Un cubano sobre ruedas
Por Yusimi Rodriguez
HAVANA TIMES, 8 dic — Conocí a Rodolfo tres días atrás, mientras tomaba fotos en el malecón. Me tomó por una extranjera y ofreció fotografiarme con su propia cámara: un ingenioso artefacto hecho con latas de cerveza Cristal vacías, un pedazo de madera, muelle, alambre.
Al activar determinado mecanismo, el lente se abre y deja ver resorte con la cara de un muñeco. Fue casi inevitable sonreír, al menos durante los primeros segundos. Rodolfo me hablaba desde su silla de ruedas.
Hace cinco años, a la edad de 48, tuvo un accidente en el que perdió ambas piernas. Era chofer de una empresa y lo enviaron a la provincia de Pinar del Río en función de trabajo. Chocó con un camión. Tuvo que retirarse temprano. Ahora, recibe 205 pesos en moneda nacional, mensualmente.
Pero Rodolfo no es un hombre digno de lástima.
Rodolfo: Esta cámara la hice yo. Vengo casi todos los días y le pregunto a los extranjeros si quieren que les tome una foto. Se divierten cuando activo el mecanismo que hace como si la cámara disparara y aparece el muñeco.
Me regalan dinero o alguna otra cosa, un bolígrafo, caramelos. Con 205 pesos al mes no se vive. Si te quedas en tu casa, nadie te lleva un pedazo de pan ni un plato de comida. Además, aquí me entretengo, conozco gente, hago amistades.
Vive en lo último de El Vedado. Se levanta temprano y se impulsa con su silla de ruedas hasta La Habana Vieja. A veces necesita ayuda. Algunos no se la dan; otros, la mayoría, lo ayuda con gusto.
Rodolfo: Hace poco, un testigo de Jehová me empujó desde la calle Infanta hasta 23 y 12. (Para los que no viven en Cuba, hay más de un kilómetro de distancia) Le dije que no tenía como pagarle el gran favor que me había hecho. Me respondió que le pagaría a Dios con mi bondad.
No se limita a satisfacer mi curiosidad y dejarme fotografiarlo. También me hace preguntas. Cuando le digo que hablo inglés y alemán, conversa conmigo en ambos idiomas.
Rodolfo: Hace poco, un alemán me dijo que si no le hablaba en alemán no me daría nada.
Ha aprendido frases de otros idiomas en su trato con turistas. Me supera, puede comunicarse en inglés, alemán, francés y japonés.
Pero su vida no se limita a venir al malecón a conocer turistas que le regalen algo, o solo conversen y se rían un rato con él.
Rodolfo: Toco con un pequeño grupo musical en Cojímar. Voy en mi silla de ruedas desde El Vedado hasta el Parque del Curita. Ahí monto el ciclobus que cogen las personas con bicicletas o motos para cruzar el túnel.
Todo comenzó porque iba a donde tocaba el grupo y les ofrecía a los turistas tomarles fotos con mi camarita inventada. Les hacía gracia y me daban dinero. Los músicos se dieron cuenta de que los turistas me daban más dinero que a ellos, entonces me incorporaron al grupo.
Me enseñaron a tocar el chekere, me aprendí algunas canciones. (Me canta un fragmento) Sin querer, me hicieron músico, aunque no soy profesional, por supuesto, pero me defiendo. Tocamos música tradicional, canciones como La Guantanamera, Comandante Che Guevara.
Los integrantes del grupo no cobran un salario. Pagan licencia e impuestos, como trabajadores por cuenta propia, y el permiso para tocar en el malecón de Cojímar. Obtienen sus ingresos de lo que les dan los turistas. Rodolfo, por ser impedido físico, está exhonerado del pago de impuestos.
El hombre aún puede sorprenderme.
Rodolfo: Este año participé en el torneo Marhabana por tercera vez.
HT: ¿Vives solo?
Rodolfo: Sí. Mis padres fallecieron. Una hermana que tenía, también. Tengo un hermano que vive en el extranjero. Pero de vez en cuando salgo con alguna muchacha para compartir y pasar un buen ratico. Tengo una novia en el muncipio Parcelación. (A muchísimos kilómetros de El Vedado)
Me confiesa que a veces despierta con miedo de morir y se entristece. Entonces, trata de animarse y sale a su lucha diaria, porque quiere vivir muchos años. Le aseguro que lo logrará. Se despide de mí con alegría.
Gracias por esta entrevista Yusimí, ha sido interesante, corta y fácil de leer. Espero que los cambios que están emprendiendo el estado-partido cubano no se limiten a los negocios. los timbiriches, los campos de golf, los puertos para yates, sino también a la seguridad social y a los cubanos de a pie. Si esto no ocurre tendrán que lucharlo. Saludos desde el infierno.
Increíble. Alentador. Hermoso.