Lo mejor para el final

Yusimi Rodriguez

Mercedes en la RDA, colección del diseñador Rafael de León.

HAVANA TIMES, Feb. 2 — Hace unas semanas fui a la casa de mi amiga Mercedes para felicitarla por el nuevo año.  Llegué a su casa sobre las 4 de la tarde y me asombró verla arreglándose ella sola las uñas de las manos y los pies con apuro.

Se había retocado el tinte del pelo y se lo había estirado con una plancha de planchar ropas, porque en su casa no tiene tenazas ni peine de hierro caliente; tampoco contaba con el tiempo para ir a una peluquería.

Al terminar con las uñas subió a su cuarto y regresó con un neceser dónde guardó elementos de cosmético, un pulóver de cuello ancho para no manchar la ropa cuando estuviera maquillándose y dos pares de zapatos de tacón alto.

Conozco bien estos preparativos.  Son los preparativos de una modelo previo a un desfile de modas.  Algo típico en la vida de Mercedes Aguirre Sotolongo… hasta hace casi veinte años.

Tal vez su nombre no dice nada a la mayoría de las personas, sin embargo es usual que en la calle la reconozcan de muchos programas de televisión que se transmitían en los setenta y los ochenta.

Todos los fines de semana podían verla exhibir ropas de los mejores diseñadores del país en  Contacto, Buenas Tardes, Joven Joven.  La gente también recuerda aquel rostro de mujer negra con ojos asiáticos y pómulos altos que difícilmente alguien describiría como bello, teniendo en cuenta los usuales patrónes de belleza, pero es un rostro que difícilmente alguien podría dejar de mirar y mucho más difícilmente olvidar.

Fue un rostro recurrente en  las revistas Miceláneas, Optica, Bohemia, las revistas de La Maisón y en Mujeres.  No siente que fue una modelo famosa, pero sí que fue una modelo popular.

Como la de deportistas y bailarines, la carrera de modelo es corta.  Solo si la persona se cuida mucho, haciendo ejercicios y sacrificios en su dieta para conservar una buena figura, puede mantenerse en las pasarelas un tiempo un poco más largo.

Mercedes Aguirre casi tiene un record: veintidós años desfilando.  Se despidió casi a la edad de cuarenta, a principios de los noventa, cuando todos decían que lucía divina, que no tenía por qué retirarse aún.  Puede decirse que ese es el verdadero éxito: ser capaz de darse cuenta antes que los otros de cuál es el momento de decir adiós.

Un regreso a la pasarela

Mercedes Aguirre Sotolong en La Maison.

En esta ocasión, casi veinte años después de su retiro de las pasarelas, ya con cincuenta y seis años, Mercedes iba a desfilar nuevamente en La Casa de Modas La Maisón.  Era un desfile dónde se reunirían las modelos retiradas, “las viejas,” como dice Mercedes, una oportunidad para encontrarse, recordar viejos tiempos y trabajar juntas después de tantos años.

La idea surgió a finales del año 2008, y el 2 de enero del 2009, se realizó el primer desfile dónde estuvieron modelos noveles y modelos ya retiradas que viven en Cuba o en el extranjero, como: Dalila, Dayreín, Grei, Liliana (Lilo), Ariadna Pérez Vidal (hija de la fallecida locutora Consuelo Vidal), Yara, Gretel.

Todas estas modelos se retiraron a finales de los noventa o a principios de este siglo. También desfiló Gisleda, que se mantiene activa, y la propia Mercedes.  Con este desfile rindieron homenaje a Rafael de León, Premio Nacional de Diseño, además de ser uno de los más reconocidos diseñadores de la Isla, con quién tuvieron la oportunidad de trabajar casi todas estas modelos, desafortunadamente fallecido a mediados de esta década.

Esa noche las modelos exhibieron ropas de los reconocidos diseñadores Merci Nodarse y Rolando Ruiz (Roly).  También estuvieron presentes importantes personalidades cubanas de la moda y la cultura entre los que se encontraban los diseñadores Abraham García, Ismael, otros diseñadores del mundo del teatro, el escritor Gabriel García Márquez y Caridad Abrante, fundadora de La Casa de Modas La Maisón.

Generalmente el acceso a los espectáculos que se ofrecen en La Maisón incluyendo un desfile de modas, está restringido por el precio de la entrada: 10 CUCs., lo que equivale a más de la mitad del sueldo mensual de un cubano promedio.  Para asistir a este desfile no era necesario pagar esa cantidad de dinero, si no poseer invitación.

Nunca fue modelo por el dinero

Mercedes me habla de aquel desfile a principios del año 2009 y me cuenta que fue un encuentro maravilloso y la hizo muy feliz reunirse con antiguas compañeras.  Los diseños que exhibieron eran elegantes y de muy buen gusto; disfrutaron mucho el desfile, a pesar de que no cobraron por ese trabajo.  Pero eso no era importante.

En realidad, Mercedes nunca realizó a este trabajo con ánimo de lucro, sino porque esta fue su pasión y le dedicó veintidós años de su vida.  Cuando se inició en este oficio, a los 18 años, en 1971, a las modelos no se les pagaba; además era requisito imprescindible que estudiaran o trabajaran.  Realmente estaban obligadas a hacerlo ya que no recibían remuneración por modelar.  (Actualmente, una modelo de La Maisón cobra 10 CUCs por cada desfile de modas.)

Pero lo esencial era  que la modelo no fuera solo una mujer bella; no se estimulaba que una mujer viviera solamente de sus atributos físicos, como una especie de objeto decorativo.  Una de las primeras tareas de la Revolución fue la emancipación de la mujer, y se promovía la imagen de esta incorporada a las tareas de la agricultura, la milicia.

Algunas modelos aparecieron en revistas destinadas a la mujer, luciendo uniformes de milicianas.  También llevaron la moda a habitantes de intrincados lugares de las montañas, dónde nunca antes se había visto este tipo de actividad.  Mercedes estuvo dentro del grupo de modelos que desfiló en las montañas de la Sierra Maestra, para celebrar el veinte aniversario del Asalto al Cuartel Moncada.

En la segunda mitad de la década del 70, las modelos empezaron a cobrar por su trabajo.  Nunca llegó a ser una cantidad de dinero ni remotamente parecida a la que recibe una modelo en otros países.  Sin embargo, las muchachas tenían bastante trabajo en el mes y hubiesen podido vivir de sus trabajos como modelos, principalmente en la década del ochenta cuando aún existía el campo socialista y nuestro país disfrutaba de una situación económica mucho más holgada.

De todas formas continuaba siendo un  requisito muy importante que estuvieran vinculadas al estudio o al trabajo.  Mercedes trabajó como copista de diseños en la Industria Ligera, de donde también era modelo.  Además fue modelo del Taller Experimental de Diseño, posteriormente conocido como Roparrampa, del Taller de Confecciones Textiles Opina y de Contex, que luego se convirtió en La Casa de Modas La Maisón, de la cual ella es fundadora.

Como modelo, Mercedes viajó a varios países del desaparecido campo socialista, pero siempre mantuvo su plaza de copista en Opina.  Desde finales de la década del noventa alquiló trajes para bodas y fiestas de Quince Años en el mismo taller.

Ese fue su trabajo hasta que se jubiló en el 2009.  Pensaba impartir clases de modelaje como ya había hecho en los noventa y lo había disfrutado mucho.  Pero no esperaba que se repitiera la experiencia de reunir nuevamente a las modelos retiradas, así es que este nuevo llamado la tomó por sorpresa.

Mercedes Aguirre Sotolongo en el Parque Lenin. Foto: Alberto Korda

También esta vez era necesario poseer invitación para asistir al desfile.  En esta ocasión solo desfilaron las  modelos retiradas y repitieron las mismas del año anterior.  Exhibieron ropas de la firma española  Zara y del diseñador cubano Juan Carlos López.

Sin embargo esta vez no estuvieron presentes todas las personalidades y diseñadores que asistieron a la actividad en el 2009, tal vez porque era una noche extremadamente fría, una de las más frías que hemos tenido este año.

Eso no impidió que las modelos desplegaran toda su profesionalidad y sonrieran incluso al exhbir ropas veraniegas, escotadas y con tirantes que las dejaban muy desprotegidas ante las bajas temperaturas.  Por suerte algo fue mejor este año con respecto al anterior, y es que las modelos recibieron una merienda al final del desfile, un detalle que no debió faltar en el 2009 y sin embargo alguien olvidó.

Un reconocimiento especial

Lo mejor, como ocurre casi siempre, quedó para el final.  Cuando ya todas las modelos estaban vistiéndose, Mercedes escuchó que la llamaban al escenario.  Allí la esperaban con un ramo de flores y un cuadro del pintor Alex Castro, para hacerle un homenaje.  Aquello la tomó desprevenida, pero la hizo muy feliz.

Ya había recibido un homenaje en la misma casa de modas unos años antes junto a la realizadora Lissette Vila y a la diseñadora Piedad Subidat, por el Día de la Cultura Nacional.  Pero siempre lo agradece  porque para ella se trata del homenaje merecido a una profesión muy seria, que requiere compromiso y dedicación, además de un buen físico.

No sabe si se repetirá esta idea el próximo año.  Tampoco sabe si volvería a participar; siente que ya no está apta para la pasarela, a pesar de que en la calle la gente la reconozca y le diga que a sus 56 años se mantiene igualita.

Piensa, sin embargo, que deberían existir desfiles con modelos de más de cuarenta y cincuenta años, no solo para rendir homenaje a la que ya están retiradas, sino para que las mujeres de esta edad se vean también representadas en la pasarela.

One thought on “Lo mejor para el final

  • Felicidades es una linda idea. Saludos a todas y todos mis excompañerps de modelaje. Fue una época muy linda la recuerdo con gran cariño saludos a Mercedes recuerdo cuando trabajamos en el primer documental de lissette Vila El orfebre de Osvaldo Castilla en casa de Alberto korda con Giselle y Laura yo tengo una copia bueno besos para todos

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