Fotografía humanista desde el lente de Tony

“Me interesa la crítica constructiva”

Por Helson Hernández  (Photos: Antonio Hernandez)

HAVANA TIMES — Antonio Hernández “Tony”, es fotógrafo y diseñador, primero fue sumiller hasta llegar a consolidar una labor creativa en la fotografía que ya conquista importantes espacios.

HT: ¿La fotografía desde su óptica personal?

Antonio Hernández: Es magia. Creo que es un vehículo para llegar a un fin. El de mostrar una realidad que puede ser percibida de diferentes maneras. Trato de conocer siempre a las personas con las que trabajo, y según sea el tema, represento lo que puedo encontrar en cada una de ellas. Me agrada a través de la cámara registrar mi entorno, ser testigo del mundo, y de mí mismo. Es como sentir la existencia de una forma inmediata.

HT: ¿Persigue intereses específicos que sigan alguna línea temática?

AH: Lo que he explorado dentro de la fotografía me ha atraído mucho. La fotografía de autor no me deja reposar, porque siempre cuando observo voy disparando reflexiones en forma de imágenes, que de alguna manera desafían y cuestionan la forma en que puedo mostrar estas realidades, para entrar en la imaginación de otros. Lo vinculado a lo sensitivo está presente en las fotos que hago. Esa es mi naturaleza. La misma que me permite explorar dentro de este universo.

HT: ¿Qué pudo provocar la transición entre el hombre sumiller al fotógrafo?

AH: Primero me vinculé a un proceso creativo dentro de la joyería. Un negocio que construí junto a mi esposa Rosana Vargas, también orfebre. Llegó el momento cuando la fotografía era necesaria para hacer crecer el negocio. Entonces todo comienza; estábamos descontentos con el trabajo de personas que habíamos contratado para hacer imágenes de joyas y de modelos dentro y fuera de la pasarela. Me compré mi primera cámara y decidí, entonces, hacer este trabajo.

Encontré ayuda de un profesor que imparte talleres de fotografía en la Uneac, Alberto Arcos. De forma paralela comencé con macrofotografía de joyas, y a registrar momentos de las pasarelas en las que estaba siempre presente. El arte llegó por necesidad de expresión, ya que entre joyas y pasarelas me llenaba un gran vacío.

HT: ¿Cuáles pudieran ser las escenas más interesantes sobre su Cuba actual?

AH: Nuestro entorno sociocultural es tremendamente rico, y desde la fotografía es también muy interesante. Puedes encontrar infinidad de escenas desde La Habana antigua hasta la más moderna, sin olvidar el resto de la Isla. De manera particular me interesa la crítica constructiva vinculada a la vejez, la mujer, la niñez, y otros fenómenos culturales de la actualidad. Todo me resulta encantador, y me propongo siempre cómo llevarlo a la fotografía, y cómo será interpretado aun cuando no esté presente para hablar sobre ello.

HT: ¿El diseño en alguna medida acompaña la labor fotográfica en función de una empresa familiar?

AH: La imaginación es indispensable para crear. Es como una chispa que se enciende, y la experiencia la convierte en hoguera. El diseño ayuda a componer de manera ordenada desde la fotografía, y viceversa. Ambos están muy relacionados, cuando los dominas puedes soñar con más claridad. Y por supuesto, la mejor empresa es la familia.

HT: Háblanos de su proyecto en proceso relacionado con las mujeres.

AH: En realidad he trabajado en dos al mismo tiempo, pero este es un proyecto muy ambicioso al que involucro a un fotógrafo panameño Eduardo Molina, y en el futuro me gustaría invitar a otros, para crear una gran obra colectiva. Se trata de un Catálogo de Mujeres. Aquí expongo algo muy interesante.

Vincular a la mujer cubana dentro de la fotografía, a través de varias modalidades, y representarla desde un sin fin de aristas sociales por las que transita, es verdaderamente difícil. Si fueran hombres, quizás fuera mucho más fácil. El trabajo cuenta con la curaduría de Chrisly Pérez y hace un recorrido generacional desde la niñez hasta la vejez, terminando en una foto que lleva nuevamente a la infancia. He sido crítico y cuidadoso, siempre respetando los valores humanos a los que me debo. La serie cuenta con 27 imágenes en blanco y negro, y se mostrarán en un formato de 80 x 60. Es todo un lujo para mí.

HT: ¿Algún criterio interesante sobre la creación de manera general en Cuba?

AH: La verdad es que se respira arte en la Isla, y se moderniza en el proceso también. Incluso, emerge en personas de forma empírica. Considero que la sencillez, la nobleza, pueden estimular de buena manera el quehacer de los creadores. No me considero un artista aún. Trato siempre de manera muy sencilla, encontrarme en cada intento.

HT: ¿Su más ansiada exposición?

AH: La haría en Nueva York. La concebiría siempre enfocado hacia temas humanistas. El ser humano es un universo en sí mismo, y esto me interesa. Hay un gran misterio dentro las personas y las cosas. Mostraría lo natural, lo espontaneo, la belleza de las cosas simples.