Laura, una vendedora ambulante cubana sui géneris

Ivett de las Mercedes

En la caminata diaria.

HAVANA TIMES – Laura*(43 años) es escultora y fotógrafa, ha expuesto en varias galerías de La Habana, de lunes a viernes trabaja en una empresa perteneciente al municipio del Cerro, ocupa la plaza de secretaria, y aparte tiene un oficio que la mayoría de los cubanos conoce: vendedora ambulante.

HT: Poseer aptitudes para el arte es algo con lo que se nace y se va perfeccionando. ¿Cómo conjugas tu trabajo de secretaria, el de la creación artística y el de vendedora ambulante?

Laura: Es difícil, cada labor me exige demasiado. A veces necesito que el día tenga más de 24 horas. Ser secretaria y estar ocho horas pendiente a un teléfono es agotador. El arte de esculpir viene desde pequeña, siempre me atrajo el dibujo y la pintura. He participado en varias exposiciones tanto personales como colectivas, me duele vender mis esculturas, porque para mí no tienen precio, entonces trato de conservarlas o regalarlas a personas que le dan el valor.

Por otro lado, ser vendedora ambulante, o algo así como una buhonera, me exige muchísimo, todo tiene que ver con la calidad de la mercancía, cómo la muestro y la publicidad que le doy. Nunca he conversado con un vendedor sobre cómo aprender este oficio, lo importante es vender. Al principio fue difícil porque no tenía mucho dinero para invertir, pero poco a poco he ido aprendiendo la dinámica. Empiezas con muy poco y con el tiempo vas a aumentando.

Vendiendo el producto

HT: ¿En qué tiempo vendes el producto?

L: En la tarde, cuando logro salir del trabajo, muchas veces me demoro en el trayecto a casa aproximadamente dos horas porque el transporte se pone insoportable. Cuando llego ya mi madre está en el ajetreo de la comida. Ella se preocupa cuando salgo a vender y me demoro, todo puede suceder, los productos de aseo tienen mucha demanda, y todo el mundo sabe de dónde salen las materias primas; pero siempre trato de no atraer las energías negativas.

Nunca pensé que mi cuerpo pudiera soportar el peso de lo que llevo en mi espalda, no solo por la carga de la mochila, sino por toda la situación que genera sobrevivir. A veces salgo con un carrito que me ayuda a no tener todo el peso encima. Tener un salario básico mensual es algo beneficioso solo por unos días, cobro 375,00 pesos y no me alcanza; a veces me pregunto qué hacen las personas que cobran un salario mínimo que es de 225,00 mensual, imagino que tendrán que hacer algo parecido a lo que hago.

HT: Pregonar es un arte. ¿Lo haces con tus productos?

L: No, yo no tengo licencia, voy a casa de personas que ya me esperan, otras veces se lo dejo a una amiga conocedora del negocio y lo vende, me da el dinero a largo plazo. En ocasiones llego a mi residencia con la mochila llena.No suelo quejarme de lo que hago porque todo lleva sacrificio, Dios siempre está conmigo y le agradezco diariamente. Sé que el peso de la carga está afectando mi salud, mis padres y amigos me lo dicen, las crisis de cervical son frecuentes, en un futuro ya no voy a servir para nada, pero cuando llegue ese momento veremos, ahora vivo el presente que es lo que importa.

Por las calles.

HT: ¿Te da pena salir a vender a la calle?

L: Al principio sí, es que muchas personas en el barrio me conocen como creadora y no como vendedora, entonces me apenaba proponer la mercancía, con el paso del tiempo he buscado opciones, sobre todo en la manera de darle publicidad al producto. Ya muchos me conocen y no dudo que me hayan puesto hasta un apodo entre los clientes.

HT: Imagino que el tiempo no te alcance. ¿Cuándo tiras fotos y trabajas la escultura?

L: Siempre ando con mi cámara en el bolso, las fotografías que trabajo son de tema social, pero también del racial y la ancianidad. En las calles diariamente salen buenas fotos, el escenario del Cerro está lleno de imágenes muy sugerentes. Continúo esculpiendo la madera, sobre todo los fines  de semana.

De regreso a casa.

HT: ¿Has tenido algún problema con los clientes o con la policía?

L: Con la policía hasta ahora no, por suerte. Una vez tuve que devolver el dinero a una peluquera que me había comprado varios tintes y decía que no estaban buenos. Pasé tremenda pena, pero eso no depende de mí.

HT: Entonces eres vendedora por necesidad. ¿Qué crees de ese oficio?

L: Es como todos los demás siempre que se haga con humildad. He conocido a muchas personas con necesidad en la ciudad y trato siempre de ayudarlas regalándole lo que oferto, mi ganancia es bastante poca y es más importante hacer un bien, Dios proveerá, hay un dicho que dice que el chino… Trato siempre de tener un dinerito guardado para cualquier emergencia, especialmente por mis padres que ya están ancianos. Cuando ya no salga a la calle con la mochila porque mi salud me lo impida o porque ya no haya mercancías, entonces aparecerá otra cosa, lo importante es la perseverancia.

*Laura es un nombre ficticio

 

5 thoughts on “Laura, una vendedora ambulante cubana sui géneris

  • Admiro a Laura por su tenacidad de luchar contra las adversidades pero me apena que una persona instruida tenga que tener tres trabajos para poder vivir un poquito mejor. O es que no se merece otra vida diferente?

  • Atanasio : no se ponga bravo, pero quitese el determinismo socializante del cerebro. Nadie se merece casi nada. cada persona es una realidad y tiene que enfrentarlo. esta mujer es una case de economia vivente. Ella tiene necesidades y trata de resolverlas con trabajo, creatividad y constancia. lo otro son los tres Tomos del Capital !!!!!

  • Me ha gustado la entrevista y considero que es meritorio sudbrayar como una artista de esa indole puede crear también otro oficio por necesidad. A nadie le gusta pasar trabajo, a todos nos gusta las cosas buenas y faciles, es una bendición que ella tenga esos conocimientos para realizar todos esos trabajos, no todo el mundo tiene esa facilidad y no hablo solo de la venta si no de la creación artistica, de la fotografia, de la escultura.. Entonces hay que detenerse en pensar que la mayoria de los artistas cubanos tratan de sobrevivir de diferentes formas, ella escogio esta que al final va a acabar con su vida. Desgraciadamente todo no se puede tener, alcanzar y aunque trabaje como una mula siempre va a tener necesidades. Buena entrevista y le deseo suerte a Laura.

  • Tener 2 trabajos es muy normal en el mundo. El problema para Laura es que vende productos de origen ilicito y sin licencia. Eso es peligroso en cualquier pais del mundo, especialmente cuando de ella dependen sus ancianos padres. Que tal si intenta vender su arte en las galerias privadas o directamente a los turistas que deambulan por la Habana? Tal vez le resulte mas placentero y hasta mas rentable

    Dormir tranquilo es saludable.

  • Buena entrevista, me ha gustado mucho.

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