De embajadores y disidentes

Fernando Ravsberg

Atardecer desde el malecón habanera. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 23 dic. — Cuánto honor nos hace Jonathan Farrar, el máximo representante diplomático de EE.UU. en Cuba, al apoyar el análisis de BBC Mundo sobre la disidencia. Sirve para confirmar nuestro criterio porque en ese tema su opinión es muy calificada.

Es una lástima que lo escribiera en un cable secreto y evitara decirlo públicamente porque, en su momento, fuimos duramente atacados desde dentro y fuera de Cuba. Nos habíamos atrevido a romper el consenso y eso siempre cuesta caro.

Pero WikiLeaks hizo realidad aquello de que «la justicia tarda pero llega». El cable 202438, del 15 de abril del 2009, firmado por FARRAR y calificado de CONFIDENTIAL, reconoce que nuestro análisis sobre la oposición es objetivo.

Sin embargo, los juicios del jefe diplomático estadounidense son mucho más rudos. Llega a decir que los disidentes «están más preocupados por conseguir dinero que en llevar sus propuestas a sectores más amplios de la sociedad cubana».

Explica que en los sondeos hechos a los solicitantes de visas se detecta «una ignorancia prácticamente total de las personalidades de la disidencia y de sus organizaciones», concluyendo que no tienen «resonancia entre los cubanos».

Jonathan Farrar considera que los grupos disidentes están «dominados por individuos con fuertes egos» y les recomienda «conseguir cierto grado de unificación o al menos dejar de gastar tanta energía en obstaculizarse unos a otros».

Ni siquiera los anticastristas de Miami y Madrid salen ileso. El diplomático informa que los disidentes denuncian que los exiliados tratan de «socavar a los grupos locales de oposición para tomar ellos el poder cuando se vayan los Castro».

Farrar dice que «es poco probable que jueguen algún papel significativo en cualquier gobierno que suceda a los hermanos Castro» y apuesta a que los sucesores inmediatos «serán los funcionarios de rango medio del mismo gobierno».

Lo que informa a sus jefes en el cable secreto no es un secreto para los diplomáticos y periodistas asentados en Cuba. Lo curioso es que son los propios estadounidenses los que nos quieren convencer para que informemos lo contrario.

Estos días un líder disidente me decía que el análisis de Farrar es severo pero real. Tal vez sea cierto pero a mí me parece muy injusto porque las políticas de EE.UU. son también responsables de la actual debacle de la oposición cubana.

Decía Rabindranath Tagore que si se cierran la puerta a los errores, también la verdad se quedará fuera. En otras palabras, el análisis de la disidencia no estará completo mientras Washington no asuma sus propias culpas.

Los ayudaría recordar que el diplomático James Cason dio instrucciones públicas a la disidencia sobre cómo organizar la lucha contra Castro y convirtió su casa en sede para las reuniones opositoras, incluyendo a los «Periodistas Independientes».

Pero la mayor paradoja reside en que Washington envía cada año millones de dólares a los disidentes y después sus funcionarios los critican por «luchar» su cuota. Es como si un narcotraficante cuestionara moralmente la adicción de sus clientes.

Seguramente sin las «remesas» de la Casa Blanca la disidencia sería muy diferente. Estarían obligados a apoyarse en el pueblo, para lo cual tendrían que hacer trabajo político y encontrar un discurso que resulte atractivo a la mayoría de los cubanos.

También se «purificaría» el anticastrismo de Miami, manteniendo a los verdaderos militantes de la causa anticomunista y librándose de los parásitos que se enriquecen con el cobro de onerosos «peajes» al dinero de los opositores.

Quizás así tendría Washington la disidencia con la que sueña. Pero por ahora en sus mensajes secretos solo se confirma aquello de que «es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que el tronco en el de uno».

De todas formas hay que ser pacientes, a lo mejor la autocritica es «revelada» en los próximos cables. A mí solo me queda agradecerles por la notoriedad de aparecer en Wikileaks, sobre todo porque, hasta ahora, me han tratado con más respeto que a algunos Jefes de Estado.

Publicado con la autorización de BBC Mundo.

One thought on “De embajadores y disidentes

  • En Cuba,no hay «oposicion»,yo lo llamaria,»oportunismo»..las llamadas «DAMAS de BLANCO» es un COPIA DE LAS MadresDE LA PLAZA DE MAYO EN ARGENTINA…aunque esta ultimas luchaban por sus familiares «desaparecidos» por la junta Militar desde 1976…es un hecho creible y valido,pero la Damas de Blanco en Cuba,solo reciben dinero de la oficina de intereses de EEUU…y hacen campaña «politica» que a nadie le «interesa!»(dentro de Cuba)..los llamados «disidentes»…solo buscan la salida de Cuba,hacia EEUU o Europa,es la realidad! saludos!!

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