El Poder Popular en “Vivir del Cuento”

Fernando Ravsberg

Vivir del cuento. Panfilo (l)

HAVANA TIMES – El programa humorístico de la TV cubana “Vivir del cuento” se lanzó de lleno a burlarse de las taras burocráticas del Poder Popular, sistema de gobierno que va desde los delegados barriales hasta los 600 diputados del parlamento nacional.

El jubilado Pánfilo, personaje principal del programa, es nombrado delegado de su barrio pero le advierten sobre cómo actuar para evitar conflictos. Jamás debe decir que los vecinos tienen problemas solo “hacen planteamientos” y no debe prometer soluciones sino “hacer gestiones”.

Le explican que hay otras frases muy útiles para tranquilizar a sus electores sin comprometerse, como “estamos trabajando en ello” o “ese planteamiento ya ha sido elevado”. El programa fue un calco de una reunión de rendición de cuentas de esas que se hacen en todos los barrios.

Sin embargo, tras su designación Pánfilo Epifanio se lanza a solucionar los problemas cotidianos de sus vecinos: la calidad de pan, la venta de materiales de construcción, crea una zona de recreación, baja los precios de los alimentos del mercado agropecuario, etc.

En su paseo por el barrio, el programa humorístico muestra la corrupción que existe en todo el aparato comercial que rodea al cubano de a pie, así como las explicaciones tontas que los gerentes y directores dan para poder seguir robando a la gente y al Estado.

Los éxitos de la gestión de Pánfilo mejoran la calidad de vida de la gente que lo aplaude. Sin embargo, crea mucho malestar en la cadena de mando del Poder Popular porque actúa directamente, sin utilizar “los canales correspondientes” ni esperar “el momento adecuado”.

A pesar del apoyo de sus vecinos que lo aclaman por haber solucionado los viejos problemas que afectaban al barrio, resulta destituido por los dirigentes del Poder Popular, quienes restituyen en el cargo al anterior delegado, el que “eleva los planteamientos” aunque eso nunca resuelva nada.

Verdaderamente fue una radiografía del funcionamiento del Poder Popular en la base, de sus taras, de la burocratización, de las frases hechas para no hacer nada y de la marginación de los líderes naturales de la gente en favor de los más obedientes.