Revolución cubana: victorias y defectos

Por Osmel Almaguer

HAVANA TIMES, Feb. 22 — Omar Almenabar Castillo es un teniente coronel retirado de 67 años y residente en el Reparto de Alamar, en Ciudad de la Habana.  Sirvió durante 50 años a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

De posiciones extremistas en defensa de la revolución, ha tenido cierta evolución en sus ideas, alcanzado cierto grado de objetividad a la hora de juzgar fenómenos como el de la Revolución Cubana.

Omar se gana la vida como plomero, pero también hace muchas otras cosas, como jardinería y plomería, pues en Santiago de cuba, su provincia natal, la mayoría de los hombres son obligados por la vida a aprender de todo, ya que el área de los servicios es muy limitada por parte de las empresas estatales.

El hijo de Omar se llama Ernesto, y trabaja como chofer en una panadería, pero no tiene muy buenas relaciones con su padre, de hecho hace meses que no tiene contacto.  Omar es casado.  Lleva más de cuarenta años de relación con su esposa Isabel, que es una persona bastante tímida y reservada.

Omar, ¿qué podrías decirme acerca del proceso revolucionario cubano?

La revolución cubana es un evento muy singular.  Al estudiar la historia de la humanidad y en particular de las revoluciones nos daremos cuenta de que ninguna revolución producida anteriormente se parece a la nuestra, con esa gran masa de campesinos y obreros tomando el poder.

Casi todas las revoluciones, como proceso de ruptura al fin, necesitan derrocar al régimen anterior, que no se deja quitar el poder así como así, por eso ocurren las luchas en las que generalmente se derrama mucha sangre.

La revolución cubana no ha sido la excepción, pero cuando llega al poder los enemigos de esta no son asesinados injustamente, sino que son llevado a los tribunales en los que reciben condena o no en dependencia de su culpa.  Jefes de la policía, etc., que cargaban sobre sus hombros muchas muertes de gente inocente, mucha sangre y mucha hambre.

Luego hubo que tomar determinadas medidas que hoy mucha gente las cataloga de erróneas, pero que yo considero que eran necesarias.  Entre estas podemos mencionar la nacionalización de las tierras y su entrega a los campesinos que la trabajaban.  El control por parte del estado de la industria, el fomento de la cultura y el deporte como derecho del pueblo, son innumerables…

Recordemos que este era un pueblo que había pasado mucho trabajo y hambre, y había que hacer notar rápidamente las diferencias entre un régimen y otro.  Por eso se brindan prebendas y gratuidades.

Los servicios de salud y la asistencia a los eventos deportivos, además del acceso a manifestaciones culturales como el teatro, el cine y los conciertos a precio muy bajo, otrora privativas de la burguesía.  En cuanto a política exterior podemos mencionar todo tipo de ayudas internacionalistas, médicas, militares, educativas, a países como Angola, Nicaragua, Etiopía.

Por muchos son conocidas las grandes ventajas de la revolución, ¿podrías enumerarme algunos errores que reconozcas?

El sistema socialista es relativamente nuevo, a diferencia del capitalismo, que lleva como 300 años de desarrollo.  El ser humano no es perfecto, y la revolución tampoco, no está  exenta de errores humanos, amén de que el socialismo sea mejor o no como sistema.

Considero que el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas de los años ochenta en Cuba era una copia mimética de lo que estaba sucediendo en la URSS, pero era realmente muy necesario que sucediera algo así, pues en las dos primeras décadas de revolución se cometieron muchos errores, que incluso hoy son reconocidos por el Estado cubano.

Entre ellos podemos mencionar la pretensión de convertirnos en un país industrializado, la represión a los intelectuales, homosexuales, la rigidez de las ideas y la acción, porque en esa época uno no podía estar poniéndose a inventar, pues podías ser tildado de contrarrevolucionario.

La crisis de los noventa trajo muchas dificultades materiales, pero también mucha desvergüenza y corrupción. Los oportunistas existen en todos los sistemas, tampoco estamos exentos de esta realidad.  Hay gente con cargos que le roba al pueblo, “arribistas”, falsos revolucionarios.

Fidel hizo un llamado de cambiar todo lo que debe ser cambiado, pero eso aquí no se ha cumplido, al contrario, las cosas andan peor. Muchos se les “pasará la cuenta” de un momento a otro.

El capitalismo tiene muchos años de existencia, sin embargo no ha dejado de evolucionar. ¿Cómo ves la evolución del socialismo?

No creo poder responder en este momento, cada país tiene su forma de hacer las cosas, depende de los líderes.  Por ejemplo, en la mayoría de los países de Europa del este hubo un socialismo mecánico, mimético, externo, no orgánico, por eso fracasaron, creo que evitar estas limitaciones decide el derrotero de las revoluciones.

Y en el caso de Cuba, ¿Cuál ha sido su evolución y cuales sus perspectivas?

Hemos sido desde el descubrimiento de América un país mezclado, transitorio, recuerda que los primeros pobladores fueron masacrados por los españoles, los esclavos que trajeron estos, principalmente desde áfrica, también sufrieron mucho.

Cuando se comenzaron a dar los primeros indicios del surgimiento de la nacionalidad cubana, los que llevaron a cabo la radicalización del pensamiento y las luchas por la independencia eran descendientes de españoles, muchos con tierras y poder, y lo sacrificaron casi todo, por cambiar el orden imperante en aquel momento, ya no se sentían españoles, sino saqueados por estos y su modo atrasado de producción.

Luego las luchas continuaron en el siglo XX. En medio de crisis económicas se desencadenaban crisis políticas. Es decir, siempre hemos estado haciendo la revolución.

El socialismo es otra historia.  Martí fue el precursor, luego Mella halló muchos puntos de coincidencia entre su pensamiento y el Marxismo. Eso sirvió para pensar la revolución del 59. Pero el trabajo más difícil estaba por llegar.  Es más difícil mantener una conquista que la conquista de por  sí.  Como dije anteriormente, se ha tropezado mucho, pero aquí estamos.

En cuanto al futuro, les toca a las nuevas generaciones garantizar larga vida a la revolución, es muy importante la educación de los jóvenes, y que esto no signifique imponerles un dogma, hay que enseñarlos a pensar y a tener el valor de hacer la crítica cuando esta es más necesaria.

Si esto se logra, podremos durar unas cuantas décadas más con la Revolución, pero si esta se cae –y a largo plazo nadie puede garantizarle su permanencia- las consecuencias para los cubanos y para buena parte del mundo no serán tan buenas como afirman sus detractores.