Viaje a la inversa con Antonio Rodiles del Estado de SATS

Por Alfredo Fernández

HAVANA TIMES, 2 nov. — Cuando se está frente a Antonio Rodiles, codirector junto a Jorge Calaforra del proyecto de Estado de SATS, la sensación de que se conversa con alguien fuera de lo común es imposible que se aparte de uno, basta saber que Antonio es de formación físico, y que en los últimos años ha residido en el Distrito Federal de la Ciudad de México así como en Tallahassee Florida donde también estudió y trabajó.

De manera categórica, de Antonio se puede decir que es un cubano que se adelantó en volver, o sea, Antonio hasta hace muy poco era uno de esos tantos cubanos que hoy desandan por el mundo, y que una vez terminado el “estado de excepción” que vive Cuba regresarían a rearmar la nación, o simplemente a vivir en su país, solo que no quiso, o no pudo esperar más, Antonio se vino a Cuba, a no dudar, a ser parte del cambio.

Resulta que Antonio, en su regreso anticipado, se ha volcado a dirigir un proyecto “ilegal” que intenta pensar o mejor dicho, “repensar a Cuba,” y valga la pena el proyecto, pues resulta que está vez, esto se hace sin mediadores –oficiales- que “traben,” una vez más, el fluir de las ideas. El hecho concreto es que Estado de Sats, contra viento y marea, no sólo funciona, sino que funciona bien.

De manera que cuando al atardecer del sábado 23 de octubre llego a casa de Antonio G. Rodiles para entrevistarme con él alma del Estado de SATS, lo hago con la suerte de tomarme un té bancha –la infusión de los macrobióticas- delicadeza de la coterránea Ailer González (santiaguera), actriz del proyecto de teatro playback Cuerpo Adentro, quien también participa junto al proyecto OMNI, el productor Hugo Torres y otros colaboradores ocasionales, en esa aventura artística intelectual que es Estado de SATS.

HT: Antonio, ¿De dónde surge el nombre Estado de SATS”?

Antonio Rodiles: El nombre de Estado de SATS surge de una propuesta de la actriz Esther Cardoso, a quien Jorge Calaforra, Evelyn Quesada y yo habíamos ido a ver para que nos facilitara su espacio de Casa Gaia y realizar allí aquel primer evento de julio de 2010. Estábamos pensando en un nombre para el proyecto, y yo como físico me inclinaba por algo relacionado con la resonancia, algo que recogiera ese estado en que todos empiezan a mirar y a pensar en una dirección similar.

Entonces Esther nos habló del Estado de SATS, término usado en el teatro para describir el momento previo a la salida del actor a escena. Es el instante en el que se concentra toda la energía para explotarla en el escenario, para concretar al fin, aquello por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo.

HT: ¿Cuando concibes la idea de hacer un proyecto de este tipo en Cuba?

AR: Estuve viviendo fuera de Cuba desde 1998, vine al país para las navidades del 2007, por entonces hacía ya cinco años que no venía a La Habana, durante esa visita me di cuenta  que algo se podía hacer para cambiar nuestro país.

Resulta que cuando vivía aquí frecuentaba la casa de un amigo, Gabriel Calaforra, quien fue profesor de arte asiático del ISA (Instituto Superior de Arte), él en su casa todos los lunes desde 1996 celebra algo llamado “The Monday Club” un proyecto que en un principio consistía en reunirse los lunes para aprender idiomas, pero luego se amplío hasta convertirse en lo que hoy es, un centro de reuniones. Conocía al profesor Calaforra desde el año 1990, y al regresar retomé el contacto con su espacio.

En casa de Calaforra los jueves comenzamos a proyectar videos, documentales y películas. Esta experiencia de intercambiar con la gente, me hizo pensar que sería interesante hacer un festival donde personas de las más diversas tendencias intercambiaran sus ideas sobre cómo debía ser Cuba. A esta idea, se sumaron los amigos Jorge Calaforra – hijo de Gabriel Calaforra y actual codirector de Estado de SATS- y la también amiga Evelyn Quesada.

Como dato interesante te puedo decir que, ninguno de los tres en ese momento vivíamos en la isla, de hecho Jorge aún vive en Polonia y Evelyn en aquel entonces se encontraba viviendo en Jamaica. Los tres conversábamos por Skype acerca de lo que queríamos hacer. Esa idea surgió alrededor del otoño del 2009, luego los tres coincidimos en diciembre en La Habana y comenzamos a trabajar de  lleno en el evento de julio de 2010.

HT: En general los físicos y los matemáticos conciben el mundo de “las ecuaciones y los teoremas” como la cima del pensamiento, a tal punto, que si bien no desdeñan del todo a las ciencias sociales, si las consideran como un genero “menor” del mismo, y teniendo en no pocas ocasiones a la política como algo verdaderamente desdeñable, receptáculo de gente de baja categoría y de aspiraciones mezquinas.

Mi pregunta en cuestión es ¿por qué haces el viaje a la inversa, vuelves a una Cuba de la cual muchos se van, más si en México no te iba para nada mal y por qué hacer ahora, en las condiciones actuales, una renovación del pensamiento cubano que no es otra cosa, que una reforma política?

AR: Oye Alfredo permíteme rectificarte eso de que los físicos “desdeñan” a la Ciencias Sociales, eso fue quizás hace un tiempo atrás, ahora no, eso ha cambiando. Ahora los físicos se interesan por la Ciencias Sociales, se interesan por la economía, te puedo decir que yo como físico trabajaba en Teoría de Cuerdas, una física muy teórica, incluso llegué a hacer un master en matemáticas, cuando descubrí la Teoría de la Complejidad en la que trabajaban físicos como Gell-Mann –Premio Nobel- quien hizo la Cromodinámica Cuántica y el modelo de Quarks.

Existen institutos como el de Santa Fe, un centro de los más importantes del mundo dedicado al estudio de la Complejidad, donde también trabajan equipos multidisciplinarios e incluso transdisciplinarios con matemáticos, biólogos, químicos, economistas etc. De ahí que las Ciencias Sociales y la Política, hoy le resulten más apasionantes a los físicos y matemáticos, ya que ahora se pueden hacer modelajes que unos pocos años atrás eran impensables, en un terreno que estaba prácticamente restringido a sociólogos y  politólogos.

En cuanto a tu pregunta de por qué hago “el viaje a la inversa”  creo que es necesario en estos momentos viajar y poder intercambiar con amigos de otros lugares, estudiar y trabajar fuera del país, conocer como se mueve y desarrolla el resto del mundo, pero también creo que no todo el mundo está diseñado para vivir fuera de su país por siempre, y yo soy uno de los que no puede vivir fuera de Cuba para toda la vida, yo quiero vivir y envejecer en Cuba.

El único impedimento que tengo para ese deseo es común para muchos cubanos, resulta que llegas aquí y te encuentras con un país que no te ofrece las mínimas oportunidades, hablo de oportunidades en todos los sentidos, no sólo las económicas como quiere hacernos creer el gobierno.

Pues el ser humano no está seccionado en lo económico, lo existencial, y lo político, no, el ser humano es un ente unitario, es una totalidad, y si tú no tienes libertad en lo político, entonces mucho menos la tendrás en lo económico, de ahí que aquí la falta de libertad se extienda a todos los niveles de la vida, y de ahí que te falte  de todo. Eso fue lo principal que me di cuenta al regresar. Esta es la realidad de mi país, y es la realidad que estamos tratando de cambiar a través de Estado de SATS.

HT: Tu proyecto debutó con un evento en julio de 2010 en la casa “Gaia” que hoy muchos lamentan no haber asistido (me incluyo), desde entonces, no has podido acceder a otros espacios, lo cual no ha sido un problema para el proyecto, pues tu propio hogar es el sitio donde se celebran los encuentros de Estado de Sats. ¿Has recibido algún tipo de censura o amenazas por las reuniones que cada 21 días celebras en tu casa?

Hace alrededor de una semana publicamos un escrito en Internet con una relación de algunas de las cosas (no todas) que han sucedido alrededor del proyecto, como por ejemplo; la amenaza (ya cumplida) de la Seguridad del Estado de retirarme el Permiso de Residencia en el Extranjero (PRE), hasta advertencias y amenazas a los participantes del publico, donde la Seguridad del Estado le ha dicho que no asistan más a Estado de SATS porque es un espacio disidente, o las detenciones por horas de la economista Karina Gálvez y el historiador Manuel Cuesta Morúa, para que no pudieran asistir a los encuentros en que participarían como panelistas.

También te puedo contar como experiencia, que en una ocasión cuando se acercaba un encuentro, coincidí en la calle con una persona que había asistido a uno anterior, por lo que me  acerqué para invitarla, a lo que esta persona me respondió ríspidamente que no asistiría, pues según ella, no asistiría más “por lo que se estaba convirtiendo el espacio.” Oye, Alfredo te digo que me encogí de hombros y le pregunté ¿en qué se estaba convirtiendo el espacio?

En Estado de Sats se respetan todas las opiniones, y todo el que participa lo hace sin invocar a la violencia y sin ataques personales contra nadie, las puertas están abiertas para todos a los encuentros que aquí celebramos cada 21 días. Lo que estamos haciendo aquí en mi casa, con la ayuda de los amigos de OMNI, Cuerpo Adentro, Jorge Calaforra, Hugo Torres y otros, créeme que no tiene nada de particular, esto sucede en decenas y decenas de universidades de todo el mundo, es algo absolutamente normal, intentamos que haya un intercambio completamente abierto y sin censura entre las  diferentes partes.

HT: Desde tú percepción ¿Qué posibilidades reales ves de un cambio significativo en Cuba a corto plazo?

AR: Bueno eso es difícil de predecir, aunque si pienso que la sociedad cubana está cambiando bastante, y está cambiando en todos los sentidos. Siento que este cambio va desde los artistas, hasta los cuentapropistas, la gente necesita tener independencia en su vida, necesita desenvolverse lejos de un Estado que todo el tiempo te quiere controlar.

En cuanto al gobierno, aunque éste haya “reconocido” públicamente que se necesitan cambios, no está planteando los cambios reales que necesita el país. Siento también que se ha ido quedando sin capital humano, se ha hecho rodear, por sus intereses, de personas que llevan casi cincuenta y tres años diciéndole a todo que sí, y eso sólo pasa cuando uno se hace rodear de grandes oportunistas, o bien, de personas sin la capacidad de generar algo nuevo.

De manera que ahora mismo el Gobierno cubano no puede contar con un capital humano  importante, que es fundamental a la hora de cambiar el país, si es que realmente desean cambiarlo. Por otra parte el país está en bancarrota y las alternativas que ha ofrecido para salir de la crisis son paliativas y no resolverán nada.

Si te acuerdas del último Estado de SATS celebrado con la participación del poeta Juan Carlos Flores, éste hablaba de cómo mucha gente aquí ha tenido que “postergar sus vidas,” sus sueños, sus ilusiones y todo para nada, soy de la opinión que en Cuba es cada vez mayor el número de personas que no están dispuesta a seguir postergando su vida.

Habría que conversar con ellos para saber bien en detalles qué es lo que rechazan.  Es evidente que si abres ahora mismo la inversión, de golpe, en las condiciones actuales, entonces los cubanos de aquí adentro estaremos en franca desventaja ante los que viven en el exterior.

Creo que hay muchas posibilidades de hacer esa apertura, se pueden usar muchos mecanismos para que la gente que reside en el país pueda realmente equiparase con los que vengan a invertir desde fuera, se puede quizás cobrar impuestos más baratos a las personas que inviertan a través de un residente en el país, en fin hay muchas variantes que se pueden poner en práctica.

Lo que sí está claro es que no se puede prescindir de la inversión de los cubanos que viven fuera, esa inversión va a ser extremadamente necesaria, eso fue lo que levanto economías como la de China o de Vietnam.  En principio eso ya ocurre, aunque a otro nivel, pues muchos de los cubanos de a pie viven de las remesas, que no es otra cosa que una inversión directa.

Por otra parte a la gente que más le interesa Cuba es a los cubanos, te repito que esa inversión es súper necesaria para el futuro del país, sólo que para que se haga a gran escala hay que crear mecanismos efectivos para que los cubanos de dentro no se queden a la zaga.

Ahora, lo que me parece muy peligroso es que se están haciendo acuerdos económicos con otros socios, dejando fuera a los cubanos, incluso a los de adentro, lo cual a la larga será fatal.

HT: En tú opinión ¿Cuál es el modelo económico, político y social que crees más conveniente  para Cuba?

AR: Yo soy partidario de aquel modelo político que tenga como prioridad la libertad del individuo, entonces no importa cuál sea la denominación del gobierno, sólo que este tenga al ciudadano por encima de todas las cosas, de ahí que creo que lo primero que debe pasar en Cuba es que los ciudadanos recuperen todos sus derechos, todos tienen que volver a tener sus derechos políticos y económicos, eso es lo principal que tiene que pasar aquí.

Por supuesto, también habrá que evitar con leyes que los derechos de unos avasallen a los otros, aunque eso es una realidad que ocurre en cualquier sociedad contemporánea. Lo principal es que el cubano pueda tener la capacidad de ser dueño de sus propios bienes y que los pueda usar, que pueda comerciar con ellos, que el Estado funcione más como un árbitro y no como un ente que controla toda la sociedad.

Esa visión totalitaria que tiene el Estado cubano es muy arcaica, por eso, te digo que el punto fundamental en el nuevo modelo a instaurar en Cuba debe ser el de la libertad individual, una libertad, donde se evite el monopolio y la competencia desleal en todos los ámbitos.

Soy de la opinión de que hay muchas experiencias exitosas que se pudieran revisar a la hora de hacer cambios en Cuba.

HT ¿Y que tipo de nombre le pondrías a ese nuevo gobierno que quieres para Cuba, liberalismo, socialismo, socialdemocracia, etc.?

AR: Mira, yo soy más partidario del liberalismo, si bien es cierto que el liberalismo actual es diferente al liberalismo clásico del siglo XIX.  Te pongo un ejemplo típico, Wikipedia, ¿con que visión ideológica la asocias?, si te das cuenta no es nada fácil hacer una taxonomía de este espacio en la Web.  Este sitio es producto de una economía de libre mercado y a la vez tiene una proyección en lo social lo que hay que darse cuenta es que esa manera de mirar la sociedad donde hay visiones completamente desconectadas, es una visión que va quedando cada vez más en el pasado.

Esa sociedad que quisiera para Cuba, es una que resulte de muchas visiones mezcladas, aunque el punto común donde confluyan deberá ser la libertad individual, donde siempre la persona tenga todas las libertades para hacer su trabajo.  Creo que ese modelo debe funcionar, hay quien dirá que esa es una versión socialdemócrata que toma elementos del liberalismo, hay quien dirá que es liberal con elementos de social democracia, aunque ya te digo, me es un poco difícil en la coyuntura actual enmarcar con un solo adjetivo lo que deseo para Cuba.

HT: Antonio ¿te consideras; un disidente, un opositor, un libre pensador o intelectual difícil?

AR: Mira, en un encuentro de Estado de SATS, que le dedicamos a los Proyectos independientes, el organizador del proyecto Talento Cubano, Adrián Monzón, ante la misma pregunta dio una repuesta muy ingeniosa.  Él dijo que se consideraba un emprendedor que cuando trataba de realizar su proyecto se encontraba con una oposición que le impedía desarrollarse.

Yo en lo particular te digo, que me considero un opositor de todo lo que tenga que ver con el  totalitarismo y que intente controlar la individualidad, aunque la verdadera oposición, para mí, es la que está ejerciendo el gobierno, al no dejar al individuo posibilidades para desarrollar su talento y potencial.

El sistema durante muchos años ha construido una forma de control que evidentemente no funciona.  Aquí en Cuba no procede, como tampoco ha procedido en el mundo árabe, sino, quien le iba a decir al Gadafi hace un año atrás que iba tener un final tan ridículo, un hombre que solía comparar a sus opositores con “ratas de alcantarillas” y mira como terminó.  Volviendo a lo que te decía, en el fondo aquí en Cuba lo que se contrapone es que el Gobierno quiere tener el control total sobre individuos que son libres por antonomasia.

Para mi la esencia es, ¿dónde está el poder?, ¿en los individuos, en el monopolio de un grupo, en el Estado?  Creo que mi posición al igual que la de muchos ciudadanos es la natural, creo que en ese sentido el Gobierno es el verdadero opositor de las libertades y derechos individuales.

HT: ¿Cómo te imaginas a la Cuba de 2020, en caso de que puedas hacerlo?

AR: Yo la imagino próspera. Vamos a salir del hueco en que estamos más rápido de lo que muchos creen, aunque en esto mucho va a tener que ver lo que haga el Gobierno.  Hay riesgos que se minimizaran o no en la medida en que el Gobierno se muestre en condiciones de aceptar que se debe ir olvidando de ser el amo y señor de las vidas de los ciudadanos.  Si deciden continuar encerrados en su posición, entonces nos hará el camino más doloroso a todos.

Sin embargo de una forma u otra las cosas cambiaran, aunque por supuesto con un mayor esfuerzo. Hay mucho potencial en los cubanos dentro y fuera del país, muchas ganas de realizar sus proyectos y sueños. Una vez que se tenga libertad, el país cambiará positivamente.

HT: ¿No temes a las consecuencias de dirigir un proyecto así?

AR: Hace un tiempo atrás sí, ya en estos momentos el temor ha tenido que dejar de ser una opción, de lo contrario no pudiéramos avanzar mucho en nuestros planes.

Antonio Gracias por tus palabras.