Hotel Meliá Cohiba, en La Habana
Fotorreportaje por Irina Pino
HAVANA TIMES – El Hotel Cohiba, fue uno de los primeros en Cuba de la cadena española Meliá, construido en 1994. Se alza en la Avenida Paseo, entre 3era y 5ta, en el Vedado. Está muy cerca del malecón habanero y del Hotel Riviera, otro de nuestros hoteles más importantes.
Con una estructura rara, moderna, en su construcción predomina la piedra y el vidrio. Asemeja montones de hileras de cajas superpuestas.
Está catalogado en cinco estrellas, tiene 401 habitaciones, y 61 suites. Restaurantes, tiendas, el Café Habana, salones de reunión, una piscina, y demás servicios.
En días pasados me decidí a entrar, subí por las escaleras eléctricas e hice un recorrido. Me percaté de que en los pasillos y salones abundan las obras plásticas de pintores cubanos, lo que reafirma que además de la modernidad de su arquitectura, igualmente la ostenta en su decoración interior.
Me encantó la amabilidad de sus empleados, pues en ningún momento me preguntaron sobre las fotos que estaba haciendo. Aunque fui discreta y las hice rápidamente.Allá adentro sentí el ambiente limpio, ordenado y agradable. A diferencia del calor tórrido de afuera. Todo se veía tan diferente a la vida real, para los que no podemos alquilar una habitación en este hotel, ni tan siquiera por dos días.
Sin embargo, cuando estuve en la piscina estaba llena de cubanos, había pocos extranjeros. Y en mi mente vi la posibilidad de haber traído un traje de baño para meterme en el agua por un rato. Quizás lo hubiera podido hacer sin que nadie se diera cuenta de que yo no era huésped del hotel. En fin, solo pude mirar y tomar las imágenes.
De este espacio tengo dos recuerdos, uno de ellos es que me senté con mi amiga Verónica a comer unas galletas dulces en el lobby, una tarde en que andábamos por allí. Y el otro, cuando conocí a un fotógrafo norteamericano que me invitó a unos refrigerios.
Antes de irme, fui al baño, me lavé las manos y el rostro. Recorrí los pasillos por última vez, bajé por la misma escalera eléctrica, y salí del edificio.
No quería irme, me costaba dejar aquel ámbito. A lo bueno cualquiera se acostumbra. Les dejo las fotografías. Espero las disfruten.
Excelentes fotos !! Puedes creer q nunca he entrado solo al habana café! Cuando hacían descargas de Jazz siempre muy tarde en la noche ! Me gustaría entrar y conocerlo !! Mira lo q lograste con maravillosas fotos !!
!Gracias Irina por este bello reportaje, real y tan humano. Sí, ¡a lo bueno nos acostumbramos rápido! Quiero pensar que podremos volver allí para pagar más que una merienda y disfrutar de la amabilidad de los empleados como si fuera lo más natural en nuestra vidas, y la de todos los cubanos