El Paseo del Prado de La Habana
Fotorreportaje por Ariel Glaria Enríquez
HAVANA TIMES – Desaparecido el peligro de los ataques de piratas y corsarios, el medieval encierro de La Habana se convierte en un pesado obstáculo para el desarrollo económico y social de esta.
Así desde mucho antes de ser derribada la muralla que circundaba la capital cubana, surgen los proyectos que encadenarían la ciudad futura en esplendidos paseos. En ellos, el árbol y la vegetación tropical se convierten en elementos esenciales del ambiente urbano.
Proyectado desde 1770, con el nombre de Isabel II, el Paseo del Prado es hasta hoy el más famoso de todos.
Con el nacimiento de la república, a inicios del siglo XX, el Prado, como simplemente se le conoce, adquiere su imagen actual. En su entorno fijaron residencia políticos y presidentes. Se erigieron algunos de los hoteles más lujosos de la época, así como los bares y locales nocturnos más concurridos de la urbe, entre ellos, El SLOPPY JOES BAR.
El Paseo del Prado, custodiado por los emblemáticos leones construidos con los bronces de antiguos cañones y frontera entre las dos partes más antigua de la metrópolis, La Habana Vieja y Centro Habana, es uno de los espacios más transitados de la ciudad que este año celebra el 500 aniversario de su fundación.
NOTA: La construcción de la muralla de La Habana fue iniciada en 1674 y concluida en 1797. Su demolición se inició a mediados del siglo XIX y concluyó en los primeros años del siglo XX. La foto primera muestra un fragmento de la muralla. Lleva incrustada una tarja con el plano de la urbe.
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Es un paseo bellísimo, lástima que no todo su piso está pulido como debiera, lo hicieron cuando el desfile de modas de Karl Lagerfield, y solo un pedazo. Deben hacerle una restauración a sus estatuas y bancos. Es cierto que lo rodean legendarias edificaciones dignas de las fotos. Muchos cubanos no saben todos los tesoros que tenemos. Gracias por regalarnos un poco de historia de nuestra arquitectura. Espero más trabajos tuyos sobre este tema.
Refrescante trabajo….al igual que el Paseo del Prado, bello de un extremo a otro, atesorando historia. Sede del proyecto de Cecilio Avilés en uno de sus tramos, otro de sus espacios reservado para quienes permutan o venden sus viviendas…coincido con Irina en que debían ser restaurados algunos de sus elementos, igual ser reforestado pues el Paseo estaba concebido como lugar además para el descanso, bajo la sombra de sus árboles…
Muy lindo e interesante reportaje, pero en la fecha de terminación está mal, pues fue terminado en el año 1698, o sea la construcción duró 24 años y no 120 como dice usted.
Me encanta el paseo del Prado. Los niños juegan patines y lo hacen con mucha precisión, aunque son tan irreverentes que da la impresión de que chocarán con los transeúntes. Los edificios del entorno están muchos apenas maquillados, necesitan como toda Cuba una buena reparación.