Espíritu navideño en Cuba
Fotos y Texto por Néster Núñez (Joven Cuba)
HAVANA TIMES – Samuel lleva su nombre antiguo, de profeta bíblico y de juez, con toda la ligereza que le es permitida a un niño de 10 años. Pero este 24 de diciembre importa menos que nunca cómo lo llamen. Lo único relevante es satisfacer un deseo que le ha crecido como un globo que se infla con aire caliente y que lo hace volar: actuará junto a otros niños en la representación de la Navidad, a las puertas de la primera Iglesia Bautista de Matanzas.
Blanquísimo de piel y de ojos como botones frescos, se mueve a saltitos mientras terminan de maquillarlo y de vestirlo con telas rojas de satín y con un gran turbante dorado que lo asemeja a un personaje que sí ha visto muchas veces en la tablet y la televisión: Aladino. Sin embargo, le dicen: “Eres Gaspar, el Rey Mago que vino desde Asia a visitar al niño Jesús”.
Para el caso, da lo mismo que sea Melchor o Baltasar y que haya llegado desde la luna. Bajo la ilusión del disfraz siente que es alguien distinto al Samuel de todos los días, el que a veces se levanta sin ganas de ir a la escuela, el que camina por el muro junto al río, al que le encantan los dulces.
Le pide a su mamá que lo fotografíe porque quiere ver cómo lo verán los otros. Comprobar si en la pantalla del teléfono es tan esplendoroso y venerable como siente dentro de su cabeza y de su pecho. “Eres un rey mago, le han dicho”. Esas son dos palabras tan fuertes: Rey, Mago. Algo muy bueno habrá hecho para merecer esos honores. Samuel toma el pequeño cofre que le alcanzan y ocupa por fin su lugar en el decorado navideño.
No sé si le explicaron lo que es actuar, meterse en la piel de su personaje. Debieron decirle: “No mires al público para que no te pongas nervioso. No te muevas mucho. Fija la vista en el muñeco, imagina que es el niño Jesús. Para el mundo, el nacimiento más trascendental de los últimos 2000 años. Estás ahí para darle la bienvenida y hacerle regalos”. Pero el Samuel de verdad, un niño cubano de estos tiempos, aún no logra captar el significado que hay detrás de todo, por mucho que haya escuchado en la iglesia la historia de María, de Dios y de Jesús, y mira inquieto a sus compañeros de actuación, a uno o dos del público, luego hacia al lado o hacia arriba.
¿Estará pensando qué haría si de verdad fuera Rey, o si fuera Mago? ¿Qué maravillas saldrían de la imaginación de un niño bueno? La Navidad para él “representa la unión y el amor para toda la familia”, lo cual nunca es poco, si las palabras encarnan en la práctica. Por cierto, su madre le dice adiós desde la acera y le lanza un beso.
-Qué bonito todo, ¿viste? -dice una señora que llega-. En Israel ahora no está nevando, ahí donde Él nació, pero bueno, ya es una tradición a nivel mundial.
Miro la ancianidad en sus manos y en sus ojos con glaucoma, que me recuerdan a los de mi abuela. Es una desconocida que desea conversar, ser escuchada, pertenecer, alejarse de lo que es estar sola entre cuatro paredes que se le caen encima sin mantenimiento, a oscuras. La abrazo entonces solo con una pregunta: “¿Para usted qué es la Navidad?”
-Es un tiempo de reconciliación –dice-. Un tiempo de felicidad, porque llega nuestro salvador Jesús. Si estás fajado con el hermano, reconcíliate. Y es un tiempo de paz porque Cristo Jesús significa salvación, significa paz. De hecho, te digo que yo, asistenciada social, no he dejado de comer, y ha sido gran parte por las iglesias, lo mismo católicas que protestantes. Por ejemplo, ayer tuvimos una tremenda cena en la Catedral. Y siempre las iglesias han ayudado porque es Dios quien está detrás, es la mano de Él la que pone los alimentos. Hoy mismo hay una caldosa aquí al mediodía, para todo el que quiera participar.
Me extiende un papelito sencillo con letras impresas, que ha estado repartiendo una muchacha cariñosa con síndrome de Down. “¿No cogiste la postalita que están dando? Aquí dice todo lo que es la Navidad”. Es luz, es amor, es gozo, es gracia, es paz… leo.
-Anjá, los frutos del espíritu. Bondad, benignidad, paciencia… Eso está en Gálatas, los frutos del espíritu. Yo te lo digo porque he hecho algunos estudios más profundos de la Biblia.
El mundo fuera un lugar mejor si las enseñanzas de todas las religiones se materializaran en lo cotidiano, pero el ser humano es imperfecto y la gracia radica en el proceso en el que uno mismo se acerca al ideal soñado y transmitido en palabras, supongo.
Una vendedora de jabas plásticas aprovecha la concentración de personas que admiran la representación del nacimiento, y se sienta a la vista de todos, al pie de la escalera de la iglesia. ¡Una bolsa de nailon y un corazón pueden ser llenados con tantas cosas provechosas! Quizá aumenten las ventas.
“En los primeros 300 años del cristianismo no se celebraba la Navidad. En la religión cristiana primitiva el nacimiento de Jesús no tenía importancia, porque lo más relevante es que Jesús muere por los pecados de la humanidad, y resucita. Esa es la Pascua, la fiesta más querida para el pueblo”, dice Orestes Roca Santana, pastor de la iglesia.
Según estudiosos, para los primeros cristianos el mensaje importante de Jesús era solo la inminente llegada del reino de Dios, por eso no había interés en recordar momentos o hechos concretos de las enseñanzas de su maestro.
“La navidad dura 12 días. Comienza el 24 a la tarde, lo que sería Nochebuena (para nosotros el día comienza a las 12 de la noche, pero los hebreos contaban el día cuando caía el sol), y termina el 6 de enero. Se llama litúrgicamente el día de la Epifanía, una palabra griega que significa manifestación, y en occidente se celebra la visita de los Magos a Jesús”, dice Orestes.
Epifanía es la revelación de Jesús al mundo pagano por la visita de los tres Reyes Magos que, según creencias, representan a Europa, Asia y África. Ellos ofrecen regalos: oro (el cofrecito que le dieron a Samuel) incienso y mirra, que simbolizan majestad, sacralidad y perpetuación ante la muerte.
“Los cristianos creemos que Dios se hace ser humano en la figura de Jesús, en la figura de un niño. Por esa razón celebramos la Navidad como el misterio de la encarnación de Dios en la humanidad. Eso hace que sea un Dios cercano, que está con nosotros, que estuvo en la figura de Jesús. Al encarnarse Dios, al ser hechos nosotros a Su imagen y semejanza, estamos viendo la imagen de Él, la imagen de Dios palpable, visible, en cada rostro humano”, dice el pastor.
Dios en cada humano, dice. Entonces el viejo sentado en el banco esperando la caldosa, el mismo que no puede sino vivir de limosnas… Y aquel que golpea a la esposa, el que encierra en la cárcel al que exige respeto a sus derechos, el que teme, el que huye… el que no tiene nada material porque todo lo entrega… ¿Que todos somos Dios, es lo que dice el pastor? Como no le transmito lo que pienso, él continúa hablando:
“La Navidad es la fiesta donde se celebra el nacimiento de un niño, tiene mucha relación con la familia, es muy colorida. Lamentablemente este espíritu navideño se ha tergiversado con el comercio, y en muchos lugares ha perdido la significación religiosa y se ha quedado como una fiesta de fin de año donde la gente se hace regalos, se desean buenas cosas, y se obvia así que la historia de la Navidad también tiene mucho de trágico, que no es solo alegría.
Cuando leemos la Biblia vemos que no es una historia solo de cosas bellas, alegres. Es la historia de una pareja que tuvo que irse, por un edicto de un emperador, a otro lugar, cuando llegó a ese lugar, no había un lugar adecuado, tuvo que parir en un establo, con todo lo que significa eso, nacer donde comen las vacas. La gente lo ve muy lindo, en las postalitas parece muy limpio, higiénico, pero en realidad no era así… Los primeros que vinieron a adorarlo fueron los pastores, los más bajos en la línea social. Una pareja y un niño que tuvieron que exiliarse en Egipto porque el rey quería matarlos. Y cuando el rey supo que ese niño se había escapado, mató a todos los niños varones menores de dos años. Es decir, hay una historia de muertes, de padres llorando, trágico”.
– Hay una fecha, el 28 de diciembre, que también se ha tergiversado: el día de los santos inocentes. Culturalmente se ha convertido en un día para hacer burlas y chistes con la idea de la inocencia, pero esa inocencia inicialmente no tuvo nada que ver con que fueras tonto, como ahora se acepta. Lo que se conmemora son esos niños que murieron inocentemente, porque no tenían culpa de nada y los mataron. En inglés es mejor porque abril hay un día que se llama el Fool´s Day, el día del tonto, pero aquí en el mundo hispano usamos una celebración bien trágica para reírnos, se ha tergiversado al límite.
“Sin embargo, el espíritu festivo debe primar, la alegría debe estar por encima de todo a pesar de las cuestiones trágicas y de que la Navidad se vea con ese espíritu comercial, sobre todo en otros países, aunque a Cuba también está llegando eso, pese a la crisis. Comer juntos, si pueden, lo que se pueda comer”.
La yuca de la caldosa ha quedado dura, pero es nuestra yuca. El humo sale de los vasos llenos, y las manos de la gente que pasa hambre, y de las que no, reciben con gratitud el alimento. Veo ahí la real ceremonia de la comunión y me hago la idea de que en cada uno de esos rostros está Dios. Samuel se quita la ropa de mago y de rey, pero sigue siendo ambas cosas.
No hay espejos en el salón para ver mi propia cara, y por eso busco dentro, en los recuerdos, quizá, en el pecho. Veo aquellos niños con el gallo y a Rosy cocinando con leña bajo un techo, después de meses viviendo en las calles. ¿Qué ven en la Navidad, y qué sienten los cubanos? Amigos y familia, dicen: cuántos sentimientos en un par de palabras. Cuánto dolor y despedidas en los últimos años… Solo he podido ver y escuchar por WhatsApp la primera carcajada de mi nieta.
-Yo creo que en el pueblo de Cuba hay una sed de espiritualidad que todavía no se sabe cómo va a ser expresada –dice Orestes-. Evidentemente, cuando tienes carencias materiales, necesitas comer, alimentar a tus hijos… Esa es la prioridad. Pero yo creo que, a pesar de las penurias, la gente tiene sed de fe. Mucha gente no lo sabe, pero tiene sed de buscar algo que lo trascienda, que vaya más allá del día a día. En Mateo 25: 34, Jesús les dice a sus discípulos: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal”.
La justicia y vivir el presente, me digo cuando llego a casa. Después voy al encuentro de mi hija, la única que permanece cerca, con deseos de abrazarla fuerte. Cuando lo haga estaré sintiendo que abrazo a todos los que están vivos. Paz y amor, hermanos. Paz y amor. Espíritu navideño.