Perdiendo el juicio en La Habana, Cuba

Fernando Ravsberg

En las afueras del Tribunal Provincial de La Habana. Foto: Raquel Pérez Díaz

HAVANA TIMES — Más vale no chocar el automóvil en Cuba, pero, si de todas maneras tiene un accidente, que sea contra otro particular, porque si colisiona con un vehículo de una empresa estatal tendrá que ir a juicio en el Tribunal Provincial de La Habana y entonces…

“Nos citaron a las 8 y 35 de la mañana, pero los juicios no empezaron hasta pasadas las 10. Cuando preguntamos a una funcionaria para qué nos habían convocado tan temprano, respondió que era porque los cubanos siempre llegan tarde a todos lados”.

“Al entrar nos obligaron a dejar los teléfonos celulares en una taquilla donde un cartel ilustrativo nos aconsejaba llevar agua, un abanico y…papel higiénico. Parecía que íbamos a una escuela al campo, pero luego comprobamos que las 3 cosas eran imprescindibles en el Tribunal”.

“Fuimos 29 casos y todos estábamos dentro de la sala sin poder salir, nadie sabía el orden en el que se irían juzgando. El des-orden era tal que la letrada principal paró uno de los juicios a mitad del mismo, porque un abogado amigo le pidió que priorizara su caso”.

“La sala estaba atestada y no había aire acondicionado o lo mantenían apagado para ahorrar. Lo cierto es que aquello estaba lleno de gente sudada y había tal sopor que hasta una de las tres juezas empezó a cabecear adormilada mientras se debatía un caso”.

“Llaman a un chofer de bus y le preguntan cómo fue el choque. El hombre, ya mayor, les responde que nunca ha chocado. La jueza insiste diciéndole que si no chocó por qué está aquí y el señor dice que vino porque le mandaron una citación. Toda la sala lanzó la carcajada”.

“Otro juicio se desarrolló  con el testimonio de una sola de las partes. Cuando van a terminar se levanta un señor y dice a mí no me van a preguntar nada?, porque yo fui el que chocó a la señora y llevo 7 horas sentado aquí. Si no me necesitaban me lo hubieran dicho”.

Si choca en La habana… Foto: Raquel Pérez Díaz
Si choca en La habana… Foto: Raquel Pérez Díaz

“Finalizado uno de los procesos, la jueza principal llamó a los siguientes y la secretaria le gritó: ¡chica, espérate que aún no he terminado con el anterior! A lo que la letrada le responde al mismo nivel de voz: ¡Ya tú y yo hablaremos después de eso!”.

“En medio de ese ambiente, con calor y aburridos de presenciar juicios que no te van ni te vienen, empezamos a conversar unos con otros. Se oía un creciente rumor de fondo que, varias veces obligó a la jueza a amenazar a los gritos con desalojar la sala”.

“Nosotros salimos de ahí a las 6 de la tarde, pero aún quedaban algunos casos por juzgar. Nos condenaron a pagarle a la empresa del Estado unos 400 pesos (U$D 16), lo cual en la vida real no les alcanzará para pagar ni la décima parte de los daños que les hicimos.”

Cuando escuché el relato me surgieron muchísimas preguntas, la primera fue si vale la pena que un directivo y un abogado de una empresa estatal pierdan un día de trabajo para cobrar un dinero que no resolverá, ni mínimamente, la reparación del vehículo chocado.

Al sacar cuentas las cosas toman un color bastante más oscuro. Suponiendo que en el Tribunal Provincial de La Habana se ventilen 29 casos diarios y que de cada parte lleguen 2 involucrados, estamos hablando de unas 120 personas que faltan diariamente al trabajo.

Ahora multipliquemos 120 por 25 días hábiles y nos encontraremos con que se pierden 36.000 días de trabajo cada año. Pero el asunto no se termina en La Habana, en el país hay 14 provincias más y un municipio especial con sus respectivos tribunales provinciales.

2Esas otras 14 provincias tienen, en conjunto, una población 5 veces mayor que la de La Habana por lo que la cifra se dispararía a más de 200.000 días de trabajo perdidos. El asunto se agrava, porque los que tienen autos para chocar son por lo general directivos o profesionales.

Bastaría un mínimo de organización en el sistema de justicia para que la gente no tenga que pasar el día hacinada en una sala, sin ventilación, sin agua y sin papel higiénico. ¿Por qué no dar horarios para cada juicio, de tal forma que la gente pueda llegar a la hora señalada?

¿Por qué castigar a todo el mundo a escuchar juicios que no le interesan y obligar a la gente a ventilar sus propios problemas delante de un montón de desconocidos? El asunto no requiere de una gran capacidad organizativa, tan solo hace falta la voluntad y un poco de sentido común.

3 thoughts on “Perdiendo el juicio en La Habana, Cuba

  • Leyendo el relato me hizo recordar el primer juicio que presencié en La Habana. Era en el Corte Municipal del Trabajo, creo que se llama así. Uno de nuestros colaboradores había sido despedido sumariamente de su trabajo y estaba apelando. Estoy hablando del 2009 y estábamos unos ocho fundadores de Havana Times apoyando el perjudicado.. En este tiempo, no había el rótulo del agua, papel y abanico. Pero las condiciones igualito. Mas bien me llamó (por no decir gritó) la atención la juez porque me vio beber agua de un pomito en un momento de mi estancia de varias horas ahí. En aquel momento era estrictamente prohibido tomar agua. Ley seca por completa. Ni la juez podía tomar. Era la misma escena del relato de Fernando y la gente derritiendo. Vea que han mejorado en 7 años. ¡Imagina cómo podría ser en 7 más!

  • En el capitalismo malvado y feroz hay unas instituciones muy raras que se llaman compañias de seguros que resuelven estos asuntos por telefono y con una eficiencia diabolica.

  • Asi es, el 97% de estos litigios se resuelven con compensaciones por acuerdos entre el abogado de las victimas y las compañias de seguro del culpable. Los bogados picapleitos que estan por montones le cobran a las victimas el 30% de lo que logren sacarle a la aseguradora, antes no tiene que soltar un centavo. En Cuba te matan y no te pagan y ademas tienes que sonarte un juicio en unos locales que parecen solares inhabitables.

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