¿En Cuba cuentan todos?

Fernando Ravsberg*

Al parece la homofobia no permite que todos los cubanos cuenten como dice la publicidad del censo. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES — En algunos sectores de la sociedad cubana la homofobia es tal que no les basta con negarles el derecho legal a constituir parejas del mismo sexo, ahora ni siquiera quieren censar a las que ya existen aun sin el permiso de las leyes o de las iglesias.

En el blog “Paquito el de Cuba”, el periodista Francisco Rodríguez denuncia a las autoridades nacionales del Censo de Población y Vivienda 2012 porque se niegan a registrar las uniones de parejas homosexuales, las cuales no tienen respaldo legal.

Oficiosamente, las autoridades cubanas aducen problemas técnicos pero Paquito, un activista en favor de los derechos de la comunidad LGBT, asegura que en realidad “no hubo suficiente voluntad política de la dirección del país para rectificar”.

Recuerda el periodista cubano que fue “una decisión técnica incorrecta” y que pudo tener una rápida solución como se hizo en varios “países de América Latina y otras regiones del mundo durante la actual ronda censal de la ONU”.

Lo interesante y novedoso es que esta vez la comunidad LGBT no se va a quedar cruzada de brazos. Paquito encontró una brecha al recordar que el Censo es por declaración, es decir que están obligados a escribir los datos que facilita el ciudadano.

Propone que las personas homosexuales que viven juntas declaren su unión consensual a los encuestadores y pidan que les inscriban como pareja, “aunque luego las estadísticas de la ONEI no las contabilicen, como ya decidieron hacer de manera excluyente y discriminatoria”.

El periodista Francisco Rodríguez convocó a la comunidad LGBT a marcar sus casas con banderas del arco iris. Foto: Raquel Pérez

Agrega que los gay y lesbianas que mantengan relaciones estables con una pareja, aunque no residan en su vivienda, tienen derecho a pedir a los enumeradores que los registren “como unidos con otra persona de su mismo sexo”.

Afirma que también “las personas transexuales tienen derecho a declararse como mujer u hombre, de acuerdo con su identidad de género, aun cuando sus órganos sexuales sean de varón o hembra, y pedir que así conste en el cuestionario censal”.

Pide a su comunidad que no desperdicien “la oportunidad de conversar con los jóvenes estudiantes que tendrán la responsabilidad de censar” para hablarles sobre “el derecho a la libre orientación sexual e identidad de género y al respeto a la diversidad”.

La propuesta no plantea violar las leyes sino todo lo contrario, utilizar los espacios legales para hacer valer sus derechos ciudadanos, contenidos en un proyecto de Código de la Familia que desde hace años duerme en las gavetas del parlamento cubano.

Tanto la actitud del legislativo como la posición del Censo revelan que la homofobia no es solo un problema social sino que está muy arraigada en algunas instituciones del país, las cuales se emplean a fondo para que no se reconozcan los derechos de la comunidad LGBT.

Paquito convoca a aprovechar el Censo del 15/9 para realizar una salida masiva del armario donde han sido marginados y propone hacerse visibles adornando sus casas con la bandera del arco iris o vistiendo camisetas y mochilas identificativas.

Convocaron a que los transexuales se anoten en el censo como varón o hembra de acuerdo a su criterio. Foto: Raquel Pérez

La convocatoria contiene un doble reto, si fracasa le dará nuevos bríos a los homofóbicos con poder pero si tiene éxito enviará un potente mensaje a toda la sociedad: la comunidad LGBT ya es capaz de movilizarse en defensa de sus derechos.

Hasta el momento han estado reclamando la equidad “por los canales correspondientes” pero estos en la práctica se muestran totalmente sordos. La actual propuesta implica lanzar un grito silencioso que nadie podrá decir que no escuchó.

Ahora veremos si los miembros de esa comunidad entienden que su futuro en gran medida depende de sí mismos. Pero no solo de ellos, también el resto de la sociedad se puede solidarizar, la justicia y la igualdad es algo que nos compete a todos.

Este 15 de septiembre, mi esposa –que es ciudadana cubana- pondrá la bandera del arco iris en el frente de nuestra casa, sumándose a los que quieren construir una nación en la que realmente todos los cubanos y las cubanas cuenten.
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(*) Publicado con la autorización de BBC Mundo.

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