La Habana vista desde sus portales y columnas
Fotorreportaje por Ernesto González Díaz
Si no existieras, mi ciudad de sueño en claridad y espuma
edificada, qué sería de mí sin tus portales,
tus columnas, tus besos, tus ventanas
Si no existieras yo te inventaría, mi ciudad de La Habana
-Fayad Jamís
HAVANA TIMES – El notable escritor e intelectual cubano Alejo Carpentier, premio Cervantes de Literatura, en un emotivo e interesante ensayo titulado “La ciudad de las columnas”, hacía notar la belleza y eclecticismo de la arquitectura habanera de finales del siglo XIX y principios del XX.
Prácticamente todas las calzadas habaneras construidas en ese periodo nos ofrecen largos portales comunes, a veces de una cuadra entera de largo, con pórticos, columnas y columnatas que mezclan de manera muy peculiar varios estilos arquitectónicos.
El propio Carpentier calificó esta mezcla como “un estilo sin estilo”. La función primordial de estos portales nos es otra que la de brindar sombra a transeúntes e inquilinos en una ciudad tropical donde el sol a veces castiga demasiado.
Columnas, columnatas, portales y pórticos, que abundan en toda la ciudad, algunas perfectamente conservadas, otras maltrechas y rehechas, pero que a pesar de todo se rehúsan a perder la dignidad de la belleza y el encanto de lo ecléctico. Mezcla de las más diversas arquitecturas, tal y como la raza cubana, que dotan a la ciudad de una identidad y magia peculiar.
En La Habana Vieja, la zona más turística y mejor conservada de la ciudad, existen edificaciones que cuentan con gran majestuosidad y valores arquitectónicos, no obstante en este trabajo decidimos mostrar imágenes de lugares más populares y menos turísticos como las calzadas de 10 de Octubre, Ayesteran, Infanta, Carlos III, Reina, Monte y el Palacio de Aldama.
Excelentes, esperando ahora una serie sobre azoteas.