“En Venezuela estamos en una dictadura”
se acabó tanto la revolución bolivariana, como la democracia

Luz Mely Reyes y Boris Muñoz analizan la imposición de Nicolás Maduro: “viene la vía nicaragüense”; “pasamos a un período de resistencia”
Por Carlos F. Chamorro (Confidencial)
HAVANA TIMES – El 10 de enero de 2025 Nicolás Maduro fue coronado en solitario, en un acto sin pueblo en la Asamblea Nacional de Venezuela, acuerpado por Miguel Díaz Canel y Daniel Ortega, los dictadores de Cuba y Nicaragua, como presidente de Venezuela, después de haber perpetrado el fraude electoral mejor documentado de la historia de América Latina.
Mientras tanto, en República Dominicana, el presidente electo Edmundo González Urrutia, y desde la clandestinidad en Caracas, la líder opositora María Corina Machado, denunciaron “un golpe de Estado”, y demandaron la restitución de la democracia.
“¿Qué balance le deja a más de siete millones de venezolanos que votaron por Edmundo González Urrutia el 28 de julio de 2024, la gira diplomática de González para intentar asumir la presidencia en Venezuela, las protestas del 9 de enero y el secuestro de María Corina Machado, y que viene después del 10 enero?”, pregunté a los periodistas venezolanos Luz Mely Reyes y Boris Muñoz.
En una conversación en el programa Esta Semana, que se transmite en el canal de YouTube de Confidencial este 12 de enero a las 8:00 p. m., debido a la censura televisiva en Nicaragua, Reyes y Muñoz hablaron del duelo de la democracia venezolana y la incertidumbre que viven la oposición política y la sociedad civil ante una dictadura que va por el camino de “la vía nicaragüense”, y demanda acciones de resistencia.
“El 28 de julio se acabó tanto la revolución bolivariana, como la democracia. Estamos ahora en una dictadura franca y hay que ver cuáles son los métodos para resistir a esta dictadura. Ya no es lo mismo”, afirma el cronista Boris Muñoz, columnista del diario El País y editor de la plataforma BOOM.
“¿Se puede sostener el Gobierno de Nicolás Maduro? Yo sí creo –dice Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo– porque ya hay un ejemplo, Nicaragua se ha sostenido y esa línea de acción que ellos tienen, en su hoja de ruta de desmontaje de la democracia, es radicalizarse muchísimo más. Eso sería coherente con su comportamiento, tienen el poder de la fuerza de las armas”.
La gira diplomática de Edmundo González
¿Qué balance le deja a más de 7 millones de venezolanos que votaron por Edmundo González el 28 de julio, la gira diplomática del presidente electo y su imposibilidad de asumir la presidencia de Venezuela, el 10 de enero? ¿qué viene después?
Luz Mely Reyes. La gira de Edmundo González Urrutia elevó el costo de la decisión que tomó Nicolás Maduro y su grupo de robarse la elección del 28 de julio. Recordemos que González Urrutia, el ganador de este proceso electoral, está exiliado en España. Sin embargo, en las últimas semanas hizo esta gira por toda Latinoamérica e incluyó Estados Unidos. Eso terminó aumentando muchísimo más la tensión y elevando el costo que ha tenido que ir pagando el Gobierno de Nicolás Maduro por la decisión que tomó de robarse la elección y de seguir adelante con esta juramentación.
Para muchas personas que estábamos haciendo seguimiento de la gira era difícil decir, con la información que se tenía en aquel momento, que se pudiese concretar el ingreso de Edmundo González Urrutia a Venezuela. Eso quedaba en duda, pero evidentemente la intención expresada por él para entrar a Venezuela generaba muchísima esperanza en los seguidores que votaron por esta opción democrática.
La mayoría de los países latinoamericanos le han brindado su respaldo a González Urrutia como presidente electo y también los Gobiernos de la Unión Europea. Por otro lado, Brasil, Colombia y México, no validaron la elección de Maduro, pero sí enviaron embajadores a la investidura de el nuevo dictador.
Boris Muñoz. Eso hay que verlo desde la óptica de la diplomacia. No creo que ellos hayan dado un espaldarazo a Maduro con ese gesto. Me parece que quieren mantener un cierto nivel de ambigüedad estratégica que les permita seguir operando.
Las declaraciones del presidente (Gustavo) Petro, pese a lo alambicadas y confusas que son, como es él, fueron acompañadas por una contradeclaración del canciller (Luis Gilberto) Murillo que ellos no avalan lo que está pasando en Venezuela de ninguna manera.
Es un país vecino con intereses tremendos entre los dos y Petro tiene una posición que tiene algo de sensatez, es decir que el cierre de las fronteras perjudica mucho a la población colombiana y también venezolana que transita por allí, por el Táchira, y por el Zulia de manera constante
(Claudia) Sheinbaum ha sido de la misma línea de AMLO (Andrés Manuel López Obrador) y López Obrador se lavó las manos del asunto venezolano y conservó el principio de no intervención mexicana, que también sirve para cualquier cosa. Eso a mí me da un poco de dolor verlo, sobre todo en un país democrático que es la segunda democracia más grande de Latinoamérica.
Brasil tiene su su propia posición. Ellos han han sido muy firmes en mantener una distancia de lo que ha pasado en Venezuela, sobre todo a partir de la cumbre de los BRICS, en la que Lula le cerró el paso a Maduro. Entonces ahí hay mucha más tensión de la que estamos viendo nosotros.
¿Qué se puede esperar de la posición del Gobierno de Donald Trump después del 20 de enero? Trump no recibió a González en esta gira, aunque después en un mensaje lo declaró el “presidente electo”. Pero, por otro lado, hay muchas versiones sobre posibles intereses del nuevo Gobierno de Estados Unidos de negociar con Maduro en torno a temas relacionados con energía, petróleo, las deportaciones y la migración a Estados Unidos.
Boris Muñoz. Sí, yo creo que este es el segundo hecho más importante de la jornada del nueve de enero, tras el secuestro momentáneo de María Corina Machado. Trump da un paso adelante, impulsado por su equipo de “halcones” de Florida, que tienen una posición muy clara, Rick Scott, Marco Rubio, Mike Waltz, son gente favorable a la causa venezolana. Quizás no son todos muy cercanos a María Corina, pero han tenido una posición abiertamente contra Maduro. Trump elimina hasta cierto punto la ambigüedad que viene caracterizando su posición e insinúa que él no está dispuesto a negociar con una tiranía como la que acaba de instalarse en Venezuela. Eso es lo que se puede leer entre líneas. Sobre todo se aleja un poco de la posición que tuvo el senador Bernie Moreno cuando dijo que había que negociar con Maduro porque hay intereses de Estados Unidos involucrados en en petróleo, y en el asunto de control de drogas y deportación.
Trump dio un paso a un lado, de esa posición y vamos a ver si eso va a tener implicaciones de mediano y largo plazo después del 20 de enero cuando tome posesión.
Las protestas el 9 de enero y el secuestro de María Corina Machado
Las protestas que se desataron el 9 de enero convocadas por María Corina Machado. ¿Qué impacto tienen en este proceso?
Luz Mely Reyes. Esas protestas que el Gobierno quiso descalificar como que no fueron masivas, que el propio vocero del Gobierno estima en unas 10 000 personas en todo el país, el solo hecho de que hayan salido, aunque fuesen 10, 15, 20, 30 personas, con esta convicción y de manera pacífica, muestra esta perseverancia que tiene la sociedad venezolana en defender sus votos.
Queda, sin embargo, pensar qué tipo de liderazgo está ahí. Porque cuando vimos la protesta en donde sale María Corina de la clandestinidad está acompañada de Juan Pablo Guanipa, un dirigente del partido político Primero Justicia, pero no se vieron otros dirigentes políticos al lado de María Corina. Esto tiene dos explicaciones. La primera es que mucha de la gente que está al lado de María Corina ha sido perseguida. Otros han sido puestos presos, algunos han tenido que resguardarse. La otra son estas diferencias internas de la misma oposición que no quiere nada con Maduro, pero tiene distintos acercamientos sobre cómo enfrentar a Maduro.
Tengo testimonios de gente que decía –este tipo se tiene que ir con la convicción no de una acción insurreccional, sino con la convicción de la defensa de el hecho que ocurrió el 28 de julio, que fue que la gente votó masivamente por un cambio pacífico en el país. De manera que esas protestas tal vez las van a seguir inhibiendo con las tácticas de represión preventiva, pero la protesta está allí, y no se avizora que haya manera de apaciguar ese descontento.
¿Cómo interpretas el secuestro de María Corina Machado? Esas casi cuatro horas de silencio, de confusión, cuando se generó la un video de ella, que no queda claro finalmente si es algo que le imponen los secuestradores, y luego la versión de ella de cómo fue secuestrada y posteriormente liberada.
Luz Mely Reyes. Eso fue un secuestro, un acto de la violencia política desde el poder. Eso es algo cotidiano que le ha pasado a otros líderes. Pero en el caso de María Corina, tiene una connotación mucho más grave que tiene que ver con ese ejercicio de violencia para controlarla, para darle un mensaje –sabemos que te podemos detener en cualquier momento. Sin embargo, llama la atención no que la hayan detenido, porque el Gobierno ha dicho que ella es prácticamente el enemigo público número uno, lo que llama la atención es por qué la liberaron posteriormente. ¿Hubo contradicciones entre ellos? Creo que sí existían esas contradicciones en el sentido de que la detienen, transmiten fotografías de ella a través de escuderos del Gobierno, en donde se ve claramente uno de los funcionarios frente a María Corina Machado y luego la liberan. ¿Por qué? Porque entre otras cosas, tenían la coronación del día 10, no le convenía al Gobierno tenerla presa, pero también porque ellos están apostando, equivocadamente, que María Corina se desinfle y no terminan de entender el carácter de María Corina Machado, como una líder coherente, persistente, y muy firme no solamente en sus objetivos, sino también en su forma de actuar. Y eso es una sorpresa para el Gobierno.
Su salida de la clandestinidad, el secuestro y luego esta liberación ¿qué significa? ¿tendrá ella libertad de acción o su capacidad de movimiento y de incidencia política, o está ahora más disminuida?
Luz Mely Reyes. María Corina Machado no tiene libertad de movilización. Pasó 133 días en en clandestinidad. Luego que sale pasa el episodio de su secuestro. Sin embargo, lo que muestra es el tipo de liderazgo que se está gestando en Venezuela y el proceso político que se está gestando. Hay un liderazgo reconocido. María Corina sale y da la cara, además, para informar que González Urrutia no va a poder ir a Venezuela, ella asume el costo de dar esa información, porque sabe que en la relación que se ha establecido con la gente, le van a disputa esa noticia, y ella es la portadora de la mala noticia.
En Venezuela se está configurando un tipo de liderazgo muy distinto, un liderazgo líder-pueblo, con una tercera pata que es el liderazgo eh institucional que tiene Edmundo González Urrutia como presidente electo ganador de las elecciones del 28 de julio.

¿Cuál es la estrategia de resistencia?
Este movimiento que lidera María Corina Machado, que primero ganó las primarias, luego ganó la elección, que defendió los votos, ¿es un movimiento netamente electoral, o puede convertirse en una resistencia cívica?
Boris Muñoz. Es un movimiento social ciudadano y ellos lograron hacer la estructura, e incluso toca a los militares, porque el Plan República administrado por los militares para garantizar las elecciones fue clave en la recuperación de las actas. Y María Corina Machado ha sido una líder organizativa fuera de serie y su poder de convocatoria se ve que todavía está en muy buena forma a pesar del Estado de sitio, del miedo que hay en la población, todo el despliegue del aparato de seguridad.
El Gobierno, al secuestrarla momentáneamente, más allá de las razones que haya detrás de eso, está demostrando que la puede tener en sus manos. Es un juego del gato y el ratón, y eso es muy peligroso, porque si la llega a sacar del juego, ¿qué va a pasar? Ahí está Juan Pablo Guanipa, y hay otros liderazgos en la línea de atrás que no emergieron durante estos días, que quizás están en la reserva. Pero hay que empezar a emitir mensajes a la gente diciéndole que el juego no se acaba aquí, que hay un momento de reflujo, pero hay que seguir tomando acción, porque si eso no sucede va a venir la típica resaca en que ha caído en la oposición otras veces y que implica un reflujo de participación. Esta es una necesidad de llegar a nuevos acuerdos que toma mucho tiempo, y en este momento eso permitiría un afianzamiento de la dictadura como lo estamos viendo.
Entonces es un duelo que ya hay que plantearse en el terreno político y hay que estar muy activo. Es una ventaja que Edmundo González está en el exilio o asilado en España, porque eso le da a ellos un cierto margen de libertad que ha sido bastante estratégico hasta ahora. Pero María Corina, que es la líder realmente, la líder popular, es la que tiene que rearmar una estrategia y la gente tiene que saber cuál es. No puede ser puro voluntarismo y pensamiento mágico, porque eso no va a ayudar a que se concrete el objetivo de sacar a la dictadura.
¿Cuál es el nivel de radicalización que tiene hoy la dictadura de Nicolás Maduro? ¿Cuál es el estado en que se encuentra la sociedad civil? Pregunto esto porque en Nicaragua la sociedad civil fue barrida, los medios de comunicación, los gremios, las organizaciones sociales, más de 5500 oenegés fueron anuladas por el régimen, la persecución feroz contra la Iglesia católica, contra las universidades. Pero pareciera que en Venezuela la sociedad civil democrática sigue existiendo, ¿tiene capacidad de resistencia y de lidiar con una radicalización de la dictadura de Maduro?
Boris Muñoz. Viene la “vía nicaragüense”, ya existe el marco legal y para eso es la reforma constitucional que anunció Jorge Rodríguez, de la que se está empezando a hablar ahora, justamente para desmontar los bolsones de la sociedad, de (organizaciones) no gubernamentales.
Diosdado Cabello el 9 de enero dio una descripción de lo que son para él las organizaciones no gubernamentales al hablar de Carlos Correa, el activista de libertad de expresión que fue detenido, y la describió como “instrumentos del imperio de Estados Unidos para boicotear” y atentar contra estos Gobiernos, son “centros de conspiración”, así lo los describe y lo que viene es el desmontaje de la sociedad civil, hay que resistir a eso también.
Por eso es los próximos meses son muy complejos, porque si se permite que se instale la dictadura con todo su potencial va a ser mucho más difícil lo que viene.
Maduro anunció un plan para este año 2025. Habló de una reforma constitucional, de un ajuste en el sistema de gobierno. En una columna en el diario El País, describes a Maduro “en el trono con bayonetas”, pero ¿puede sostenerse económicamente?, ¿tiene apoyos económicos internacionales, tiene apoyos en el sector privado para estabilizar ese gobierno de fuerza?
Luz Mely Reyes. La estructura autoritaria tiene un costo para mantener el Estado policial en Venezuela. Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro, con todas las sanciones que hubo en los años precedentes, pudo metabolizarla y aprender a manejarse en este entorno. Lo que puede ocurrir, es un deterioro de las condiciones económicas de los venezolanos, porque ya hubo sanciones particulares de la Unión Europea, de Reino Unido y también Estados Unidos aumentó la recompensa contra Nicolás Maduro.
Ahora ¿se puede sostener el gobierno de Nicolás Maduro? Yo sí creo, porque ya hay un ejemplo, Nicaragua se ha sostenido y esa línea de acción que ellos tienen, en su hoja de ruta de desmontaje de la democracia, es radicalizarse muchísimo más. Eso sería coherente con su comportamiento, tienen el poder de la fuerza de las armas.
Entonces, trabajar en este tipo de contexto tan cerrado va a implicar que la propia oposición política, pero también las fuerzas de la sociedad civil puedan rearticularse y generar una estrategia más consensuada sobre las acciones de resistencia, porque ya pasamos a un periodo de resistencia sobre este gobierno.
¿Cuál es el principal desafío de la oposición, después del 10 de enero? Maduro tiene un plan, ¿tiene el liderazgo de la oposición y de la sociedad civil, un plan de resistencia para desalojar a Maduro del poder o para generar una crisis que produzca esa transición democrática?
Boris Muñoz. Esa es una pregunta muy seria, y yo me pregunto lo mismo. ¿Cuál es el plan que tiene la oposición para lidiar con este nuevo escenario? No lo conocemos. Más allá de las movilizaciones, la supuesta entrada de Edmundo González Urrutia a juramentarse. Por lo mismo, es necesaria una nueva estrategia.
Las estrategias han funcionado anteriormente cuando hay un horizonte claro como las elecciones del 28 de julio, y eso ha permitido un amalgamiento de fuerzas políticas con objetivos claros. Ahorita se necesita ese objetivo y se necesita una ruta que permita a la gente entender que cuando sea necesario movilizarse, ponerse a protestar, eso va a ocurrir. Yo no creo que hay mecanismos institucionales ya para hacerlo. Eso es lo que se demuestra con el 28 de julio: se acabó tanto la revolución bolivariana, como la democracia. Estamos ahora en una dictadura franca y hay que ver cuáles son los métodos para resistir a esta dictadura. Ya no es lo mismo.
La participación es importantísima, dnemostrar que puede seguir movilizándose, porque eso obliga al gobierno a reaccionar. Lo vimos en estos días, todo el despliegue de seguridad.
La reacción del 28 y 29 de julio fue muy fuerte y eso tiene el costo de un aparato de seguridad que al final afuera les causa una mala prensa tremenda, más allá de las sanciones. No creo que que los ayude mucho internamente tampoco. Es un gobierno que está atrincherado, que está muy cerrado. Lo viste ayer en la toma de posesión que ya no tiene salida. Es todo lo contrario a lo que era Hugo Chávez. Y no lo digo elogiando Hugo Chávez, pero estoy seguro que no tiene nada de eso.
Maduro y Trump: La migración y las deportaciones
Después del fraude electoral del 28 de julio, ¿qué impacto tuvo esto en la migración de los venezolanos? Qué impacto tendrá el hecho de que Edmundo González no logró tomar posesión de la presidencia en Venezuela. ¿La migración va a ser una válvula de escape para la dictadura?
Luz Mely Reyes. La gente estaba esperando el 10 de enero, otra vez, como su fecha límite de ver qué pasaba para tomar decisiones. Las encuestas reportaban un alto porcentaje, 40% de personas que dicen que si no hay un cambio político en Venezuela se van a ir. Eso es alto. Sin embargo, la capacidad de movilidad que puedan tener estas personas. En Venezuela eso cada vez se ha reducido más. Nosotros tenemos una diáspora de 8 millones de personas, y cada vez se cierran más esos espacios para poder movilizarse.
Lo que puede también estar pasando como proceso de migración de los venezolanos es que en algunos países como Estados Unidos, por ejemplo, se pueden estar dando procesos de reunificación familiar, que es lo que vimos durante los últimos tres años en todo el continente. Porque ya esta diáspora masiva, de la cual nunca había ocurrido en Venezuela, ya tiene más de desde el 2015, ya está ocurriendo, entonces hay un proceso de reunificación.
Boris Muñoz: El gobierno de Biden renovó el TPS, el Estado de Protección Temporal para los venezolanos por 18 meses más, haciéndole la tarea de las deportaciones un poco más difícil a Trump, y dándole un espaldarazo a esa diáspora venezolana. Pero vienen tiempos muy complicados para los migrantes en en todas las Américas, no solo en Estados Unidos y Estados Unidos va a poner todo su peso en cumplir la promesa de Trump de deportar millones de personas.
De esos millones, hay 800.000 o un millón de venezolanos en Estados Unidos en este momento. El planea deportar por lo menos la mitad de venezolanos. México ha dicho que recibirá algunos no mexicanos, pero necesita que muchos vayan a otros países. ¿Cuáles son esos países? Y ahí es donde está la tensión con el gobierno de Maduro. O sea, ¿va a llegar a un acuerdo, no va a llegar a un acuerdo? que va a resultar mejor para Trump que es un personaje impredecible, pero también muy pragmático. ¿Negociar o apoyar a la oposición venezolana para que eso caiga una vez? ahí están las preguntas, por eso digo que la declaración de Trump en en su red social es lo segundo más importante que pasó ese día.
Luz Mely Reyes Yo no sé realmente qué tanto peso le va a dar la administración Trump a las deportaciones hacia Venezuela. Creo que lo va a hacer de manera más simbólica, porque la verdad es que la mayoría de los que han ingresado se han regularizado de una u otra manera, es un flujo migratorio distinto a otros flujos de otras nacionalidades. Entonces, tengo mis dudas respecto a eso.
Lo que sí creo es que este proceso de movilidad se va a seguir dando en toda Latinoamérica, como ya se había previsto desde el 2015, y Colombia es el principal país receptor de toda esta migración. Colombia se va a convertir en “la Costa Rica de Venezuela”, hacia Colombia se van a ir seguramente las organizaciones, sociedad civil, los grupos articulados, porque están ahí al lado de nosotros.