Reciclando en La Habana para sobrevivir

Por Ivett de las Mercedes

HAVANA TIMES – Encontrar valor en aquello que ha excedido su tiempo de uso y explotación es parte del reciclaje en Cuba. Para eso existen diversos mecanismos: el recolector de materia prima es uno de ellos. Ernesto Rodríguez de la O (67 años) forma parte de ese diverso andamiaje. 

HT: ¿Cómo comienza a recoger latas de aluminio?

Ernesto Rodríguez: Después de jubilarme lo empecé a hacer más en serio, aunque ya era recolector cuando trabajaba en el vertedero de la calle 100.

HT: Bueno, entonces hábleme primero de su trabajo en el vertedero

ER: Allí se trabajaba por turnos; en el mío éramos cuatro. Hacíamos una selección de todo lo que llegaba en los camiones, para después llevarlo a la planta de reciclaje. No sé si todavía existe, pero puedo asegurarle que era muy beneficiosa, convertía los residuos en abono orgánico y biogás. Precisamente por eso tuve que jubilarme [por un problema relacionado con mi salud].

Trabajar en el vertedero me dio una gran facilidad para saber cuál producto era el más pagado. Como mi salario era bastante bajo, vendía a los buzos (recolectores sin licencia) la materia prima ya acumulada. Por supuesto que esa actividad es ilegal, si la policía agarra a alguien con un saco de latas en el vertedero, lo menos que hace es poner una multa, todos sabemos que eso es propagación de enfermedades; pero cuando se trata de mantener a la familia, cualquier cosa vale.

Foto: Elio Delgado Valdés

Ahora recojo latas en la calle para venderlas en la oficina de materias primas y tener una entrada diaria mínima. Existe la licencia para esa actividad llamada recolector de materias primas, pero yo no me acojo a ella, lo que consigo solo me da para el diario, no para pagar el impuesto, ojalá así fuera y no tendría que andar con el temor de que me pongan 1500 pesos de multa.

HT: ¿Ese trabajo lo enfermó?

ER: Si, el gas metano está en todas partes. Las toneladas de basura que llegan se lanzan en un hueco parecido a un pozo, después se tapa con tierra para impedir que el gas se eleve a la atmósfera y contamine el ambiente, o provoque una combustión si hace reacción con el oxígeno. Nadie se imagina cuánto se tarda un vertedero en apagarse si ocurre esto. Allí se vierten diariamente 14 o 15 metros cúbicos de residuos. Por no usar el nasobuco comencé a padecer de mucha tos y continuos enfisemas pulmonares.

HT: ¿Siguió trabajando enfermo?

Foto: Juan Suárez

ER: Tenía que seguir, porque si no me moría de hambre. En las noches también trabajaba de custodio. El director me ofreció su oficina para quedarme, así no tenía que irme para la casa. Me convertí en un esclavo del trabajo, no tenía opción. En aquel tiempo se reportaron varias personas con cáncer de pulmón, sobre todo, las que vivían cerca del lugar, a mí me diagnosticaron un poco después tuberculosis.

HT: Se pueden reciclar diversos materiales como cartón, botellas de cerveza, pomos plásticos. ¿Solo recoge latas de aluminio?

ER: Si, las latas son más fáciles de trasladar y pesan menos. Vivo en el municipio de Arroyo Naranjo y recojo las latas en Miramar. Solo acumulo las que están fuera de los cestos y contenedores, no porque menosprecie a los que lo hacen, es por mis problemas respiratorios. Cuando ya tengo la jaba llena voy hasta el parque de 3ra a escacharlas con una piedra, con el pie, con lo que sea; mientras existan las latas iré tirando con ellas.

HT: ¿Qué hace después de ese paso?

ER: Las coloco cuidadosamente en la jaba para aprovechar el espacio, de lo contrario solo llevaría unas pocas. Al llegar a casa acomodo el material en una esquina de la sala, cuando tengo lo suficiente voy a la oficina de reciclaje.

HT: ¿Qué cantidad de materia prima tiene que acumular para lograr una paga que le permita satisfacer las necesidades fundamentales?

ER: Eso es algo complicado. 3.5 kilogramos son 24 pesos, 4.5 kilogramos son 32 pesos. ¡Cuánto tengo que recoger para hacer un diario! Súmele a eso el gasto en transporte y en la compra de los sacos que exigen para entregar la materia prima en la oficina recolectora.

HT: ¿Tiene conocimientos sobre la utilidad final de los materiales reciclables?

ER: Bueno, el papel recuperado y el cartón lo utilizan para hacer bandejas de huevos y papel sanitario. Las botellas de ron y cervezas su destino obviamente es la industria. Los pomos plásticos, las partes y piezas de las computadoras y las tanquetas, se utilizan para la confección de tuberías.

HT: ¿Qué opina de ese trabajo?

ER: En mi juventud lo importante era tener un trabajo digno. Para mí recoger latas es lo mismo que trabajar en una oficina, yo diría que es mucho mejor, pues soy mi propio dueño; trabajo cuando tengo disposición, nadie me dice cómo hacerlo. Además, tengo la convicción de que mi labor ayuda a mantener hermosa y limpia la ciudad, allí donde hay un indolente estoy yo, incluso puedo jactarme de mi lucha contra los mosquitos, porque en una lata de cerveza que ha estado a la intemperie por varios días de seguro hay una familia de Aedes Aegypti.

 

5 thoughts on “Reciclando en La Habana para sobrevivir

  • Qué pena que en nuestra sociedad el concepto de reciclar sea este, no existe la educación ni los recursos básicos para recuperar la materia prima de una manera mas civilizada. En el mundo esta práctica se hace, es natural reciclar, pero no así, aquí todos los desechos van a parar a un mismo tanque..de ahí, sale el término ¡buzoi. Claro que debe enfermarse, no sólo por esta contaminación, sino por estar cerca de vectores, roedores…de todo…Este es un fenómeno que cada día cobra más participantes…sobre todo en las personas mayores, cuyas pensiones están excedidas por lo bajo del dinero a cobrar…

  • Buen trabajo este de reciclaje, muy humano, disfruto lo que escribe Ivett de las mercedes, una de mis preferidas. Sus temas son muy interesantes.

  • Muy buena entrevista e humana.
    Considero que ningún trabajo es denigrante, peor es delinquir. Es cierto que para muchas personas ese tipo de labor es vista como lo peor, y yo no lo considero así, es solo una opción más de poder ganarse la vida honradamente. En la actualidad por donde vivo hay muchas personas que lo hacen, no es menos cierto que muchas de los que he visto, viven precariamente, algunas tienen serios problemas de alcoholismo y gastan el dinero que hacen en alcohol, muchos otros viven en la calle, no sé si el gobierno da alguna ayuda a personas así.

  • Es una pena que en nuestro país la escala de valores esté invertida: cualquiera que obtenga su sustento o más, ilícitamente, desviando recursos, estafando al Estado o al prójimo, es el triunfador. En cambio si una persona elige reciclar la basura, lo cual es honrado y además, muy útil en el sentido ecológico, solo recibe miradas de desprecio, es ubicado por los demás (incluyendo su propia familia), en el estrato social más bajo. Pero el primero que no valida ese trabajo es el propio gobierno que debería pagar mucho más, y desarrollar una cultura de reciclaje como parte básica de la educación. Mis respetos para las personas que reciclan en Cuba, desafiando los estúpidos prejuicios de la mayoría.

  • La cultura del reciclaje en Cuba es ajena para muchos, pero hay otros que si conocen de como reciclar y como mantener la limpieza en muchas áreas. La bahia de la habana, por ejemplo, tiene desechos que la mayoria son reciclables, pomos plasticos, botellas, carton. Esos materiales son botados por la comunidad al mar, sin importarles que esta contaminando el medio ambiente y da una imagen nada agradable. Buena entrevista, temas como este son muy importantes tratarlos, de cierta forma se conoce de la cultura del cubano y su quehacer diario, y sobre todo la manera de vivir o sobrevivir.

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