Mercado de Artesanía, Avenida del Puerto

Fotorreportaje por Elio Delgado Valdés

HAVANA TIMES — Los artesanos de La Habana, durante años, tuvieron su centro de exposición y venta en la Plaza de la Catedral, pero desde el primero de noviembre de 2009, con la terminación del remozamiento y restauración de los antiguos almacenes del depósito San José, tienen un lugar más protegido del sol y de la lluvia para exponer y comercializar sus artesanías artísticas.

Los antiguos almacenes San José, construidos en 1885, con las tecnologías más modernas de la época, se han convertido así en un complejo cultural y comercial, pues en sus amplios salones, también el visitante podrá encontrar, teatro, música y exposiciones.

Paulatinamente, el lugar se ha convertido en centro de atracción de visitantes cubanos y extranjeros, pues resulta ideal para pasar un día en familia, admirar la belleza de la bahía, asistir a una función de teatro o de música y comprar una bella artesanía artística.

La restauración de los antiguos almacenes San José es el inicio de una obra mayor que, al decir del historiador de La Habana, “dará vida y esplendor a cada uno de los edificios y rincones de la Avenida del Puerto”.

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3 thoughts on “Mercado de Artesanía, Avenida del Puerto

  • Es verdad que estan protegidos del sol y de la lluvia pero los artesanos se quejan p’q venden menos que cuando eran al aire libre en el centro de la plaza de armas no es igual un lugar tan central como la plaza que dentro de los almacenes del puerto al final de la ave Paula aparte que tienen que pagar mas impuestos no hay una senalacion del lugar fijense que cuando le dije a mi hna que ahi estaban los artesanos ella misma que vive en la H. V no lo sabia y me dijeron que el lugar para ellos no es definitivo p’q los almacenes seran el lugar donde atracaran los cruceros

  • Estarán muy protegidos del sol y de la lluvia pero ese mercado es la cosa más horrible y atroz que se haya podido crear para convertir un alegre mercado de artesanías en una tienda del “mincin”. Los artesanos parecen estar reconcentrados más por fuerza que por convicción.

    En todas partes del mundo, los mercados de artesanías y de souvenir tienen un alma propia, una alegría natural que se expande por las calles y plazas de la ciudad. Independientemente de cuanto inimaginable museo le pueda venir en mente a Eusebio Leal, no hay nada que le pueda dar más vida a las calles de la Habana Vieja que un sinnúmero de coloridos quioscos o puestos de venta de productos típicos y artesanales. Y quizá también el volver a escuchar el sonido de los pregones, de los vendedores que con originalidad y picardía proponen sus mercancías a los transeúntes.

    En fin que como siempre los sesudos del gobierno piensan más en controlar que en embellecer, ennoblecer y alegrar la vida de la gente.

  • En todos los lugares del mundo los mercados de artesanía son con puestos desmontables y al aire libre, con, a lo sumo, toldos entre los puestos para evitar el sol en verano. Lo otro son comercios fijos que no tienen el encanto ni la frescura de los “mercadillos”. A un sitio fijo vas a buscarlo, como cualquier otro comercio, los mercadillos te los encuentras paseando, de ahí su encanto. Si el objetivo fuera preservar a los vendedores de las inclemencias del tiempo les habrían preguntado a ellos sus preferencias y seguro que no habrían querido que los trasladasen. Absurdo control exhaustivo.

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