Verdades y tabúes sobre la homosexualidad en Cuba

Osmel Almaguer

Angel Raicel Merencio Llanes

HAVANA TIMES, 15 marzo — Entrevista a Ángel Raicel Merencio Llanes (Ciego de Ávila, 20 años).  Estudiante de primer año de la Licenciatura en Lengua Inglesa en la Universidad de la Habana.  Ex miembro de la Compañía de Danza de Tony Menéndez.  De orientación Homosexual.

HT: Sabemos que históricamente las personas que gustan de su mismo sexo han sido discriminadas.  ¿Crees que en estos momentos hay una tendencia a eliminar esta especie de segregación social?

Angel Raicel Merencio Llanes: Sé muy bien que en el pasado las cosas eran bien diferentes para los gays.  Definitivamente en los últimos años se ha estado trabajando fuertemente en Cuba con el objetivo de eliminar la discriminación hacia los homosexuales.  Ahora podemos decir que tenemos un poco más de libertad para expresarnos socialmente.  Eso es muy bueno, porque aunque el taboo no se ha podido eliminar, hay gente abogando para que seamos tratados como los seres humanos que somos.

¿En tu opinión las conquistas logradas son suficientes para que una persona de diferente orientación sexual pueda integrarse armónicamente al resto de la sociedad?

AR: Está claro que no, aún falta mucho por hacer.  Todavía la gente te ve en la calle y te miran con esa curiosidad que incomoda.  La cosa se complica aún más para los que, como yo, tenemos una identidad de género que nos hace desear vernos como mujeres.  No es nada fácil tener ganas de pintarte los labios y ponerte un par de tacones para salir a la calle cuando sabes que toda la atención va a estar centrada en ti.

¿Aún así prefieres asumir ese reto? ¿Por qué?

AR: Por supuesto.  No creo que vivir con una careta toda la vida sea precisamente una forma de ser feliz.  Ser homosexual me ha traído muchos conflictos; pero puedo afirmar con toda seguridad que si hay algo que realmente me hace sentir orgulloso es que estoy siendo sincero con el mundo y conmigo mismo.  No se puede quedar bien con los demás si antes no se está en paz con uno mismo.

¿Qué crees entonces de los que escogen sacrificarse manteniendo su identidad oculta durante toda la vida?

AR: Que tienen mucho miedo.  Hay que ser muy valiente para gritar al mundo que se es diferente.  Yo le doy gracias a la vida por haberme dado la fuerza.  Pienso que se deben respetar las decisiones de las personas y tratar de entender la forma en que cada cual elige vivir.  Por otra parte, a los que llevan una doble vida, un día, como casi siempre suele ocurrir, la verdad puede abrírseles paso y entonces, muchas personas saldrían lastimadas.

¿Ha representado un obstáculo tu condición a la hora de relacionarte en un círculo de amistades o de compañeros?

AR: Hasta ahora, creo que me puedo considerar afortunado.  Para ser sincero, desde que puse el miedo a un lado y decidí asumirme tal como soy, me es mucho más fácil hacer amigos.  Parece una ironía, pero antes, nunca tuve ni siquiera un amigo del sexo masculino.  Ahora sí.  Todo depende de la forma en que seas capaz de demostrarle a los demás los verdaderos sentimientos que te definen como ser humano, eso es en realidad lo que cuenta.

Entre los tabúes a los que te referías al principio, están esos mitos, por llamarle de alguna manera, que etiquetan a los gays como seres habladores, envolventes, etc., ¿cuánto crees que haya de cierto en esas opiniones?

AR: Todo es relativo en la vida.  Tal vez haya algo de cierto en eso, no quiero ser absoluto.  Pero las mujeres se pasan la mayor parte del tiempo, cuando no hay hombres alrededor, dándole a la lengua, y a casi todos los gays les gusta andar con mujeres.  Las mujeres y los gays son muy buenos amigos.

¿Consideras al machismo y a los machistas como enemigos de los homosexuales? ¿Por qué?

AR: No necesariamente.  Por experiencia propia puedo decir que muchos de los hombres que se las dan de machistas en público, simplemente están tratando de aparentar todo lo contrario a lo realmente sienten en su interior.  Hay muchos bisexuales machistas.

Desde hace algún tiempo el gobierno revolucionario, en la persona de Mariela Castro Espín (directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba) ha tomado posiciones enérgicas en contra de la homofobia.  Muchas actividades de carácter público y masivo, así como diversas legislaciones, lo aseveran.  ¿Cómo valoras este trabajo?

AR: Si en Cuba se otorgara el Premio Nobel por la Paz, yo se lo entregaría a Mariela.  Ella ha sido como el motor impulsor de una batalla que pudo haber parecido imposible.  Para ella todo mi respeto y admiración en nombre de todas las personas por las que ella ha levantado su voz.  Que bueno también que nuestro gobierno haya estado dispuesto a escuchar y ser parte de esa transformación tan necesaria.  Los homosexuales somos parte de esta isla, y como tal merecemos ser tratados, sin importar nuestra orientación sexual.

Si tuvieras la oportunidad de sentarte junto a Mariela, para pedirle o sugerirle alguna cosa, ¿qué le dirías?

AR: Primero le daría las gracias.  También le pediría que me ayudase a hacer realidad mi sueño de cambiar de sexo, y además le sugeriría que nunca deje de luchar por nosotros, la necesitamos.

Y si, en lugar de encontrarte sentado junto a Mariela, te fuera otorgado un poder ilimitado, digamos, como el de Dios, ¿en qué lo emplearías?

AR: Convertiría el mundo en un lugar más feliz para todos, no sólo para los gays, sino para todas las personas que necesitan ser escuchadas.  Trataría de hacer entender a todos que somos de una misma raza, todos somos seres humanos y merecemos respeto y comprensión.

2 thoughts on “Verdades y tabúes sobre la homosexualidad en Cuba

  • Este articulo no hace mas que confundir. Este muchach@ no es gay, no es homosexual.
    Es TRANSEXUAL, que es algo muy diferente. Un homosexual es alguien que tiene preferencia por las personas de su mismo sexo, pero que está contento con el sexo que le tocó. El quiere ser mujer, entonces, le gustan los hombres porque se siente mujer, no porque sea homosexual. Creo que hay que tener un poquito de responsabilidad y cuando se publica un artículo sobre este tema, estudiar un poquito o informarse mejor.
    Si no, sólo contribuimos a la confusión y a la exclusión.
    Por otra parte, hay preguntas mas interesantes que no le hicieron: se dice que estudia en la Universidad, va vestido de mujer a las clases? se lo permiten? com o reaccionaron los profesores? y los alumnos?

  • Hoy he visto con asombro una entrevista que ni siquiera recordaba.Hoy ya no me visto de mujer,pero por dentro aún me siento como tal.Y si, efectivamente cuando comencé en la Universidad tuve la dicha de contar con el apoyo de los profesores y estudiantes de mi Facultad, jamás me sentí discriminado(a).Me gustaría ser una inspiración para los que se sienten diferentes y viven con temor de expresar libremente su verdadero yo.

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