La sociedad civil y el debate (III)

Fernando Ravsberg*

Foto: Raquel Pérez Díaz
Foto: Raquel Pérez Díaz

HAVANA TIMES – Algunos amigos opinan que debo terminar con este debate sobre la actuación de la sociedad civil en Panamá pero desde mi óptica no tengo derecho a finalizar un intercambio de opiniones que iniciamos entre varios y al que se han ido sumando otros.

Si alguien se lleva otra impresión será porque, lamentablemente, mi nombre aparece casi en todos los textos de “respuesta”. Como si el debate fuera solo conmigo, ignoran a importantísimos intelectuales cubanos que han expresado sus opiniones.

Curiosamente no hay “respuestas” a lo escrito por Silvio, Amaury, Orrio, Gómez Barata, Harold Cárdenas, Arboleya o Aurelio Alonso, entre otros. Es lamentable porque omitiendo esa diversidad de pensamiento se pierden análisis muy interesantes.

Un joven colega de la TV cubana, Javier Ortiz, se pregunta en las redes sociales: “¿Por qué todo esto me parece una cruzada contra Fernando Ravsberg y no un debate real sobre la participación de la sociedad civil de ‪Cuba en la Cumbre de Panamá?”

Aquí se debatió, además, sobre el derecho a opinar diferente y expresarlo públicamente, sobre que es la sociedad civil en Cuba, sobre la nueva estrategia de EEUU y la respuesta cubana, sobre el papel de la prensa y también sobre la forma de hacer política.

La repercusión que tuvo mi post y su mayor mérito reside en recoger, escribir y publicar lo que muchos cubanos pensaban, esos criterios que la prensa nacional ignora para mantener la falsa unanimidad, que ya critican hasta los máximos miembros del gobierno.

Normalmente los debates en la sociedad civil cubana se inician con una convocatoria que “viene de arriba”. Foto: Raquel Pérez Díaz
Normalmente los debates en la sociedad civil cubana se inician con una convocatoria que “viene de arriba”. Foto: Raquel Pérez Díaz

No se puede culpar a mis colegas cubanos, muchos de ellos difieren de la “versión oficial de los hechos”. El problema no está en los periodistas sino en quienes dirigen la prensa, con torpes recetas que proyectan una pésima imagen mediática de Cuba.

Pero lo más interesante de esta experiencia es que el debate se mantuvo en general con buen nivel, salvo en un solo caso que no merece mención. Si alguien intentó convocar a una “cruzada digital” fracasó porque el ciberespacio se llenó de matices y criterios diversos.

En estos días me invitaron a una fiesta en la que se encontraba uno de los jóvenes que escribió un apasionado texto apoyando a la delegación cubana en Panamá. Conversamos, nos reímos, los demás nos hicieron bromas y seguimos pensando diferente.

En lo personal viví este debate sin mayores presiones, conversé en esos días con autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre otros asuntos y, por supuesto, tocamos el tema. Me dieron sus puntos de vista de forma respetuosa.

Estoy convencido de que si hubo cierta tensión no se debió al tema en cuestión ni a las posiciones encontradas sino a la falta de entrenamiento en el debate, cuando este surge de manera horizontal y espontánea, sin una orden de “arriba”.

En debates anteriores se han tocado temas mucho más sensibles y la gente se expresó con total crudeza. Pienso sobre todo en el del 2007, cuando 5 millones de cubanos reunidos en asambleas expusieron, a “calzón quitado”, sus críticas al modelo.

La sociedad civil cubana ya tiene madurez para sostener su unidad en la diversidad de criterios.  Foto: Raquel Pérez Díaz
La sociedad civil cubana ya tiene madurez para sostener su unidad en la diversidad de criterios. Foto: Raquel Pérez Díaz

La gente habló de los bajos salarios, de la dualidad monetaria, de la alimentación, del problema de la vivienda, del transporte y de la falta de lugares de diversión. Sobre ese cimiento se inició el proceso de cambios económicos, que aún hoy se está desarrollando.

Mi percepción es que la nación cubana tiene ya la madurez suficiente para abandonar la unanimidad y sostener su unidad en la diversidad de criterios. En ese sentido creo que se ha avanzado durante la última década pero es apenas el comienzo de un proceso sin fin.

Como expresara el poeta Antonio Machado, se hace camino al andar. Vendrán nuevos debates y nos volveremos a encontrar pero todos, o casi todos, ya habremos aprendido, que pensar diferente y debatir no tiene por qué convertirnos en enemigos.
—–
(*) Visita la página de Fernando Ravsberg.

9 thoughts on “La sociedad civil y el debate (III)

  • Fernando:

    ¿Qué le has hecho a Iroel Sánchez para que te odie tanto?

  • Fernando,ahora si veo que esta “reculando” lo que dice mucho de su inteligencia.Usted es un hombre despierto,como dice en una cancion Silvio..se dio cuenta que pararse en medio del “tren revolucionario” es muy peligroso y quiere suavizar,confraternizar,es lo que todos los cubanos sabemos y hasta los no cubanos tambien,metodos comunistas,pero el siglo XXI.Se hara su autocritica y seguiras en la Hbana,tomado mojitos ,etc,etc…seguiras tirando balas de papelitos y cosa de esas psra destacar con bajo nivel…tu sabes hasta donde puedes llegar, tu eres un hombre de exito!!!

  • Iroel odia a todo el mundo. Es un odiador profesional. Si hubiera nacido en la edad media no dudes que hubiera trabajado en la inquisición quemando herejes como lo hace ahora desde su Pupila Insonme (que por cierto lei que plagio el nombre a un intelectual del centro de la isla)

  • Fernando, el problema no es si hay debate o no en la sociedad, el problema es que los que gobiernan por la fuerza en Cuba, no les interesa lo que piense el pueblo mientras no se pongan de acuerdo para sacarlos del poder. El linchamiento de Paya es un buen ejemplo, pues si atrevió a recojer firmas para hacer cambiar el status quo desde la sociedad civil.

  • Fernando, creo que el asunto del debate ya es en sí mismo el asunto y no la sociedad civil cubana.
    Como siempre se pierde el tema en justificaciones colaterales sobre la forma en que se discute lo que sucedió en la Cumbre.
    El que se produzca el debate y su defensa es la primera constancia de que no existe, sino que está acotado y relativizado al punto que la primera demanda que se deduce es que las personas piensan diferente y deben tener el derecho a manifestarse. La libertad de expresión en Cuba lleva represalias, no tiene ni respaldo legal ni real en la práctica de la política diaria.
    La actuación de “la sociedad civil oficialista” recibe leves críticas y muchas justificaciones de por ejemplo Aurelio Alonso para actuar así.De manera que se legitima la violencia el no dialogo y el boicot con agresiones verbales y físicas a los piensen diferente y también se desea “un futuro” de discusión con el umbral del pensamiento de Rosa Luxemburgo.
    Harold Cárdenas creo el más sincero de los que citas porque dice que en Cuba la sociedad civil no existe sino las organizaciones que controlan desde el estado y el partido a la población.
    El link que señalas de Arboleya no es real, conduce a un artículo de otros dos periodistas.
    El resto es pidiendo mesura contra tu persona, que has sido atacado por los voceros esbirros del régimen.
    Así el tema de la sociedad civil llevada a debate lo único que constata son los prejuicios y tabúes para hablar del tema y la defensa reaccionaria del gobierno de enviar tropas de choque a violentar los eventos de la sociedad civil latinoamericana.
    Ya el absurdo anda en que los términos gobernabilidad y sociedad civil no existen en Cuba, sino algo que hay que “inventar” en el futuro. Un ridículo escandaloso luego de 56 años de régimen político que aplasta al que piensa diferente no importa su signo político.
    Creo que es hora de quitarse las máscaras y discutir en serio los mecanismos de represión política en la Isla, contra el que disiente, contra el que respalda el estatus quo y se vuelve cómplice de la represión cotidiana y en todas las formas. Sin tumbar las máscaras seguiremos perdiendo el tiempo en las discusiones personales (hoy te tocó a tí, hemos sido millones los reprimidos en 56 años) y el análisis de las condiciones reales de la práctica política cotidiana en Cuba quedan siempre para ese futuro que nunca llega.
    ¿Irresponsables y oportunistas?

  • Iroel es un frustrado que no tiene como subir el salario que devenga (sus veinte dolares mensuales),ahorita le coge tirria a la psicologa millonaria

  • fernando quizas no sepa que una simple llamadita a la estacion del Departamento, puede acallar voces…..

Comentarios cerrados.