A imagen y semejanza

Fernando Ravsberg*

Durante décadas The Beatles estuvieron prohibidos en Cuba, hoy una estatua de John Lennon adorna un parque de La Habana que lleva su nombre. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES — Importantes intelectuales cubanos acaban de alertar sobre el contenido sexista y machista de algunas canciones difundidas masivamente en la isla, algo que al parecer el Instituto Cubano de Radio y Televisión no habría notado.

Seguramente en el ICRT estaban muy ocupados censurando el video clip del dúo Buena Fe, donde aparecen dos chicas dándose un beso en la boca, una imagen que al final aceptaron emitir a pesar de la carga “pecaminosa” que contenía.

Pero la emisión de canciones o video clips en Cuba también responde a una lógica de mercado, para nadie es un secreto que algunos grupos musicales pagan -en efectivo o con prestaciones- para que su música tenga una mayor divulgación a través de la radio y la TV.

Es en ese contexto que el Consejo de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC) denuncia que en Cuba “la música que conforma el entorno sonoro presenta lamentablemente una evidente carencia de valores que deriva en una amplia gama de vulgaridades”.

Sin embargo, la música y las letras de las canciones son un reflejo de la cultura y los valores de un pueblo o por lo menos de una parte de él. Y aunque fuera un virus inoculado desde el extranjero es evidente que en Cuba encontró su “caldo de cultivo”.

Es que la vulgaridad de las letras en las canciones estaba presente en la isla mucho antes de que llegara el reggaetón. Algunos grupos salseros cubanos ya habían allanado el camino, moldeando mentalidades con un doble sentido tan evidente como soez.

Promoviendo abiertamente la prostitución, la canción de una muy popular orquesta de salsa cubana recomienda a las muchachas acostarse con viejos para que estos las mantengan, les compren joyas, casa, coche y las lleven a las tiendas.

Llegan al extremo de decir que esa es la vida que las chicas tenían que tener, caricaturizando así los versos de Nicolás Guillén, el poeta nacional. No es reggaetón, no fue escrita por adolecentes, los medios la difundieron y los adultos la festejan.

El hecho de que tanta gente baile y cante esas canciones demuestra que algo no funciona bien en la formación de valores socioculturales. Pero la solución de un problema de esa magnitud no surgirá atacando los efectos sino las causas que lo generan.

El reggaetón es el ritmo más popular entre los adolescentes de Cuba. Foto: Raquel Pérez

La pregunta medular no debería ser ¿cómo las instituciones pueden impedir que los jóvenes oigan esas canciones? sino ¿cómo trabajar culturalmente para que los cubanos –sin importar la edad- rechacen las canciones machistas, sexistas o vulgares?.

Antes de culpar a los muchachos y muchachas, las generaciones que los preceden deberían asumir sus propias responsabilidades, las que cada uno tiene como gobernante, como intelectual, como artista, como maestro e incluso como padre o madre.

La cultura y subculturas de los jóvenes son producto directo de la formación que reciben, del sistema educativo de la nación, de la familia, de los libros que leen o de los que no leen, de las películas que ven y del poder de decisión que tienen sobre sus vidas.

La juventud es hija de su tiempo y de su entorno. Es allí donde hay que influir antes de imponer normas jurídicas, como las ya anunciadas por el Instituto Cubano de la Música. La prohibición solo servirá para victimizar esas expresiones musicales e inflamar la rebeldía de los adolescentes.

Un veinteañero me dijo que “poner trabas legales al uso de la música es una bobería como lo fue la prohibición de The Beatles en los 60”. Me recordó que la generación de sus padres ya demostró que la juventud no acata leyes sobre los “usos de la música”.

La sociedad debería preguntarse cuanto de esa chabacanería, sexismo, machismo y vulgaridad están presentes, de forma más o menos velada, en los criterios impuestos por anteriores generaciones en temas como el sexo, género, moda, arte, raza o tolerancia.

Los jóvenes necesitan más espacio social que prohibiciones. Y lo necesitan en la música, en el ballet, en el cine, en la literatura y en la política. Necesitan espacio para diseñar una nación con la que identificarse, que se parezca más a su generación y a su tiempo.

Una buena apuesta sería darles voz y voto para crear los valores éticos y estéticos que conforman el patrimonio cultural de la nación. Porque tratar de imponer una formación “a imagen y semejanza” de sus padres y abuelos es algo que no le dio resultado ni a Dios.
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(*) Publicado con la autorizacion de BBC Mundo.

9 thoughts on “A imagen y semejanza

  • Miren. Y con sinceridad.
    Si uno va a una discoteca a remenearse eso es lo que quiere oir. Enrique Iglesias en una disco a las 12 de la noche con eso de ““Tonight I am fu….ng you” tiene que ser asi y no la version limpia de “Tonight I am loving you”. No, a esa hora y lugar la version explicita es la que pega.
    Esa musica vulgar y sucia tiene su espacio, su publico y su momento. Es hasta necesaria. Pitbull, una maravilla, lo adoro, tremendo grosero. Pero hay que bailar y alegrarse. Generalmente hay estaciones que sabes vas a encontrar las versiones explicitas y las canciones vulgares. Y otras donde no. Igual los canales.
    De siempre han existido esas canciones (quizas no al extremo). Recuerden “Si me piedes el pescao te lo doy” “Quimbombo que resbala pa’ la yuca seca”.
    No se, me parece que el problema es mas de la centralizacion de la programacion en Cuba, de falta de canales y emisoras de adultos y para determinado publico, que de lo sucia que sean esas canciones.
    Mis hijos no puden tener canciones explicitas, pero eso hasta que cojan edad. Por eso hay canales, programas y emisoras que tienen prohibido.
    Yo si las puedo escuchar, soy adulta. Igual otras cosas que son de adultos.
    Nota de la ridicules: Cuando uno entra a Cuba tiene que declarar en aduanas si lleva material pornografico. LOL.

  • jajajaja El comentario anterior, muy interesante. Opino de manera similar, lo que sucede en Cuba es cuestion de espacios, se han monopolizado gubernamentalmente, producto de lo cual cada cual no consigue lo que anda buscando en la cantidad y con la accesibilidad que quiere. Es cierto lo que se dice en este articulo, prohibir es solo la punta de un iceberg que nadie quiere. En realidad debe atacarse estas cosas de otra forma, me gusto mucho el enfoque del articulo.
    Otro asunto importante, se esta hablando de regular mediante leyes la exposicion de esta musica, se habla del regueton como principal causa, entonces ahi pasa el momento y nadie dice nada, entonces despues de impuesta la ley veran como la misma servira igualmente para meter en el mismo saco musica de contenido radical o critico, hablo de Frank Delgado, Carlos Varela, Erick Sanchez, y los Aldeanos, en algun que otro momento Buena Fe. Hay que pensar profundamente si mas restricciones es lo que se necesita en Cuba. Porque la verdad es que por la Radio no ponen para nada tanto regueton sucio como el que los intelectuales les gustaria creer.
    Yo soy joven, y es verdad que algunas letras me chocan cuando las escucho, pero las bailo, para todo hay su momento y su lugar. Que se acaben ya las prohibiciones y los redondeos absurdos, quieren que seamos cultos, dennos acceso a internet, dejen a las personas que lean todos los libros que deseen leer, y entonces hablemos de cultura.

  • Todo lo anterior es cierto, pero tambien hay que anadir la carencia de valores que tiene la sociedad hoy en dia, o mejor quizas, la sustitucion de estos por otros como: si tin tiene(material) tin vale.

  • jajaj…en cuanto a la cancion q usa fernando no era el mejor ejemplo…..pq temba no es lo mismo q viejo……
    en cuando a la vulgaridad de las letras d ereggeton y salsa…100% de acuerdo….cada cosa en su lugar y momento….en cuanto a lo q plantea Mercedes….es muy raro ver una de esas canciones..por lo menos la d eun contenido mas fuerte por la radio y la tv cubana…..y me disculpa ella..pero parece q ya no conoce la realidad cubana…..pq la mayoria de esas canciones son edidatas,grabadas y producidas por disqueras independientes q abundan por toda la isla…..muchas veces casi al borde de la legalidad…..y se pasan d emano en mano y de memoria en memoria las copias de los temas….

  • Esta que se la compren otros…”que se les escape a los sensores del régimen estas “chusmerias”…es a , porque la chusmización, es un proceso lógico y necesario de la revolución. Los hombres libres y cultos, no bailarían, que digo bailarían, no tendrían entre sus gustos esas preferencias estéticas…muy bajas por cierto,y hombres cultos , son hombres libres, que piensan, algo que no les conviene…”Lo conveniente es la cultura del asere “,. Y esa ha sido, una política del régimen, destruir la supuesta “cultura burguesa” , una necesidad que se impuso la revolución, destruir lo bello y refinado.
    La revolución, desde el principio, fue una alteración, una nivelación por lo bajo. La chabacanería que siempre había existido como una conducta marginal adquirió, de súbito, predicamento. Con el éxodo de la clase alta, tan denostada en la prensa comunista, se perdieron los modelos de refinamiento que ésta proponía y que todo el mundo imitaba (Vicente Echerri ).

  • Vulgaridad existe en todo el mundo y asi sera siempre pues todo el mundo no es igual. Hay clases sociales diferentes que se originan por su capacidad economica, cultural y politica y cada clase buscara en la vida lo que mas le convenga. De seguro nadie vera a miembros del Comite Central o su familia en una fiesta vulgar y chusma, con musica de la que aca se critica, como de la misma manera Mercedes arriba dice que la letra tiene que ser mas vulgar a media noche porque es “la que pega”. Yo estoy seguro que en esa segunda Cuba, la que casi nadie ve y de la que casi nadie sabe, no se oye esa musica, se siguen apreciando las pinturas de Portocarrero y Cabrera Moreno, el Havana club de 7 años, la buena musica , las guayaberas de hilo y los coctelitos de camarones, mientras que el populacho afuera se faja por agarrar una guagua para llegar lleno de sudor a un acto publico a bailar ese regeton acompañado de un trago de chispa e’ tren y un pedazo de pizza,enseñando partes corporales que de ninguna manera el gobierno podra prohibir. el dia en que todos tengan su espacio y sus posibilidades, lo chabacano y el mal gusto se iran solitos o sera propiedad de un grupito minoritario. No por gusto tenemos a una poblacion bien instruida. Y educada?

  • No, Mr. ReyHavana, no tenemos una población bien educada. Tenemos una población bien instruida en repetir sandeces. ¿Recuerdas el muro entre Australia y Estados Unidos? jajajaja…

  • No le resto ni un apice de verdad a su comentario. Y ahora que brote la pila de chovinistas con el discurso de la gorda educacion de esta sociedad nuestra.

  • Tenemos una poblacion educada en repetir slogans.

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