La Habana detrás de un lente

Fotorreportaje de Puru Panchalingam*

HAVANA TIMES – Cuando llegué a La Habana en noviembre del 2014, la ciudad había llegado a sus 495 años de edad, de los cuales los últimos 55 se habían detenido en el tiempo desde el triunfo de la Revolución cubana.

Azotada por huracanes y blanqueada por el sol, la capital de Cuba es una ciudad de contrastes y elegancia marchita. Con facilidad ofrece su historia, vistas y colores. Es, por mucho, una de las urbes más elegantes, visualmente seductoras y arenosas que he fotografiado.

Mientras caminaba sus animadas y estrechas calles, estas proporcionaron poca confusión visual. No tuve que idear una línea de visión que dejara fuera los gigantescos arcos de McDonalds, swooshes Nike o vallas Mastercard, no había marcas corporativas ni de publicidad. Sin embargo, en todas direcciones, hay algo llamativo que mantiene a flote el ritmo de los edificios y de los habitantes.

En la Habana Vieja y por todo el Malecón se están realizando una gran cantidad de obras de restauración para resucitar a los decrépitos edificios y remontarlos a su antigua gloria. Numerosos carros de época, frecuentemente echando humo contaminante, recorren los bulevares de la metrópoli haciendo de esta el mayor museo de vehículos americanos de la década de 1950.

Mientras el día llegaba a su fin y el sol se escondía detrás del horizonte, me escapé a la terraza de la azotea de la casa-particular donde residía. Era el lugar perfecto para pasar una cálida y húmeda noche habanera. El resplandor azulado y amarillento de las farolas desciende sobre la ciudad en calma. Tomé un sorbo de ron, fumé un puro y analicé mis fotos del día.

Me enfrenté a un dilema familiar, cuáles fotos debía botar y cuáles debía guardar. No es algo fácil de hacer. Como se acerca un nuevo amanecer político sobre Cuba, solo puedo imaginar lo qué La Habana mantendrá y qué botará. Con la normalización de las relaciones con Estados Unidos, la Isla ha dado un salto en un momento histórico decisivo. ¿Dónde pondrá sus pies, y cómo cambiará? , solo el tiempo lo dirá.
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8 thoughts on “La Habana detrás de un lente

  • ¡Magníficas fotos! Parecen procesadas con HDR, lo cual no es posible porque en muchas se ve movimiento.

  • Impresionante la calidad de las fotos, excelentes colores y composicion. Pero es imposible esconder el deterioro de la “ciudad maravilla”.

    Mi esperanza es que cuando Cuba vuelva a ser un país normal, los propietarios de las edificaciones puedan invertir en restauración y donde están las ruinas surjan nuevos inmuebles que se inserten de forma armónica en el paisaje.

  • A mi no me gustan, todas las fotos están muy retocadas, con muchos filtros.

  • Otro enamorado de la magia de la decadencia.

    Pero obviamente una cosa es fotografiarla con mágica ensoñación y otra es vivirla con apabullante cotidianeidad.

    Otra cosita, siempre mejor una publicidad de McDonald’s o de MasterCard que los horrendos manifiestos con la cara de Fidel, Raúl, los 5 ¿héroes?, etc.

  • dhaniel me hiciste reir jajaj, es tal cual

  • No me gustaron las fotos, no es La Habana que conocemos, les falta vida, es cosa de laboratorio. El fotógrafo es otro de tantos que se dió un “salto” a nuestra destruida ciudad y la disfrutó desde una óptica creativa-turística, acompañada de sorbos de ron y habanos.

  • Me encantan estas fotos. hermoso

  • Los habitantes de La Habana están siendo tan auténtico y hermoso. los edificios son de aspecto triste . Después de todos estos años todavía echo de menos mi Habana .

Comentarios cerrados.