Rompiendo barreras poco a poco (II)

Yusimí Rodríguez

René Rodríguez
René Rodríguez

HAVANA TIMES — Realicé la primera parte de esta entrevista en el 2012, pocos meses después de conocer a mi entrevistado. Su pareja, mi amigo Michel, lo describía como homofóbico a pesar de que tenían una relación, y se quejaba de que nunca salían juntos. Lo acomplejaba ser visto con Michel, quien afirma no haber salido del closet porque nunca estuvo dentro, y vive orgulloso de su orientación sexual.

Sin embargo, mi entrevistado lo sorprendió un día con la decisión de mudarse con él; aquel fue el primer paso para romper una serie de barreras impuestas por los prejuicios ajenos. Y los propios.

Luego me sorprendió al concederme la primera parte de esta entrevista, aunque entonces no quiso que apareciera su nombre real y ocultó su rostro tras el de Michel. Esta vez, René Rodríguez, ha ido más lejos: no solo me permite usar su nombre, sino que muestra su rostro a la cámara sin miedo.

HT: Me asombra tu disposición para dejarte fotografiar. La primera vez no quisiste que apareciera tu nombre ni tu rostro. ¿Qué ha cambiado?

René: Hay más compenetración entre Michel y yo. Se me ha quitado aquel miedo, la homofobia.

HT: Sin embargo no le has dicho a tu familia. ¿Piensas hacerlo en algún momento?

René: Por el momento no lo tengo pensado. Si se enteran algún día, se enteraron.

HT: Por lo general, cuando la gente dice “fulano es hombre” quiere decir que le gustan solo las mujeres y es completamente heterosexual. Un hombre que tiene relaciones con otro no es un hombre, en el imaginario popular. ¿Sientes disminuida tu masculinidad por tu relación con un varón, eres menos hombre?

René: Para nada. Soy tan varón como el más varón. No me considero homosexual, ni bisexual, ni heterosexual. Me considero simplemente varón. No creo en esas definiciones.

HT: ¿Pero en tus relaciones íntimas, asumes que él debe hacer el papel de mujer y tú de hombre?

René: Eso no tiene nada que ver. En una cama, o encerrado entre cuatro paredes pasa de todo, lo mismo entre dos hombres, dos mujeres, o un hombre y una mujer. La gente puede suponer: “ah, mira, este es el varón y ese es la hembra”, pero son esquemas. En el fondo no pueden saber qué pasa cuando las dos personas se encierran.

HT: ¿Y en la casa, a él, por ejemplo, le tocan las labores domésticas porque es más femenino, y tú, eres quien busca el dinero en la calle, porque eres el macho?

René: No me considero machista, aunque Michel dice que lo soy. Antes yo no tenía un trabajo fijo y vivía del invento: vendía esto o aquello, lo que apareciera. Tenía más tiempo libre lo ayudaba mucho en la casa: lavaba, limpiaba, hacía todo menos cocinar. Ahora tengo un trabajo fijo al que debo dedicarle más tiempo. Ahora, la verdad es que no tiendo ni la cama.

HT: Pero no te consideras machista.

René: No. Sé que él trabaja aunque se queda en la casa, pero yo trabajo más, a pesar de que son solo cuatro horas. Debo estar en la calle debajo del sol, empujando un carretón de pan, tratar con la gente. Llego aquí muerto. Hemos discutido varias veces por eso. Todas las amistades me apoyan a mí, dicen que tengo la razón.

HT: Hace meses lo dejaste por una mujer. ¿Sentiste miedo de estar convirtiéndote en homosexual, nostalgia de la vida que podrías llevar como un hombre heterosexual? ¿Extrañabas a las mujeres, la posibilidad de ser padre de familia…?

René: Lo hice más bien por tener un niño, Michel lo sabe. Fueron cuarenta días con esa mujer, de los que no me arrepiento, pero me di cuenta de que seguía queriéndolo a él y di marcha atrás. Gracias a Dios, él también me seguía queriendo y volvimos a estar juntos.

HT: Hace dos años te preocupaba salir con él, ahora los ven juntos en lugares públicos y él es un gay evidente, es difícil que piensen que son solo amiguitos. Además, vives aquí. Sus vecinos saben que eres su pareja. ¿Ya no te preocupa lo que piensa la gente?

René: La gente siempre va a hablar, pero ellos no me dan nada. Pueden decir lo que les dé la gana, al final yo voy a vivir mi vida. Se adaptarán o no, no me preocupa. Con mi familia aún no me siento preparado.

René Rodríguez
René Rodríguez

HT: Aunque salen juntos, nunca veo manifestaciones de afecto entre ustedes en público. ¿Te parecen mal que dos hombres vayan de la mano, se abracen o se besen frente los demás?

René: No me gusta ni con hombres ni con mujeres. No me gusta la abrazadera, el pegoste.

HT: Pero a una mujer le darías la mano.

René: Sí, lo he hecho.

HT: A un hombre, no.

René: No, hasta ahora no.

HT: ¿Por qué?

René: No sé, no tengo respuesta. No me llama la atención hacerlo. Aparte, vivimos en un país que aún tiene muchas barreras contra eso. Aunque uno se imponga en ciertas cosas, es mejor respetar… Si estamos en un ambiente gay, nos damos la mano sin problemas, vamos hasta abrazados, aunque eso no me gusta. Pero en la calle hay muchos frescos; siempre aparece uno que dice: “mira a este, dándole la mano a un hombre, qué es eso”. Mi carácter es un poco fuerte, y entonces, es mejor evitar problemas.

HT: ¿Piensas que es un mal ejemplo para los niños?

René: No lo creo. Los niños pueden verte besar a un hombre en la calle, o a dos mujeres besándose. Al final, cuando crezcan, lo que ellos sean no va a depender de lo que vieron, sino de lo que les nazca, lo que está en ellos.

HT: ¿Qué opinas del matrimonio homosexual?

René: Me parece bien. Así se le da más fuerza legal a la pareja y un cimiento más fuerte a la relación. Es más fácil para que las parejas puedan irse juntas del país, o para adoptar un hijo.

HT: La adopción aún no es legal en Cuba para parejas homosexuales. ¿De llegar a serlo, adoptarías un hijo, te casarías?

René: Casarme no, por el momento. La idea de un hijo me gustaría.

HT: ¿Adoptarías un niño con Michel?

René: Creo que no porque él no tiene paciencia y yo soy un muchacho más. Solo tengo veinticinco años, quizás dentro de diez, cuando sea más maduro, más centrado, con más tiempo para dedicarle a un hijo.

HT: Pero no tendrías reparos en criar un hijo con otro hombre.

René: Claro que no, no tiene nada de malo.

HT: ¿A la mujer con la que estuviste recientemente, le contaste que tenías una relación con un hombre? ¿Se lo dirías a una mujer con la que pudieras entablar una relación en el futuro?

René: No se lo dije a esa ni creo que se lo diría a otra en el futuro. La sociedad cubana actual ha cambiado mucho, la gente ha abierto más la mente, pero en algunas cosas todavía es difícil.

HT: ¿Crees que las cubanas no están preparadas para aceptar algo así?

René: Algunas lo están. Algunas incluso saben que eres gay y están contigo, pero son pocas. De cien, una. Vería esto como un pasado bonito, pero no se lo contaría.

HT: ¿Qué consideras más difícil en este país: ser homosexual o ser bisexual?

René: En este país es difícil ser todo.

HT: Más allá del futuro de tu relación con Michel, ¿cómo valoras su influencia en tu vida?

René: Muy buena. A cada rato le digo que es lo mejor que me ha pasado.

HT: Él me había dicho, y lo confirmaste hace un rato, que has empezado a escribir. ¿Eso está relacionado con él?

René: De muchacho, siempre me todo lo que fuera arte, el cine. Todo menos la pintura; me gusta verla, pero no pintar. Leía mucho antes. Aprendí con un tío. Empecé con novelas rusas. Leía mucho de niño. Después crecí, empecé a relacionarme con personas que eran delincuentes, todos están presos. Si hubiese seguido en ese mundo, quizás estaría preso igual. Cuando conocí a Michel mi vida cambió completamente, me entró como una paz espiritual. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.

HT: ¿Cómo ves tu futuro?

René: El futuro es incierto, nadie sabe qué va a pasar. Si dependiera de mí, quisiera que nuestra relación fuera eterna, pasara lo que pasara.

Aunque René afirma que no le preocupa la opinión de los vecinos, Michel me cuenta que lo tratan con afecto y lo respetan como a cualquier hombre.

 

8 thoughts on “Rompiendo barreras poco a poco (II)

  • Muy bonito que haya encontrado una relación que la hace bien. Y muy bueno que al menos ya el gobierno no persigue a los gays.

  • ¿Son ideas mias o esta historia se complementa con la de Warhol?

  • Muy bonita historia y admiro la valentía y sinceridad de René. Ha encontrado su lugar en la vida y empieza a defenderlo en una sociedad que no es la más homófoba del mundo, pero sí que aún tiene demasiados prejuicios hipócritas. Es joven y trabajador reconoce su pasado delincuente y lo critica. Quizás no sea el más feliz de la isla, pero su nueva paz interior se le sale por los cuatro costados. Parece que -de verdad- sólo el amor engendra la maravilla. !Qué sean muy felices!

  • Nada, pa’lante, y los demas que aguanten!

  • Con todo respeto a este tipo lo que mas me llama la atencion es su tatuaje del argentino extremista … bueno eso parece en la foto, si estoy equivocado perdonen….. si el argentino te hubiera agarrado en su epoca lo menos que te ponia era a cortar caña.

  • «No me considero homosexual, ni bisexual, ni heterosexual»…pero vivo con un homosexual, tengo sexo con un homosexual, amo a un homosexual…en fin, amo a una persona de mi mismo sexo. Es lo que yo digo, al LBGTI…etc, no le van a alcanzar las letras del alfabeto a este paso. En René es evidente el afán de autonegación, además de desconocer que definirse como «varón» no implica que no sea homosexual. Un «varón» puede amar a otro varón, que de hecho es lo que está haciendo él. Ganas de complicarse la vida y enredarle la pita a la entrevistadora.

  • Sabes?, Rene, que a lo mejor se lo tatuó por encontrarse «al hombre» interesante, como si yo me tatuara a George Clooney porque me gusta, no se..

  • Si. Aun se le ve a René su propia batalla interna. No creo que haya «salido del closet» completamente. Pero es una historia interesante, ojalá y se publiquen más cosas como ésta en el futuro ;)

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