Cuba: diálogo Iglesia-Estado

Fernando Ravsberg

La relación con el Estado es vital para la Iglesia dado su escaso arraigo popular, mientras otras religiones crecen los templos católicos pocas veces se llenan. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES, 26 mar — Las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado cubano han pasado por diferentes momentos, desde el choque frontal de los años 60 hasta la colaboración actual en temas tan delicados como la liberación de presos o la mediación con otros gobiernos.

La tensión llegó a tal grado que hace medio siglo el Comandante Fidel Castro fue excomulgado por Su Santidad Juan XXIII lo cual no impidió que el Papa Juan Pablo II lo visitara en el año 1998 y Benedicto XVI repita el viaje 14 años después.

Pero esta visita tiene un carácter muy definido, según Enrique López Oliva, profesor de Religión en la Universidad de La Habana, el Papa “viene en primer lugar para darle un espaldarazo a la política del Cardenal Jaime Ortega”, en su acercamiento con el gobierno.

El Obispo Juan de Dios Hernandez confirma que “hay un diálogo respetuoso,  que lo ha habido y que se está dando también, unas veces con unos acentos, otras veces con otros” y que “la iglesia siempre ha tratado de tirar el puente del diálogo”.

La Iglesia gana espacios

Enrique López Oliva, católico y profesor historia de las religiones en la Universidad de La Habana, asegura que durante el gobierno de Raúl Castro la Iglesia ha conquistado grandes espacios. Fotos: Raquel Pérez

López Oliva asegura que “el sector más negociador de la iglesia  domina el Episcopado Católico, ha habido una renovación con gente joven, gente que quizás no sufrió  o no participó en el conflicto iglesia estado de las décadas del  60 o 70”.

Según el profesor la Iglesia aspira a que se le abra el acceso a la educación y a los medios de prensa, “pero ya poseen la única revista independiente de crítica política de Cuba, Espacio Laical, en la que escriben académicos oficiales, críticos y de la iglesia”.

Además “el seminario de San Carlos y San Ambrosio se ha convertido en el centro de diálogo  Félix Varela de la Cultura, donde se reúnen para debatir problemas nacionales figuras de la revolución, voces de la iglesia e inclusive algunos opositores”.

Estos espacios son importantes para el clero porque “la iglesia ha perdido muchísimos fieles en Cuba, tú vas un domingo y las iglesias católicas están semi vacías o vacías, mientras que en los templos pentecostales la gente no cabe dentro”.

Arde la disidencia

El disidente Osvaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, afirma que la voz de la iglesia ha sido secuestrada por quienes pretenden darle un voto de confianza a Raúl Castro. Foto: Raquel Pérez

Durante los últimos años la IC tomó distancia de los laicos opuestos al gobierno, como es el caso de Osvaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación. Además cerraron la revista Vitral, dirigida por el también disidente Dagoberto Valdés.

Payá aseguró  que el acercamiento al gobierno es promovido por los “laicos que dirigen las revistas (Espacio Laical y Palabra Nueva). Tienen posiciones de mucha influencia y cuentan con el apoyo del Cardenal (Jaime Ortega)”.

Agrega que “ha sido capturada la voz de la iglesia por esas publicaciones y de manera abierta y directa emiten posiciones políticas de apoyo al gobierno, que no comparte la mayoría del pueblo de Dios en Cuba, los no religiosos, laicos, obispos y sacerdotes”.

“Yo soy parte de esta comunidad, Jaime es mi pastor, lo respeto y quiero pero hay criterios políticos que no comparto. Han propagado la doctrina de que hay que darle un voto de confianza a Raúl, apoyar los cambios. Eso es tomar una posición política desde la iglesia”.

El diálogo con Raúl Castro

El Obispo Juan de Dios Hernandez es Licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Maestro de novicios de La Compañía de Jesús, director espiritual del seminario y del Centro de Espiritualidad.

El obispo Juan de Dios Hernandez confirma que la Iglesia participa del diálogo y aspira “a un espacio en los medios de comunicación más sistemáticos” y también a “una posibilidad en el ámbito educativo”, es decir volver a tener escuelas católicas como antes de 1959.

El Obispo Juan de Dios Hernandez es Licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Maestro de novicios de La Compañía de Jesús, director espiritual del seminario y del Centro de Espiritualidad.

“Todo espacio que la Iglesia logra en este diálogo es un espacio también para el pueblo, desde la fe evidentemente. No hubiera sido posible la salida de los presos (políticos) sin ese diálogo y tampoco hubiese sido posible el indulto de dos mil y pico de presos (comunes)”, nos explica.

El obispo participó en encuentros con el Presidente Raúl Castro y lo describe como “una persona muy directa, de agenda y de puntos concretos, no da vueltas, tiene un concepto operativo de la vida, con una gran sentido de eficacia, trata de que las cosas salgan y que no se queden en puro discurso”.

A las críticas de la disidencia, El Obispo responde que la Iglesia se niega a “afiliarse a una realidad de manera total porque ya eso por sí mismo la hace excluyente y si algo no puede ser la iglesia es excluyente. Por el contrario debe educar en la pluralidad, en la diferencia y en el diálogo”.

One thought on “Cuba: diálogo Iglesia-Estado

  • No son mis palabras , pero si mi creencia “cuando los cristianos cooperamos con los comunistas, traicionamos la razòn , por la que Dios nos puso en el mundo de la polìtica”, que esta nuev ola de clèrigos progres, post.-CVII, imbuidos de no sè que suerte de simpatìa marxista, quieran pasar por alto el abismo doctrinal, moral e històrico, que nos separa legitimamente , de este antogònico, haciendo caso omiso , incluso a los sufrido en la historia reciente, es harina de otro costal. Pero habremos siempre “remembradores”, que no dejaràn que esas tristes experiencias se repitan a fuerza de repetir aquel dolor. Como la misa, Cristo muriò y resucitò, y eso se celebra, el sacrificio incruento de Cristo en la Cruz y su triunfo resucitando. Igual , no nos cansaremos de repetir, recordar y reafirmar quiènes son nuestros enemigos, para sì rezar por ellos, pero tambièn para cuidarnos de ellos, aùn cuando de los nuestros mismo, algunos con desvergonzada amnesia, los defiendan y pretendan trabajar con ellos. Aquellos se rien de ellos.

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