Ni negro, ni mulato, ni blanco, simplemente cubano

Por Osmel Almaguer

Fernando Becquer (d) con Adrian Berazain

HAVANA TIMES, 18 oct.  — Entrevista al trovador cubano Fernándo Bécquer (La Habana, 1970).  Se inicia como trovador en el año 1989.  Desde ese momento hasta la fecha, su desempeño ha estado marcado por un sello propio que lo define y ha marcado su obra artística.

“Su estilo musical abarca diferentes géneros de la música popular cubana, una especie de canto conversacional por el que muchos lo catalogan como un trovador muy singular.  Su carisma y su interacción con el público lo han hecho partícipe de programas radiales y televisivos a lo largo de toda su carrera”,  diría el poeta, periodista, e investigador Antonio López Sánchez.

“Su obra es muy conocida a lo largo y ancho del país.  Fernando Becquer se parece a sus canciones y sus canciones se parecen a la vida.”

HT:  Fernando, te propongo comenzar con la pregunta más recurrente de todas, esa que de seguro has tenido que responder en múltiples ocasiones.  Cuéntame sobre tus comienzos en la música, y de cómo decides entregarte a ella por entero.

FB: Chico, empezé a finales de los ochenta, entre el 88 y el 89.  Anteriormente, en 1987, me lancé a inventar canciones.  Aún no tocaba guitarra.  Se me ocurría un texto y a la vez una melodía y allá iba eso.  Hice muchas canciones de esa manera.

Para mí en esa época una canción era la mejor manera de decir “te quiero.”   Me propuse aprender a tocar (o a chapurrear) la guitarra y casi lo logré.  Andaba por todos los parques de La Habana con una guitarra prestada, venciendo la timidez y cortejando a la primera que me pintara un chiste.

En esa cumbancha empecé a conocer a muchos hacedores de canciones.  Me enredé para siempre (y no me arrepiento) en el horriblemente hermoso mundo de la trova.

HT: ¿De qué fuentes musicales te has nutrido para llegar hasta aquí, y cuales prefieres para tu disfrute?  

FB: Muchos me asocian con Bola de Nieve y con El Guayabero (honor que me hacen).  Yo, particularmente, me siento con influencias toda la música cubana que conozco y de la que sé que aún me falta por conocer.  Eso sí,  quiero dejar bien claro que la Nueva Trova cubana me marcó.  Y cuando digo Nueva Trova estoy abarcando desde sus fundadores hasta hoy.

A los Van Van, los Iraquere y al movimiento del filin le debo mucho, ya que sin proponérmelo los escuché y los requeté escuché, gracias a mi abuelo Evaristo que era amigo, o “cumbila,” como el decía, de todos ellos.  Y es un genero que me encanta.

También me envolvió la música anglo, en fin, la música “yuma”: Michael Jackson, Lionel Ritchie, Stevie Wonder, Kool y su pandilla.  También fuí medio friki, fans de Beatles, Led Zepellin, Rolling Stone.   Coleccionaba sus fotos, en fin, la locura.

Luego al tomar la canción en serio me fuí a las raíces: María Teresa Vera, Matamoros, Sindo Garay, Manuel Corona.  Me colaba en las peñas que se hacían en la Casa de la Trova de San Lázaro y Belascoaín, en Centro Habana, cazando la suerte de escuchar a doña Hilda Santana, que según los entendidos, de todas las cantantes cubanas era la mejor voz segunda.

Gracias a mamá que trabajaba en la Agencia Cubana de Artistas, en el departamento de festivales y concursos, asistía con frecuencia a los conciertos de Joan Manuel Serrat y de Alberto Cortés, del cual me siento bastante influenciado, por la forma en como maneja el escenario.

No puedo concluir sin hablarte de la música del Brasil.  Había un Fernando Bécquer antes de conocer la música de Tom Jobim y otro después de conocer la música de Tom Jobim.  Son muchos nombres a mencionar en el gigante sudamericano.  Quiero concluir esta respuesta con cuatro: Caetano Veloso, D’ javan, Chico Buarque y Roberto Carlos.  Brasil es mucho Brasil.

HT: Las letras de tus canciones te sitúan en ese espacio no delimitado entre el trovador y el humorista, rasgo que te salva de probables clasificaciones esquematizantes, pero que probablemente suponga determinados conflictos gremiales.  ¿Ventajas y desventajas de hacer la música como la haces?  

FB: Cada canción es la expresión de un estado de ánimo y las mías no son la excepción.  A veces digo cosas que dan ganas de reír.  Igual digo cosas que hacen llorar.  Por supuesto, conmigo el público quiere y espera reír, y más cuando la presentación es corta.  Si asisten a mis recitales de más de una hora y media verán que hay de todo y para todos.

Fernando Becquer. foto: lajiribilla.cu

Unos dicen que soy humorista, algo que me agrada pero aún no creo.  Otros dicen que soy poeta, tampoco lo creo.  Unos dicen, otros dicen, muchos dicen, y yo sigo palante con mi guitarra al hombro y mi voz en cuello,   dándole vida al refrigerador.

HT: Utilizas todo un sistema de elementos populares (voces, situaciones ocurrentes, ocurrencias risibles) que te colocan en la preferencia de un público muy amplio.  ¿Dónde establecerías los límites entre lo culto y lo popular?  ¿Dónde entre lo popular y lo chabacano?  ¿En qué sitio prefieres detenerte?  

FB: No existe lo culto y lo popular, ni lo chabacano.  Lo que existe es la música mala y la música buena, según el gusto del consumidor.  Y el trovador que se detiene, carece de musas.

HT: Mantienes una excelente relación con tu “hermano” Adrián Berazaín.  ¿Cuánto crees que les ha beneficiado a ambos, tanto en lo personal como en lo profesional, esta cercanía?

FB: A Adriancito lo conozco desde antes de sus inicios.  En parte me siento un poco responsable de su decisión trovadoresca.  Él dice que ha aprendido mucho de mí, y yo creo que ambos hemos aprendido uno del otro.

El “berita,” como le decimos algunos de manera cariñosa, es mi retroalimentación actual.  Aterriza constantemente mi nave a su realidad práctica en momentos de vuelo espiritual, y yo a la vez trato de elevarlo insistentemente al plano intelectual, aunque parezca que es al revés.  Lo mejor de esta unión ocasional es que no se planifica.  Somos víctimas de una camaradería espontánea.

HT: ¿Hasta que punto te sientes un “cronista comprometido” y, si fuera posible decirlo, con cuales causas?

FB: Me siento un cronista así de sencillo, y por ahora no tengo planes de comprometerme.  Cuando lo haga te aviso y te invito a “la boda.”

HT: ¿Cómo defines el movimiento trovadoresco cubano en dos tiempos (pasado y presente) y como vez el futuro?

FB: La trova es una sola y nunca ha dejado de tener ni buena salud ni buen futuro.

HT: ¿Qué creer de la relación Habana-provincias, en cuanto a talento y difusión del mismo?

FB: La relación no tiene que ser de la capital con el interior.  La relación es de creador a creador, y esa nunca ha dejado de existir.  Todo depende del empeño personal de cada cual.  Si quieres que te pasen por la radio o por la televisión tienes que trabajar en base a eso.  Levantarte temprano, coger tus CD y caerle arriba a los directores de programas.  Al final el que persevera triunfa.

Analizas en qué espacio televisivo cabe tu proyecto musical y le dices al que hace el programa que tú quieres participar en el mismo.  Le entregas tu música y palante.  Algunos te dirán que no, que a lo mejor mañana, que para el mes que viene, pero no puede prevalecer el cansancio.  A tanta insistencia alguien te da la oportunidad, y ahí es cuando tienes que demostrar quién tu eres.

Hay programas de televisión a los que me gustaría asistir, y su directiva me dice que me llamarán, y luego no lo hacen.  Están en todo su derecho.  En tu casa le permites la entrada a quien tú quieras.  En cambio, otros programas televisivos me abren las puertas, incluso las de su corazón.

Concluyendo, sea en Pinar, en Santa Clara, en Guaimaro o en el Guaso, lo importante es hacer canciones, y que el público se las lleve y sueñe con ellas.

HT: ¿Qué le falta a las nuevas generaciones de músicos cubanos?

FB: Tiempo.

HT: Cuba es uno de los países en los que más encarnizado se encuentra el debate étnico-racial en la actualidad.  La primera canción tuya que escuché tocaba el tema.  Si pudieras enviar un mensaje que, en este sentido, le otorgara un poco de sosiego a la humanidad, ¿cuál sería?

FB: Cada uno goza con lo que le gusta y cada cosa tiene distinto sabor.  Ni negro, ni mulato, ni blanco, ni ná, simplemente cubano.

HT: Eres un cantautor que has alcanzado determinado éxito.  ¿Cosas por hacer?

FB: Un montón.

Más sobre Fernando Becquer y su  música.  El specdrum de Fernando.