¿Una cochiquera en la calle San Nicolás de La Habana?
Por Ivett de las Mercedes
HAVANA TIMES – La iglesia de San Judas Tadeo, sita en la calle San Nicolás, del municipio de Centro Habana, sufre, como muchas otras instituciones, la indolencia social y estatal. En estos momentos, en una de sus esquinas crece un vertedero. Dalia Echemendía, una de las vecinas de la barriada nos comenta de esa penosa situación.
HT: ¿Cómo se formó ese vertedero?
Dalia Echemendía: No tengo la fecha exacta, pero puedo asegurarle que hace algo más de un año la basura comenzó a crecer, y no hablo de simples desperdicios, aquí tiran de todo: tazas de baño, escombros, maderas, animales muertos, jabas repletas de heces, y cualquier tipo de tareco. ¿Sabe usted cuánto daña eso la imagen de la iglesia?
Imagínese que cada 28 de octubre acuden aquí creyentes de todo el país a rendir sus respetos a San Judas, apóstol de las causas perdidas, sume a eso los devotos que acuden a diario a misa o a presentar sus ofrendas a los santos.
Por supuesto, para los creyentes esta es una ofensa imperdonable. Mi hija suele decir que esta situación tiene múltiples lecturas: ¿es acaso la institución católica una cochiquera?, ¿somos los fieles cerdos inmundos? Originalmente el colector se puso junto a la iglesia, ¿por qué? ¿Por qué no se puso en otra esquina?
HT: ¿Cómo afecta esa situación la vida de la comunidad?
DE: Dicen que el ser humano se acostumbra a todo, yo no lo creo. Vivir frente o alrededor de un basurero tiene consecuencias no solo para la salud física, también para la higiene mental y ambiental. Todo el tiempo nos acechan las moscas, el mal olor, una vive temerosa de las ratas que deambulan como si esto fuera su casa. Cuando llueve, la basura corre calle abajo, de más está decir que las alcantarillas están atascadas, pero para algunos niños es día de fiesta, fíjese a dónde llega la ignorancia, la indiferencia y despreocupación de esos padres.
HT: ¿Por qué los niños actúan así?
DE: Bueno, puede ser debido a la urgencia del vivir en esta urbe. Algunos padres tienen que salir a “luchar”, como se dice, el pan de cada día, también está la apatía que va ganando terreno, además la inocencia de los niños les impide ver el peligro.
HT: Pero no solo los niños corren peligro
DE: No, todos los que vivimos en esta zona estamos expuestos. Creo que el primero es el llamado buzo que busca entre los desechos sin guantes, y a veces lleva en sus manos una jaba con alimentos. Va tocando todo lo que encuentra a su paso y contaminando a todos.
HT: ¿No han acudido a las autoridades para una posible solución?
DE: El tema está más que tratado en cuanta reunión de los CDR y rendiciones de cuenta se ha efectuado. Incluso el padre de la parroquia ha enviado cartas a distintas instancias y nada. Las respuestas han ido desde la falta de combustible para los camiones recolectores, hasta carencia de personal. Hace pocos días estuvo la televisión, tal vez la vergüenza de televisar el hecho a nivel nacional nos aporte alguna solución.
HT: ¿Qué sucede con los expendios de comida y productos del agro que están frente a la Iglesia?
DE: Bueno hablar de eso es más complejo aún. Primero, porque los trabajadores de esos negocios subsisten de esa actividad, segundo porque muchos son vecinos o amigos. Pero es un secreto a voces que vender algún producto en esos sitios es un riesgo.
HT: ¿Qué quiere decir exactamente?
DE: Si las ratas y moscas se pasean por el barrio ¿qué les impide hacer lo mismo en los kioscos? Es cierto que los trabajadores mantienen la limpieza y muchos de los productos están resguardados por nailon, pero es peligroso. En muchos hogares cubanos solo se hace una comida al día y, mientras, todos vamos merendado algo. Esa merienda se compra en esos sitios a donde acuden las mismas moscas que se posan en el vertedero
HT: Cuba es un país donde los medios mantienen informada a la población sobre los riesgos de contraer enfermedades, ¿esta situación no es contradictoria?
DE: Definitivamente. La prensa informa del peligro que supone violar las normas de higiene, pero es un círculo vicioso. Si no se recoge la basura del colector con la frecuencia que se necesita, ¿dónde los vecinos van a botar la suya? La realidad es que no la van a dejar en sus casas, tienen que sacarla afuera. Es complejo, Cuba no tiene infraestructura para enfrentar el problema, la indisciplina social y la negligencia estatal se han apoderado de nuestra ciudad.
HT: ¿Cuál piensa que pueda ser la solución?
DE: Creo que hemos llegado a un momento en que no valen las palabras, ahora hay que actuar como lo hacen en la mayoría de los países. ¿Que pueden poner multas si te ven tirando las jabas en la calle?, ah sí, pero antes tienen que garantizar dónde verter los desperdicios. Claro, que eso sería lo ideal. La realidad es que los camiones escasean, el combustible también y el personal que se encarga de esa actividad no es suficiente. Yo siento que estamos en un callejón sin salida. Aunque me gusta soñar con una ciudad limpia donde los niños puedan jugar bajo el aguacero sin temor a tropezar con un pedazo de botella o algún alimento en descomposición.
Conozco ese basurero, como tambien conozco otros basureros de la Habana, pero el de la Iglesia es un basurero patrimonial, no sé como las autoridades han permitido poner un contenedor en ese sitio, si sé que se han enviado cartas a varias instituciones, pero hasta ahora nada ha sucedido. Es penoso entrar a la iglesia y ver tanta basura, como tambien es penoso ver tanta basura regada en todas partes y sin saber hasta cuando…