La cantante cubana Hakely Nakao Chavez

Por Yordan Montero

Hakely Nakao Chavez

HAVANA TIMES, Feb 3 — Hakely Nakao Chavez, joven líder de la agrupación vocal “Zambá,” comparte con Havana Times sus interesantes experiencias. “En Cuba la música goza de una muy buena salud.”

HT: Desde cuando integra la formación vocal “Zambá.”

Hakely Nakao Chavez: Comencé a cantar con Zambá desde su fundación en la primavera del 2008, como contralto, en una formación vocal a capella, integrada en una primera idea por 6 muchachas, luego fuimos 5 mujeres y un tenor, hasta decantarnos en un quinteto formado por 4 mujeres y un barítono bajo. En el año 2010, volvimos a variar el formato y ahora somos un cuarteto: 3 mujeres y el mismo barítono bajo.

HT: Qué intereses musicales le motivaron para acercarse a “Zambá”?

HN: Yo siempre tuve el interés de participar profesionalmente en proyecto vocales de pequeño formato, no reniego de los coros para nada, al contrario son mi pasión, pero siempre admiré y disfruté del trabajo de grupos como Gema 4, Sampling, Las D’Aida y otras agrupaciones cubanas de igual formato.

Fui descubriendo así mi amor por este maravilloso mundo que es diferente al trabajo coral, pero que necesita la misma preparación, la misma formación técnica, y se trabajan los mismos parámetros que en un coro, el empaste, la afinación, los matices, los colores… Entonces llego a Zambá, luego de una ruptura entre los miembros del octeto vocal Novel Voz, que produjo el nacimiento de mi actual agrupación, con otras ideas y objetivos musicales.

HT: Vocalmente le definen dentro de la agrupación como Contralto.

HN:  Sí…, sabes que las voces se clasifican según el registro, agudo o grave, y específicamente las mujeres son sopranos, para las que dominan el registro agudo y contralto en el caso de las que poseemos registro grave.

Haikley y Zambá

Cuando aún eres niña quieres tener la voz aguda porque casi siempre esta es la voz que lleva la línea melódica en un coro. En muchas ocasiones resulta más agradable que otras voces, pero como yo siempre fui grave y nunca ni por asomo podía cantar en el registro agudo, me conformé y aprendí a amar las contraltos y los bajos, hasta darme cuenta que suelen ser más cálidas, más profundas. No establezco comparaciones, sólo adoro ser una contralto, aunque con el tiempo y algo de preparación, me he dado cuenta que vocalmente he cambiado un poco.

HT: Coméntenos de su formación académica, pues tuvo un tránsito desde el estudio del piano hasta otra especialidad en la que prescinde del instrumento.

HN: Para nada prescindir del piano, ningún músico de formación académica, sea cual sea su perfil, puede prescindir de su estudio, porque es un instrumento de obligatorio dominio en la escuela. Todos no lo estudian con en el mismo nivel de rigor, pero no es una opción no tocarlo.

Además los directores de coro tienen, y así lo exige la academia, que dominarlo como un pianista profesional, nos obligan a tocar obras de alta complejidad técnica e interpretativa y nos preparan muy bien para ello. Claro, yo tenía todo el nivel elemental vencido de este instrumento, porque durante los 7 años de la enseñanza fue mi perfil de estudio, es decir yo era pianista, lo que en el nivel medio y superior, comencé a estudiar Dirección Coral.

HT: Su labor pedagógica, cuanto ha podido aportar a su integridad como exponente de la música.

HN: En realidad me ha aportado grandes cosas también como persona. Me obligó, en un momento muy activo de mi vida profesional, a centrarme en el estudio de la historia de la música, a preparar mi personalidad como cantante hacia otra como maestra, que si bien se nutrían una de la otra, eran cosas diferentes.

Como maestra de piano, fue hermoso el trabajo con niños pequeños en el Conservatorio “Guillermo Tomás,” fue mágico el interactuar con esas personitas que te hacen ver la vida totalmente diferente, igualmente ese fue un centro que me brindó la posibilidad de hacer muchas cosas en el trabajo con los coros. La pedagogía te obliga a verte como un ejemplo para los alumnos, en cada cosa que haces, en la disciplina y el respeto a las individualidades, en fin, me hizo crecer como artista y sin lugar a dudas como ser humano.

HT: Usted es especialista en empresas de representación musical, donde el criterio y la apreciación determinan el futuro de un artista en Cuba. Cuéntenos de esta experiencia, que le ha llevado a explorar el talento de casi toda la isla.

HN: Si, soy miembro de la Comisión Nacional de Evaluación del Instituto Cubano de la Música (ICM), que es un jurado integrado por varios músicos de altísimo nivel, de probado prestigio y con una vastísima carrera profesional de la cual yo soy una de las más jóvenes. Es un jurado que tiene la responsabilidad de escuchar y valorar los catálogos artísticos de todo el país, y en algún momento determinar si un artista debe concluir o repensar su carrera, pero no es una visión personal, es todo un consenso colectivo.

Zambá

De verdad esta experiencia me regala la oportunidad de conocer los artistas de algunas provincias de Cuba, asimismo descubrir las diferentes formas de hacer la música en varias regiones, poder comparar y tener un nivel de información actualizado, de la calidad de los músicos que no se difunden ni se promueven en la capital, esto y mucho más me ha abierto las puertas de preciosas relaciones. De la misma forma especializada, he formado parte de la Agencia Cubana de Rap, atendiendo el catálogo artístico de esa importante institución, como especialista en Música.

HT: Entonces qué criterios tiene, basándose en la experiencia anterior, sobre el talento y desarrollo musical que existe hoy en la isla?

HN: Cuba es cuna de música y de músicos. Todos, herederos de una raíz muy fuerte rítmicamente proveniente de África y melódicamente la que nos llegó con la colonización española, de ahí, que haya tanta riqueza musical en nuestra isla. Cada región de Cuba tiene instrumentos y géneros musicales característicos, por lo que vas aprendiendo en cada rincón y con ello descubriendo que existen muy buenos exponentes, unos más difundidos que otros, pero eso no cuenta, porque entraríamos en otros temas que no definen la calidad de un artista.

Claro que es doloroso encontrar talentosos cantantes, instrumentistas, trovadores, raperos, exponentes del rock, poetas, decimistas, compositores, septetos, tríos, orquestas de salsa, de son, en fin, que nunca se hayan visto reflejadas en una producción discográfica o en un sencillo programa televisivo y hasta radial, pero eso no influye en que sean grandes y que en su región estén haciendo un trabajo muy interesante. En Cuba la música goza de una muy buena salud, amén de la industria discográfica, los medios y la difusión, que hoy han centrado gran parte de su atención en el fenómeno del reguetón.

Haikley y Zambá

HT: La Asociación Hermanos Saíz (AHS), estuvo celebrando el pasado año 25 de existencia, qué considera le ha aportado ser miembro de la misma.

HN: Para serte sincera, he tenido poco roce con esta institución aun siendo miembro, en el 2006 me integro a la misma, pero en realidad no ha sido una relación muy estrecha. Me encantaría participar en algún momento de los espacios que auspician la AHS, y ayudar y apoyar en cualquier proyecto que me necesiten.

HT: Tiene usted descendencia japonesa, lo preguntamos por su apellido “Nakao”?

HN: Sí mi abuelo nació en Yokohama y vino a Cuba luego de la Segunda Guerra Mundial. Se asentó en la provincia de Holguín y allí hizo una nueva familia junto a una cubana, de la cual yo soy descendiente.

HT: Y en la música, cómo proyecta su futuro?

HN: No pienso mucho en el futuro, porque a veces creo que es demasiado incierto, claro que todo el mundo necesita proyectar su vida y trazarse metas para lograr un objetivo, pero en la música más que futuros tengo sueños, pienso seguir trabajando con Zambá y quisiera unirme a otros artistas y hacer conciertos con diferentes formatos, no sólo vocal, sino trabajar de solista en algún momento. Mi futuro con Zambá o sin él, será cantar, cantar y cantar.