Falta seriedad en Cuba en su lucha contra la corrupción
HAVANA TIMES – El gobierno de Raúl Castro ha proclamado varias veces su batalla contra la corrupción en las diferentes capas de la burocracia de la Isla y en las gerencias de las empresas del Estado.
Sin embargo, la falta de transparencia en las gestiones de los líderes y empresarios estatales, y la poca o nula posibilidad de los periodistas de participar en la batalla, hace que la efectividad del esfuerzo anti-corrupción quede muy por debajo su posibilidad.
Hoy Fernando Ravsberg nos trae un comentario que acentúa el temor de las autoridades de que sean públicos los casos de corrupción con sus nombres y apellidos. Como dice la caricatura: «No podemos dar armas al enemigo».
¿Se hunde Cuba cuando oímos la verdad?
HAVANA TIMES – Arnaldo Mirabal anunció en las redes sociales que abandona el periodismo. Lo hace unos días después de haber sido amenazado con ser llevado a los tribunales por publicar un supuesto caso de corrupción de una dirigente política en la provincia de Matanzas.
Las autoridades provinciales tiran un manto de silencio sobre este caso, no aclaran por qué esa persona fue destituida y tampoco por qué ocupa ahora otro cargo de dirección. Confirman así la teoría de los cubanos de a pie sobre los dirigentes que se caen para arriba.
La subdirectora de Granma, Karina Marrón, opina en Facebook que “Arnaldo y el pueblo de Matanzas tienen derecho a saber qué pasó, si hubo corrupción o no, o cualesquiera que sean las razones para que esta persona ya no detente las funciones para las que el pueblo la eligió”.
Tras un año pidiendo información sobre la destitución realizada en secreto por las autoridades matanceras, la respuesta que obtiene el periodista Arnaldo Mirabal es una velada amenaza “no tienes pruebas y Marta Odalys te puede demandar por difamación”.
No es la primera vez que se protege al supuesto corrupto persiguiendo al mensajero que osa revelar la verdad. Ya lo vivió el profesor Esteban Morales, quien fuera separado del PCC por la misma razón, reclamar información sobre dirigentes destituidos sin explicaciones.
A Morales lo reintegraron al Partido tras apelar por todos los canales a su alcance y contar con el apoyo de los medios alternativos y de la academia. Sin embargo, limitaron su participación en la prensa nacional, a pesar de ser un muy respetado especialista en relaciones Cuba-EE.UU.
Hace poco tiempo Harold Cárdenas anunció que dejaba Cuba para estudiar en la Universidad de Columbia en EE.UU. Él fue uno de los principales blancos de los extremistas, quienes se regodean publicando que este joven intelectual es ahora un “cadáver político”.
En su despedida, Harold nos muestra algunos de sus temores: “Cuando hay más miedo que dinero, más desvelos que soluciones, Cuba se contrae y comienzan los excesos. No era difícil imaginar quiénes pondrían los daños colaterales y apliqué a varias universidades en el extranjero”.
Además de estos casos está la prohibición de trabajar con medios alternativos, la carta de los periodistas jóvenes de Villa Clara y el despido de su trabajo del periodista holguinero José Ramírez Pantoja por publicar en su blog las palabras de la subdirectora de Granma.
Y la intolerancia va en aumento, incluso Segunda Cita, la página de Silvio Rodríguez fue blanco de los grupos extremistas. Intentan que el cantautor deje de publicar a intelectuales silenciados por la prensa oficial, a pesar de que algunos de ellos son reconocidos revolucionarios y marxistas.
Se trata de intentos desesperados y vanos por mantener el control sobre lo que se publica, pero a la larga es un esfuerzo inútil. El avance de Internet es imparable y abre a los cubanos el más amplio espectro informativo internacional, desde el New Herald hasta Rebelión.
Pero los Defensores de la Fe siguen ganando batallas pírricas, las mismas que pierde la nación. Pierde Cuba cuando sus jóvenes emigran, cuando se les mata la esperanza de construir un mundo mejor, cuando se les amenaza para que callen ante la corrupción.
Algo no anda bien en una sociedad cuando los políticos corruptos “pasan a ocupar nuevos cargos” y los periodistas son castigados por denunciarlos. El silencio ante la delincuencia de cuello blanco es un camino que ya transitaron otras naciones de América Latina, es fácil ver a dónde nos lleva.
Los censores, quienes se justifican siempre afirmando que su trabajo es “defender la Revolución no dándole armas al enemigo”, ahora, paradójicamente, parecen estar defendiendo la corrupción y arrebatándole al pueblo el arma principal para combatirla, la transparencia.
Y ahora ¿qué harán esos censores con Arnaldo?, ¿acusarlo de contrarrevolucionario?, ¿expulsarlo del Partido como a Esteban Morales?, ¿quitarle el acceso a Internet para anular su blog? o ¿tratarán de desprestigiarlo con minucias convenientemente infladas?
Pienso en Arnaldo Mirabal y recuerdo las palabras de Fidel Castro: “Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella; por eso nos parece que se hunde el mundo cuando oímos la verdad; como si no valiera la pena que el mundo se hundiera, antes que vivir en la mentira”.
Otro análisis de Fernando donde se baña y guarda la ropa, o guarda la ropa y luego se baña, o no se quita la ropa ni se baña pues a veces apesta con tanto uso aberrante del periodismo para seguir haciéndole el juego justificativo al régimen, hay q ser un maestro del malabarismo verbal para pormenorizar las barbaridades que hace el partido y su sistema y terminar con una frase del coma no andante, responsable superior de todo lo q Fernando critica, o hace como q critica, porque no hay vileza mayor q pretender ganar puntos por contestatario y valiente adalid de la verdad para luego conformarte con rascar la superficie sin llegar jamás a la conclusión lógica de q no es un problema de anécdotas más o menos criticables sino de un sistema fracasado desde su concepción, digo y me corrijo, si fuese fracasado tendría una excusa, un sistema maligno que ha funcionado perfectamente para lo q fue concebido, atornillar el culo a la poltrona del poder.
Asi es, repatriado.
Es como que la censura es un problemita de un grupito de extremistas al margen del gobierno y no una caracteristica fundamental del gobierno cubano. Quien censura es Raul y su gobierno, continuando la censura total que impuso Fidel Castro.
Esa mania de Fernando de querer pasar una dictadura como un gobierno normal, con sus luces y sus sombras de verdad que es incomprensible.
Ahora es Fernando periodista? Yo lo veo mas bien como un recogedor de notas de prensa ajenas y un emisor de opinion. Yo de verdad solamente le he leído análisis de la situación y jamás un periodismo de verdad investigativo. De tal fuente dijo y aquel me confirmó,
Para colmo a mi cuando comentaba alla me pedia pruebas de esto y lo otro cada vez que emitia una opinion…
El es mas bien un columnista, analista, tipo Hannity en Fox.