Cojimar: Contrastes de una calle Real

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Fotorreportaje por Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — Cojímar es un viejo pueblo de la Habana, uno que apenas conozco. Hace unos días subí en bicicleta la empinada loma de la Talanquera y me deje caer hasta el malecón por la suave pendiente de la destartalada calle Real.

Me pareció un sitio lleno de contrastes interesantes: edificios en ruinas junto a construcciones novísimas, lo próspero conviviendo con lo decadente, opulencia privada junto a esplendor neo-estatal, carros antiguos que miran por encima del hombro a los modernos, autos chinos compitiendo en belleza con los surcoreanos, áreas turísticas que viven del recuerdo reciclado de Hemingway y al doblar la esquina pura atmósfera barrial, turistas europeos y estudiantes africanos se cruzan en sus estrechas aceras.

Repasando las fotos me percato que lo único sin contrapeso es la tranquilidad. A menos de diez kilómetros del centro la vida transcurre a un ritmo diferente; la gente que encontré por la calle Real andaba en la lucha, en el chisme, paseando, amando… lo que se hace en todas partes, pero sin pizca de agresividad o estrés. Si el río Cojímar no les echara encima toda la porquería que arrastra sería un sitio bueno para vivir.

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One thought on “Cojimar: Contrastes de una calle Real

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    de una cafeteria o panaderia de Cojimar para ver el surtido.
    !Starbrook! !Dunkin Donats! !Cuidado, que la competencia es bestial.
    Je Je Je. Tres productos, y una nota colgada con un gancho de ropa que dice
    “Prohibido vender sin libreta”

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