La Habana tiene rostro de mujer
Exposición en el Museo Servando Cabrera

Fotorreportaje por Irina Pino
HAVANA TIMES – La Avenida Paseo se conserva bien, con sus frescas y extensas arboledas. Mientras caminamos, atravesándola, podemos escuchar el canto de los pájaros que pueblan sus árboles. Si nos sentamos en alguno de sus parques, enseguida nos tranquilizamos por la energía que emana del aire y el verdor. Asimismo, es un regalo para la vista admirar las moradas que hay a todo lo largo, hasta que concluye en Zapata.
Uno de los inmuebles más perfectos es Villa Lita, sede del Museo Servando Cabrera, en el número 304, entre 13 y 15. Su arquitectura data de 1912, y se hizo por encargo de Rafael María Muñoz y Rodríguez. La casa tuvo varios dueños, hasta que, en 2007, la convirtieron en museo en homenaje al pintor cubano.
Vale la pena ver la mansión, con sus amplios salones, su escalera, habitaciones superiores, terraza, balcones, jardines, y patios. En el piso de abajo, al final, se distingue un saloncito decorado con vitrales y una escultura de mujer. Es uno de los rincones más llamativos, no sólo por el colorido de los vitrales, sino por su discreta armonía. Imagino que allí se hacían pláticas degustando té o café, y también meriendas.
Después de permanecer diez años cerrado (desconocemos exactamente los motivos), el museo ha abierto sus puertas con la Exposición La Habana tiene rostro de mujer, inaugurada ayer, bajo la curaduría de Nurys Mendoza. Los cuadros, originales de Servando Cabrera, recrean figuras femeninas, mujeres de largos cuellos y líneas amables, con miradas límpidas, en que emana la hondura de dichos corazones. Son, indiscutiblemente, íconos de gran belleza y humanidad.
Las técnicas empleadas son óleo y tempera, sobre tela y cartulina. Los perfilescorresponden a su serie Habaneras (Beatriz, Gloria). Mientras que los de mayor formato se titulan: Siempre María, La madre del cordero, Soledad, Isabel y las brisas, Calle Quiroga, y Flores dulces para Marta Jiménez. Elaborados en los años 70 y 80 del pasado siglo.
Servando transitó por variadas corrientes artísticas, una de mis favoritas son sus pinturas homoeróticas, con los cuerpos fragmentados de colores intensos, en posiciones amatorias.
Ojalá pronto puedan exhibirse otras colecciones, pues en el edificio se atesoran más de cinco mil obras, entre pinturas, dibujos, artesanía popular, documentos y objetos de Cabrera Moreno. Tiene dos bibliotecas, una con sus documentos personales, y la segunda con publicaciones sobre arte.
De este artífice nuestro, se han escrito innumerables artículos en revistas digitales e impresas. Los invito a que busquen información sobre su vida y su trabajo. Todavía no sé por qué, a ningún cineasta se le ha ocurrido hacer un filme donde se evoque la riqueza de su mundo íntimo.
Para muchos admiradores, es triste saber cómo hubo años en que permaneció silenciado por las instituciones que debían haber promovido sus obras, como correspondía a la grandeza de un artista auténtico.
Muy buen fotoreportaje Irina ,esas casas del Vedado son muy lindas y la exposición está buenísima con las Habaneras de Cervando tan clásicas ,y la
transparencia que caracteriza sus obras.
Gracias por las fotos y el artículo muy descriptivo.