Del Paraíso del Helado a la Frustración de los Habaneros

HAVANA TIMES – El pasado martes 4 de febrero se reinauguró la icónica heladería Coppelia
en La Habana, ubicada en la intersección de las calles 23 y L en el Vedado, punto de
encuentro para muchas generaciones de habaneros. Fundada en 1966 por iniciativa de Fidel
Castro, con la intención de ofrecer un helado de calidad a la población, Coppelia ha pasado de
ser un símbolo de abundancia a un espacio que evidencia las dificultades económicas.

Con una estructura arquitectónica única en el Vedado y un aire nostálgico que transporta a otra
época, su diseño en forma de platillo volador y su capacidad de atender a miles de personas al
día lo convierte en un punto de interés más allá de lo gastronómico.

Los precios han aumentado considerablemente, por ejemplo, después del reordenamiento
monetario una ensalada (cinco bolas de helado) tenía un costo de 45 pesos ahora esa misma
ensalada cuesta 155 pesos, mientras que la cantidad y calidad del producto ha disminuido.

Uno de los problemas más notorios es la drástica caída de la calidad del producto. El helado
que alguna vez fue comparado con los mejores del mundo, con textura cremosa y sabores variados, hoy es un producto inconsistente, con exceso de cristales de hielo y una notable falta de leche en su composición. En muchas ocasiones, el helado servido es aguado y sin la textura suave que se espera de un producto de calidad.

En la tablilla de precios uno ve mucha variedad, pero cuando te atienden no hay ni la mitad de
lo que supuestamente está en la tablilla, en muchas ocasiones solo dos sabores. El servicio es
pésimo, ves a los dependientes cuadrando los vales, los clientes quejándose por el mal
servicio. Entras al salón y esta vacío pero la espera es interminable para que te atiendan, yo
estuve una hora y cincuenta minutos esperando; escurridizamente fui tomando fotos porque no
te dejan tomar fotos.

La experiencia de Coppelia ha pasado de ser un placer cotidiano para los cubanos a
convertirse en una prueba de paciencia y resignación. La larga espera, el mal servicio, los
precios cada vez más altos y un helado de calidad mediocre han alejado a muchos clientes
habituales.

Lo que alguna vez fue un símbolo de orgullo cubano hoy es una muestra palpable de las
dificultades que hay en el servicio del sector estatal, así como la falta de gestión y
preocupación de sus directivos y administración, de ofrecer un producto de calidad acorde con
el precio actual.

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One thought on “Del Paraíso del Helado a la Frustración de los Habaneros

  • Hace treinta años que dejo de ser helado. Es una porquería derretida y sin sabor. Deje de ir. Ahora hay que pagar con tarjeta, es lo último que supe. Todo está corrompido.

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