recuperar todavía esta entero. Juan Suárez nos trae sus imágenes de hoy en la mañana desde los municipios capitalinos de Centro Habana and Plaza de la Revolución.

La simple inspección callejera muestra derrumbes parciales de viejas paredes desatendidas durante el último medio siglo. La gente camina por la calle, lejos de aceras peligrosas dada la posible caída de un balcón o de un pedazo de cornisa ablandado por los aguaceros de ayer.

Los vendedores ambulantes hacen su fiesta: el del pan, cuyo pregón es el diario reloj despertador de cada mañana no alcanzó a mi cuadra, le volaron el saco de panes 100 metros antes. Los carretilleros gritan sus aguacates.

Sin embargo la nota descollante es el ron, desde el decreto de alarma ciclónica se prohibió su venta. Tratándose de Cuba es letra muerta. En los barrios el vínculo casi familiar entre comerciantes y demás pobladores determina la adquisición del producto por debajo del telón, aunque ayer, antes de hacerse efectiva la prohibición los habaneros se abastecieron con suficiencia.

Aquí se dice que, si definitivamente estamos condenados, pues vamos a tomarlo de fiesta y así se pasa mejor.

La paradoja es que si bien el estado se preocupa en sumo grado por evitar la pérdida de vidas humanas, la “recuperación” de los daños, muy cacareada, llevará años luz, quizá hasta otra Revolución.

Al llamado bloqueo-embargo se agregará durante los próximos años la justificación de estos huracanes como causa de nuestras desgracias.

A la una de la tarde la sensación fue la venta de mantequilla procedente de Lituania-200 gramos-en el almacén de Subirana, esquina a Desagüe, de 1.45 Cuc, igual a dólares estadounidenses a 55 centavos porque la falta de electricidad amenaza con descomponer el producto y nadie sabe cuándo volveremos a disfrutar del servicio eléctrico. Al menos un pequeño regalo nos dejó Irma.

Vendrán tiempos difíciles.

Nota del editor: Las autoridades siguen recopilando los daños en las diferentes municipios y provincias donde pasó el huracán Irma y sus bandas de viento y lluvias.  Sin exagerar, el daño es muy extensivo.  Hay pueblos donde casi ninguna casa quedó de pie.  Y la infraestructura turística de la costa norte cubana fue muy golpeada.

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2 thoughts on “Un domingo de mucha incertidumbre en La Habana

  • Lamentables daños para un pais que no ha creado una economia que garantice ni siquiera el mantenimiento de su infraestructura, mucho menos reservas para paliar semejante desastre natural. En los proximos meses una vez mas seremos los emigrados los que de forma determinante apoyaremos la reconstruccion de nuestra isla.

  • Qué indisciplina, la gente en las calles inundadas. El estado no tiene que ayudar después de un huracán, tiene que hacerlo siempre para que la gente mejore sus viviendas y tengan poder adquisitivo para adquirir lo que necesiten. Ahora que no se limpien el pecho con 2 libras de arroz y medio pomo de aceite.

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