La renta habitacional: una opción para los cubanos
Por Irina Pino
HAVANA TIMES — En la zona de Miramar está ubicada la Casa Bellavista Havana, viven Mauricio Alonso y su hermano Aurelio, desde hace 38 años. Aquí se puede apreciar una buena parte de la ciudad de La Habana: el Río Almendares, el restaurante 1830, el Malecón, los edificios que hay del otro lado, hasta el Hotel Habana Libre despuntando en la lejanía…
HT: Me has contado que eres graduado de ingeniería nuclear. ¿Cuándo te graduaste?
Mauricio Alonso: En 1981, empecé a estudiar en la CUJAE en 1976 y luego nos trasladamos a la Facultad de Ciencias y Tecnología Nucleares, sita en la Quinta de los Molinos donde forme parte de la primera graduación de la especialidad de Energética Nuclear.
HT: ¿Dónde trabajabas? ¿Y cuántos años estuviste trabajando en dicho lugar?
MA: Fui ubicado en la Termoeléctrica “Máximo Gómez” en Mariel. Luego me traslade para la inversión de la Termoeléctrica del Este de la Habana en Santa Cruz del Norte. Luego de esta preparación en 1987, me traslade a trabajar en la Central Electronuclear (CEN) en Jaragua, Cienfuegos, supervisando la construcción del edificio del reactor nuclear. Estuve varios años allí y luego por problemas personales me traslade a de nuevo a La Habana, en la Esfera Nuclear acá.
HT: Durante el Período especial el país tuvo transformaciones muy fuertes que generaron cambios en los cubanos. ¿Cómo descubriste la alternativa de rentar habitaciones?
MA: A finales de 1991 se desintegró la antigua URSS, en 1992 se decide por la dirección del país la interrupción de los trabajos de construcción de la CEN, aunque se preservo y se siguieron buscando alternativas para poder continuarla posteriormente, algo que no se pudo lograr, y en 1995 yo decidí dejar mi trabajo en esta esfera.
La situación económica del país y la mía propia era muy difícil, yo sentía que la casa se me estaba cayendo arriba (paredes sin pintar, algunas puertas y muebles ya tenían comején, etc.), tenía personas enfermas a mi abrigo a las cuales debía cuidar y alimentar y por eso no podía irme del país en busca de una mejor vida como hicieron otros.
En ese momento el turismo estaba creciendo a una tasa muy alta y vi en esa actividad la oportunidad para mejorar mi calidad de vida. No fue fácil al principio, pero tuve que cambiar mi mentalidad y mi vida, no tuve otra opción. Un tiempo después empecé a sentirme más tranquilo cuando un amigo ingles me dijo que en ese país muchos dueños de grandes mansiones y castillos medievales los alquilan para poder mantenerlos, ya que allá los impuestos sobre la propiedad son muy altos.
HT: Cuando empezaste con este negocio, ¿hubo gente que llegó a fustigarte por lo que estabas haciendo? Háblame de esto.
MA: Si, yo empecé con turistas norteamericanos que venían con mucho más frecuencia que ahora en los años 90 cuando la Administración Clinton promovió los intercambios “pueblo a pueblo”. A varios vecinos esto le pareció mal, uno de ellos llego a calificarme de “traidor” en presencia de agentes de la Policía, cuando por un incidente con el elevador, que era solucionable perfectamente de haber mejor comunicación, llamaron a 3 patrulleros.
Ya te puedes imaginar que esa acusación, en las circunstancias en que fue hecha, no se podía tomar a la ligera, por lo que fui a ver a compañeros con fuertes vínculos con el gobierno que me dijeron eso era envidia, que siguiera alquilando, que yo no tenía ningún problema. Así y todo, hubo una época hasta fecha reciente, por suerte ya felizmente superada, en que sentías que te trataban como si fueras el enemigo.
HT: Cómo has podido desarrollar tu negocio todos estos años. ¿Ha tenido etapas que has dejado de rentar?
MA: A mí me ha ayudado mucho hablar con cierta soltura el idioma inglés y conocer algo de la Historia de Cuba y del mundo, de lo cual soy un lector empedernido. Las personas que vienen están muy curiosas por saber de nuestro país, me hacían muchas preguntas y yo sin miedo se las respondía.
Con el tiempo he refinado mi trabajo y he desarrollado un método que he denominado “Turismo interactivo personalizado”, en el cual se le habla de Cuba a los turistas a partir de las preguntas que ellos hacen, hacemos city tour, los llevamos a lugares de La Habana que no se destacan en las guías turísticas, les damos a conocer las buenas propuestas artísticas y culturales de la ciudad, en resumen, no los dejamos que se aburran, y tenemos un alto nivel de satisfacción y de repitencia entre los turistas que nos visitan.
Estuve un tiempo sin arrendar por el tema de los impuestos algo que afecto mucho a esta actividad, sobre todo las cuotas mensuales tan altas, alquilaras o no. Por suerte, esto ha mejorado mucho con las nuevas medidas implementadas con los Lineamientos.
HT: Y en estos momentos cómo te las arreglado para mantener siempre las habitaciones ocupadas. ¿Qué tipo de promoción desarrollas para que no decaiga el flujo de inquilinos y regularmente tengas una entrada de dinero segura?
MA: Llevo muchos años alquilando y trabajando duro para lograr la satisfacción de los clientes, esos resultados no se logran en un día. Mi casa está muy bien ubicada además. Desde el inicio, mis clientes norteamericanos e ingleses me insistieron mucho y me abrieron los ojos respecto a la importancia del correo electrónico y del Internet para los pequeños negocios.
Un amigo ingles me hizo mi primera pagina web y ya tengo colocadas paginas de promoción de mi negocio en Facebook y Tripadvisor, así como con otros turoperadores on-line. También mantengo vínculos por el correo electrónico con los huéspedes que han visitado mi casa, incluso después que se han ido de ella, los felicito por su cumpleaños, les mando artículos periodísticos que hablan sobre Cuba. El objetivo de todo esto es que tengan a Cuba y a mi casa siempre en su cabeza y se “enamoren” de ellas.
Este trabajo fue reconocido en la 2da Convención Internacional de Estudios Turísticos (CIET-2012) celebrada en nuestro país el año pasado como ejemplo de “buenas prácticas” en la actividad de alojamiento. Desde diciembre del 2007 el periódico The Guardian de Inglaterra incluyo a mi casa en su lista de Top Ten Havana Hotels (Los 10 Mejores Hoteles de La Habana), la única casa particular en dicha lista y recibo bastantes clientes por esa vía.
HT: ¿La zona es importante para fijar el precio de las habitaciones? Me han contado que en el Vedado las rentas son altas. ¿Puedes llegar a un acuerdo con los inquilinos, o sea, ser flexible en cuanto a la posibilidad de bajar el precio establecido?
MA: El negocio de la renta en las casas particulares es muy flexible. En la definición del precio la zona influye indudablemente, pero no es lo único, y obviamente se pueden llegar a acuerdos con los clientes. Otros factores a tener en cuenta son las prestaciones y las comodidades de la casa y la temporada del año.
HT: ¿Tus arrendatarios vienen de diferentes países, o prefieres básicamente un turismo en especial?
MA: Yo he trabajado mucho desde un inicio el turismo de habla inglesa, debido sobre todo a una cuestión económica: ellos pagan mejor, no regatean los precios, dan más propina, aunque es un turismo más exigente, pero también más tranquilo.
También me he diversificado al turismo de Alemania y de los países de Europa del Norte y Central. Busqué y he encontrado un turismo tranquilo, fundamentalmente parejas y lunas de miel, personas que quieren conocer Cuba y particularmente La Habana, con sus innegables valores patrimoniales, culturales e históricos.
HT: ¿Rentas también a cubanos?
MA: La renta a cubanos no es mi especialidad, mi licencia es en divisas, y el impuesto a pagar mensualmente antes era tan alto que hacía imposible mirar hacia el mercado nacional, ya que no era negocio. Ya el país está cambiando y están surgiendo sectores con cierto nivel de ingresos, creo que eso va ayudar a incluirlos entre los clientes potenciales.
Así y todo, siempre he tenido oferta para parejas cubanas recién casadas en luna de miel, y subrayo esto último, a un precio menor que el que le cobro a los turistas extranjeros, pero hasta ahora nadie ha venido. Tampoco he encontrado las vías para promoverla realmente.
HT: En el país se ha desatado una nueva prostitución, la cual impera gracias a las rentas particulares, donde en algunas se permiten fenómenos censurables desde el punto de vista moral. ¿Estableces reglas en cuanto a esto?
MA: Este es un tema muy controversial y debatible. Primeramente, no estoy de acuerdo con tu afirmación de que la prostitución “impera gracias a las rentas particulares”, como si las prostitutas no pernoctaran con sus clientes también en los hoteles administrados por el estado, a veces sobornando al personal de seguridad, o como si las casas de renta fueran las únicas o las máximas responsables de un fenómeno tan multifactorial como es la prostitución.
Por otro lado, yo te puedo asegurar, por mi experiencia en la actividad, que la inmensa mayoría de los dueños de casas de renta vemos la prostitución como una amenaza para nuestros negocios y por supuesto en esto yo he establecido las reglas de la casa y he sido inflexible en su cumplimiento, y aunque estoy ubicado al lado de una de las discotecas más conocidas de la ciudad (Rio Club, antiguamente El Johnny), me he mantenido separado de todo lo negativo que existe en un centro nocturno como ese, creo que esa es una de las razones por las cuales he sobrevivido todos estos años.
También creo que los cubanos en esto tenemos que entender que el o la turista que se enamora de nuestro sol y playas, de nuestras bellezas naturales, que disfruta la música, el baile, el ron, el tabaco y el café cubanos, lógicamente querrá conocer más profundamente a un hombre o una mujer cubana, que bastante bien parecidos somos, un país que es un arcoíris de colores, multicultural.
HT: ¿Estableces relaciones de amistad con estos extranjeros, o solo te limitas a dueño-cliente?
MA: El objetivo de mi negocio no es solo hacer dinero, es también hacer amigos, que se enamoren de Cuba y de mi casa, que se sientan como en la suya, que se conviertan ellos mismos en mis promotores y me envíen a otros clientes y sean repitentes ellos mismos Esto me ha permitido conocer e intercambiar con personas de muchas partes del mundo, de países y áreas que estoy seguro nunca voy a visitar y así aumentar mi conocimiento y mi cultura sobre las mismas. Ha sido como viajar sin viajar.
HT: Tu nivel de vida ha mejorado de una forma gradual, ¿crees que en verdad tienes la tranquilidad que antes no poseías?
MA: Mi vida ha mejorado considerablemente: mi familia y yo nos alimentamos mejor, nos vestimos mejor, he podido arreglar nuestra casa, puedo echarle gasolina y reparar el viejo auto Moskovich heredado de mi padre, etc. Es verdad que no siempre puedes disfrutar de toda tu casa y que adquieres una responsabilidad cuando tienes un extranjero, pero cuando te atienes a reglas bien definidas y administras bien tu negocio los beneficios (y la tranquilidad que esto conlleva) superan los riesgos.
HT: Algunas personas que han iniciado este tipo de negocio han tenido que dejarlo. ¿Por qué piensas que han fallado?
MA: Hay de todo: a veces no han pensado bien su negocio, en ocasiones no son buenas casas ni están bien ubicadas, no hay una buena limpieza e higiene, algo que los extranjeros miran mucho, no atienden bien a los clientes, etc. Otros han tenido problemas con las autoridades por violar principios éticos. Hasta fecha relativamente reciente el tema de los impuestos y las altas cuotas mensuales a pagar, alquilaras o no, fueron una barrera muy difícil de sobrepasar.
Yo le recomiendo a los recién iniciados que, en mi opinión, lo ideal es comenzar con un alquiler fijo por un tiempo relativamente largo (3 meses o más), para irse acostumbrando a la interacción con los extranjeros, a la negociación con ellos, al tema de los impuestos (los cubanos no tenemos por lo general, cultura de esto) e incluso poner a punto la casa, ya que no es lo mismo cuando uno la vive para uno a cuando se ofrece un servicio, y empezar a promoverla por diferentes vías.
HT: Gracias por tu gentileza, y buena suerte.
Mauricio
Muchos exitos en tu negocio, se ve que le has puesto alma y corazon y a pesar de las trabas y el «folkclor» has salido adelante. Felicidades y nos vemos en el Vedado.
Buena entrevista, que nos permite una mirada hacia la transformación paulatina que está experimentando la sociedad cubana. Son personas como Mauricio los que están tejiendo, con paciencia y labor de hormigas, entre tropiezos y recompensas, el nuevo entramado civil de la Isla. A ejemplos como éste me refiero cuando hablo de la construcción social y democrática de «abajo hacia arriba». Habrá quien vea en él a un simple pichón de empresario. Pero observen todo lo que llega aparejado a su labor. Gracias, Irina.
Buenísimo. Hay un punto importante en todo negocio, el dinero no es lo fundamental sino la satisfacción del cliente. Por eso le ha ido bien.
Ojala se tome consciencia de que el sector empresarial privado es quien logra ese tipo de progreso.
No hay nada que refresque mas el alma que ver tu trabajo recompensado.
Como publico mi casa en renta