Celebración habanera a un santo cercano al pueblo

Por Regina Cano

HAVANA TIMES – Muchos son los que caminan desde Santiago de Las Vegas, cada 17 de diciembre, atravesando cerca de cuatro poblados para llegar hasta El Rincón, lugar donde se encuentra la iglesia que cobija la imagen de San Lázaro, santo al cual se atribuyen milagros asociados a la salud física del cuerpo. El santo milagroso San Lázaro, ese que dicen cumple las promesas de quitar el dolor, salvar una vida o curar una enfermedad.

La peregrinación hasta El Rincón, ha probado por años cómo sigue de activa esa tradición de la religiosidad popular en el pueblo cubano. Un acontecimiento anual que reúne a personas tanto religiosas como no tan religiosas, nativas y hasta foráneas.

En ella se devela que a pesar de las diversas creencias divinas que cruzan en el cotidiano la conciencia del poblador, venerar a San Lázaro -Babalú Ayé o Asojuano, como también se le conoce- es uno de los sucesos más importantes que los aúna y hermana.

Descalzos, vestidos con ropas de saco combinadas con el morado -color que identifica al santo-, con atributos visibles y puntuales en cada caso, según las religiones que profesan, van y vienen durante, fundamentalmente, dos días: niños, mujeres, jóvenes, mayores y no tan mayores, y hasta los perros de la casa, formando parte de una tropa en deambular constante, que se hace notar desde que despunta el día hasta entrada la noche.

Para algunos el peregrinar y el homenaje a San Lázaro comienza desde la víspera hasta el propio 17 llegada las 12 de la medianoche, agradeciéndole por salud y salvación. Para otros, sin embargo, diciembre es su mes y asisten cualquier otro día, tanto anterior como posterior al señalado.
Hay quienes evitan asistir el 17 por la barahúnda de gente que llena la iglesia e inunda los caminos que conducen al lugar. Unos aducen que “…se recogen más cosas malas que las bendiciones que se pueden recibir” –respondía una señora, mientras otros dicen que “…es un día muy revuelto” –planteaba quien la acompañaba.

Y a pesar de ese conocimiento generalizado para el día 17 de diciembre, lo mismo usted es testigo del cumplimiento de promesas hechas por la salud de un enfermo o por alguien a punto de perder la vida, dentro de sus seres queridos, así sea esa persona, su hijo, su madre o su padre que asiste a pedirle misericordia al santo.

Se contraen también nuevos compromisos –promesas de la misma índole-, las cuales conllevan un pago que se asume y cumple, lo mismo a término fijo, como por toda la vida, según la persona perciba y prometa cumplir. Así como es autoimpuesta la manera de hacer pagas estas promesas, algunas más estrictas y de una fuerte ejecución.

Alrededor del evento no falta el comercio, la venta de estatuillas, collares, velas, flores y una serie de artículos atribuidos a la celebración, que las personas ofrendan dentro del templo. Igualmente la iglesia de El Rincón contribuye y se esfuerza cada año en corresponder con esa muestra masiva de religiosidad, siendo muchas las manos que apoyan al que llega al altar y colectan los ramos de flores, las velas y el dinero que se trae a San lázaro, dinero este que se destina al leprosorio contiguo a la institución, como se ha declarado en otras ocasiones.

Tampoco es raro ver a miembros de otras tendencias cristianas proclamando como buena a sus propias iglesias, a lo largo de todo el camino anterior al Rincón. Pero sí es extraño descubrir que uno de los vecinos cercanos al lugar anuncie como curiosidad: “Pase para que vean a una ternera con 2 cabezas, 4 ojos y 3 orejas, acompañada de un perro vivo de 6 patas”, como una atracción de feria, que banaliza el suceso.

Por otro lado está garantizada la venta de comida y refrigerios, así como transporte en bicicletas, el que no es muy popular, pues la gente prefiere caminar, es decir, hacer la peregrinación.
Asimismo, entre momentos esforzados y otros de menos apuros, los agradecidos por el cumplimiento a su veneración, llenan las calles de este poblado, garantizándole a este pueblo un fin de año con una economía mejor.

Ciertas personas se quejaban de cambio de santos en los altares acostumbrados y que la Fuente fue cerrada, dejándose solo acceso a una especie de lavadero común donde se apilaban la gente.

Lo indudable es, que sea 16 y 17, día 1ro, 29 ó 31 de diciembre, San Lázaro está presente en la vida de los cubanos durante muchos momentos del año y hay para quienes durante todos los días de su existencia.

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Regina Cano

Regina Cano:Nací y he vivido durante toda mi vida en La Habana, Cuba, la isla de la que no he salido aún y a la cual amo. Vine a esta realidad un 9 de Septiembre. Mis padres escogieron mi nombre por superstición, pero mi madre me crió fuera de la religión que profesaba su familia. Estudié Contabilidad y Finanzas en La Universidad de La Habana, profesión que no desempeño por ahora y que decidí cambiar por hacer artesanías, algo de cerámica y estudiar un poco sobre pintura e Inglés. Ah! Sobre la foto; me identifico con los preceptos Rastafari, pero no soy una de ellos, solo tengo este gorro que uso de vez en cuando, pero les aseguro que no tenía una foto mejor.

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One thought on “Celebración habanera a un santo cercano al pueblo

  • Parece que, o a nadie se le ha ocurrido pedirle al dichoso santo que termine con el castrismo o el santo es aliado de ellos. La credulidad e ignorancia de un pueblo es el mejor caldo de cultivo para las dictaduras.

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