El derecho a defender los derechos

Fernando Ravsberg

Foto: Ivana Beluzec

HAVANA TIMES, 3 marzo — Hace pocos días un cubano residente en el exterior preguntaba en este blog: “¿Y la foto del artículo de dónde la sacó Ravsberg? Porque en La Habana no hay anuncios comerciales en las calles”. Me pareció muy sintomático que no reconociera la capital de su propio país.

Sin lugar a dudas los cambios que se están produciendo en la isla han “descolocado” a quienes insisten en asegurar que nada está ocurriendo. Por momentos tengo la impresión de que algunos le temen más a la reforma que al inmovilismo.

Esto a pesar de una realidad tan visible como la apertura de los hoteles a los cubanos, la posibilidad de que se construyan sus casas, compren computadoras y celulares, puedan trabajar por su cuenta o tengan acceso a internet en los cibercafés.

Y suceden también cambios sutiles pero no menos interesantes como la publicación y venta de ejemplares de la Constitución, la colocación de vallas gigantes sobre el tema y hasta un foro en la web de Radio Rebelde, donde se debatieron temas candentes.

Juristas cubanos respondieron a los participantes -residentes dentro y fuera de la isla- sobre la libertad de viaje, el derecho a mudarse dentro del país, la doble ciudadanía y la prohibición -eliminada en el 2008- de acceso a los hoteles turísticos.

El foro fue realmente novedoso, no solo porque se publicaron preguntas que cuestionan la legitimidad constitucional de algunas de las medidas tomadas por el gobierno cubano sino por las respuestas que en varias ocasiones dieron los juristas.

Uno de los participantes apuntó la contradicción existente entre una Constitución donde se sostiene que los cubanos “se domicilian en cualquier sector, zona o barrio de las ciudades” y la resolución gubernamental que limita la migración de provincianos a La Habana.

La respuesta del Dr. Andry Mantilla fue que, en este caso, se tomó “más en cuenta las circunstancias objetivas que las condicionan y a las que se refieren, que el propio marco jurídico superior que debe servirle de límite”.

Mi impresión es que el jurista está ratificando la inconstitucionalidad de esa disposición gubernamental. Y más adelante pide mecanismos que exijan “responsabilidad ante la inobservancia de los preceptos constitucionales”.

Sobre la doble ciudadanía se produjo un peculiar debate. La Constitución dice que “cuando se adquiera una ciudadanía extranjera, se perderá la cubana”, a pesar de lo cual las autoridades les exigen a los nacidos en Cuba viajar con pasaporte cubano aunque se hayan convertido en ciudadanos de otro país.

Los juristas explicaron que “mientras no haya un pronunciamiento formal” de las instituciones, la persona seguirá siendo cubana. Lo que significa que, en este caso, la Ley de Leyes no tiene vigencia porque las autoridades se niegan a aplicarla.

Donde no detectaron contradicción fue en la exigencia de permisos para salir del país. Los juristas recalcaron que la Constitución no lo establece “como derecho o libertad (…) Por lo tanto la medida no genera violación del texto de manera directa”.

De todas formas reconocen que provoca malestar en la población y que la Constitución puede modificarse, “las leyes responden al momento en que se aprobaron y en la medida en que la sociedad va cambiando éstas han de irse adecuando”.

Tan es así que el Dr. Andry Mantilla aseguró que la reforma en marcha “debe hacerse en consonancia con lo que dispone el texto constitucional o de lo contrario debe proveerse una adecuación de dicho texto para entonces acoger tales cambios”.

La autorización para que los trabajadores por cuenta propia contraten personal, por ejemplo, choca con el Artículo 14 que prohíbe “la explotación del hombre por el hombre”, frase con que los marxistas abarcan a cualquier empresario que emplee asalariados.

Pero creo que fue la Dra. Marta Prieto quien aportó la idea central del debate, descalificando a los que entienden “las críticas o reclamaciones de los derechos como algo ajeno o nocivo para con el sistema; obviándose que defender los derechos es uno de los más importantes derechos del ser humano”.

Publicado con la autorización de BBC Mundo.

 

One thought on “El derecho a defender los derechos

  • Hace unos pocos años, no recuerdo exactamente, los cubanos aprobamos las nuevas modificaciones a la constitución, tras una campaña de consignas y de ¨persuasión¨ acerca del deber de aprobar las modificaciones. Estoy seguro que muy pocos supimos entonces que en realidad estábamos aboliendo el único recurso constitucional para revocar pacíficamente el socialismo que había en la ley de leyes, para sustituirlo por el carácter irrevocable del socialismo. Con esta modificación nos privamos todos y a las generaciones que nos sucedan, de la opción legal de cambiar pacíficamente el régimen político cubano si esa fuera la voluntad de su pueblo. Con la habilidad insuperable que ha demostrado el gobierno de Cuba para manipular a la gente, nos llevaron a todos a renunciar ¨democráticamente¨ a transformar la sociedad que hemos construido entre todos, con sangre y sudor de todos, pero respondiendo a la voluntad y los deseos de un omnipotente líder, dueño absoluto de nuestros destinos, proclamado por sí mismo el gran conductor de nuestros éxitos (que cada vez se notan menos) y absuelto por sí mismo (ya eremos qué dice la historia a la larga)de todos los fracasos, los cuales han sido culpa de los demás. Me pregunto si no son muestras de chapucería sin límites o desprecio por la dignidad de los cubanos, las violaciones de esa constitución que cometen a diario, esos que podrían modificarla y llevarnos a aprobar, muchas veces más, lo que deseen.

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