“En Venezuela el ganador político es el Gobierno”

Luis Vicente León: : “Abstención fue gigante, pero la oposición está fracturada”. El reto de Capriles es articular la lucha electoral.

Del programa Esta Noche del miercoles 9 de diciembre de 2020.

Por Carlos F. Chamorro (Confidencial)

HAVANA TIMES – “No soy muy optimista, y no creo que vamos a tener un cambio radical en los próximos dos o tres años”, advierte Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis y uno de los más respetados analistas políticos de Venezuela, al evaluar el impacto de las elecciones legislativas el domingo seis de diciembre, que le permiten al presidente Nicolás Maduro recuperar el control de la Asamblea Nacional.

En unos comicios cuestionados por la oposición, por la falta de garantías y transparencia y la inhabilitación de partidos y candidatos, se produjo una abstención del 70% del electorado, y con el respaldo de solo el 20% de los votantes inscritos, el chavismo logró 227 de los 251 diputados de la Asamblea Nacional.

“Desde el punto de vista político, el ganador termina siendo el gobierno”, afirmó León, porque a pesar de las denuncias de ilegitimidad, ahora controlará el parlamento.

El analista considera que en 2021 el exgobernador del estado de Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles, librará lucha para exigir la participación en la elección regional de gobernadores, “bajo la tesis de que la participación, aún en condiciones inadecuadas, le permite a la oposición colocarse en puestos de poder y visibilidad que pueden ayudar a una lucha a futuro”.

Sin embargo, “si va a ser exitoso o no —insiste en esta entrevista con Esta Noche y CONFIDENCIAL– no soy muy optimista, pero creo que eso va a pasar”.

Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

El chavismo ganó con el apoyo del 20%

¿Cuál es resultado político de las elecciones legislativas que se llevaron a cabo el domingo en Venezuela? El Gobierno dice que ahora controla la Asamblea Nacional, y la oposición denuncia un fraude y una abstención masiva. ¿Quién es el ganador?

Desde el punto de vista político, el ganador termina siendo el gobierno, porque más allá del debate, el Gobierno controla lo que quería controlar, que es la Asamblea Nacional, que aún y cuando no sea reconocida por los países que no reconocen a Maduro, le permite validar la Asamblea con sus aliados: China, Rusia, Turquía, Irán, que son los países con los que él hace negocios, porque está sancionado.

A él le interesa que sus aliados sientan que esa Asamblea le pueda validar los acuerdos petroleros, los acuerdos energéticos, de una manera más fluida. Pero lo segundo es más importante aún, esta elección exacerba la fractura en la oposición y también debilita un poco la posición de los aliados internacionales frente a la oposición institucional y al presidente interino Juan Guaidó.

La abstención fue gigante, por supuesto que dentro del chavismo deben estar preocupados porque lo que obtuvieron fue apenas un 20% de los votos totales del registro electoral permanente, como soporte para el chavismo.

Este resultado era previsible, no es ninguna sorpresa para nadie; la oposición argumentó que no existían condiciones para ir a una elección transparente y competitiva. ¿Esta fue una decisión unánime o solamente de liderazgo de Juan Guaidó? ¿Y cuál era la apuesta de la oposición, si esto es lo que iba a ocurrir?

No, no fue una posición unánime, al final terminó siendo unánime en el G4, que es un pedazo institucional importante de la oposición y dirigida por Juan Guaidó; pero había una oposición muy fuerte, que nunca estuvo de acuerdo en ir a un proceso de abstención, no porque no creyeran que la elección era viciada, todos están clarísimos de las condiciones inadecuadas de esa elección, pero muchos sienten que la lucha electoral, la lucha política, se tiene que dar en todos los tableros, incluso en una elección no competitiva.

Ganó la propuesta de abstenerse. La pregunta es ¿Ajá, y ahora qué?… ¿Qué haces tú con esa abstención? ¿Cómo conviertes esa abstención en cambio?

La oposición está llamando una consulta popular. ¿Esto es un acto simbólico, o puede ser una plataforma para retomar la presión en las calles contra el Gobierno?

No hay ninguna forma de que tú retomes la presión de calle si no generas esperanza de cambio. Apenas el 16% de los venezolanos creen que la oposición es capaz de sacar a Maduro del poder el próximo año. Tú le estás pidiendo a la gente sacrificios: que salga, que se arriesgue, que lo metan preso, que lo maten, que le quiten las bolsas de comida o los bonos. O sea, eso es un sacrificio. Para tu pedir un sacrificio tienes que tener dos cosas, que no hay: primero, un liderazgo sólido que motiva a la gente, y no tienes ahí un líder que los mueva.

Lo segundo, muy importante, no tienes esperanza, entonces, por qué voy a asumir yo un riesgo si no creo que va a funcionar. o que se habitúe, eso es lo que está pasando en Venezuela en este momento.

Por el otro lado, esa idea de cómo un Gobierno autoritario, sin el reconocimiento internacional no puede gobernar, como ocurre en el caso de Maduro, y estas elecciones no han tenido reconocimiento de la OEA ni de la Unión Europea ¿Maduro puede seguir en el poder sin legitimidad democrática, sin legitimidad internacional?

Absolutamente. Es que, además, lo hemos visto, estamos hablando en Venezuela como si estuviera nuevo, pues, que no reconocen a Maduro en el Congreso. ¡Por Dios! La Asamblea de Guaidó, desde el inicio, cuando no era Guaidó, cuando era Ramos Allup el presidente, el primer presidente, nunca pudo emitir una ley, que fuera de obligatorio cumplimiento, todas las rechazó el Tribunal Supremo de Justicia y después lo declaró en desacato; no hubo un acto administrativo de control o de auditoría. Es decir, Maduro sustituyó ese vacío con la Asamblea Nacional Constituyente y con el Tribunal Supremo, y con eso gobernó, y te diría que hoy es más fuerte que en febrero de 2019.

El reto de la oposición

Pero está gobernando en medio de la peor crisis económica de la historia de Venezuela, de una crisis humanitaria, y con un apoyo político del 20%. Has mencionado ese control institucional, pero también tiene también el apoyo de las Fuerzas Armadas. ¿Cuál es el pilar fundamental que le permite a maduro seguir en el poder?

El primero es la ausencia absoluta de articulación opositora para una lucha que permita presionar las negociaciones políticas, y creo que, sin tener la fuerza de negociación y tampoco mucha disposición de la negociación, bueno, tampoco. Entonces por ahora, todavía estamos muy lejos de la posibilidad real de que Maduro esté en peligro, creo ha sido una suerte, para Maduro, la oposición.

El próximo año en Venezuela habrá elecciones de gobernadores; más adelante se abre una ventana para una posible convocatoria a un referéndum revocatorio del presidente. ¿Cómo se llega a una negociación? Si Maduro no puede ceder, ni negociar en frío, esto tendría que desembocar en el contexto de una gran presión nacional e internacional.

No soy muy optimista, y no creo que vamos a tener un cambio radical en los próximos dos o tres años, esa es mi percepción personal, pero te voy a dar un escenario posible para la pregunta.  En efecto, en el año 2021 vienen las elecciones de alcaldes y gobernadores; la oposición tiene alcaldes y gobernadores. Ellos, básicamente ahora, van a ir a esa elección; y,  además son actores que controlarán regiones, zonas, recursos.

Creo que Henrique Capriles va a terminar articulando una lucha fortísima para exigir la participación en la elección regional bajo la tesis de que la abstención te deja sin nada, y la participación, aún en condiciones inadecuadas, le permite a la oposición colocarse en puestos de poder y visibilidad que pueden ayudar a una lucha a futuro, y va a conseguir una cosa que no tenía en este momento, y es la Administración Biden.

En la Administración Biden, van a estar más interesados en ver el tema venezolano de manera multilateral y no de manera unilateral, y eso los va a acercar a la Unión Europea, al grupo de contacto, a los negociadores de Noruega, para buscar una solución que pasa por una negociación.

Es decir, vamos a las condiciones electorales aunque Maduro esté en el poder, aunque no haya ningún cambio de Gobierno. Y lo segundo es, que los demócratas tienen mucho más interés en los temas humanitarios, y creo que ahí van a haber unas permeabilidades que pueden llegar a buscar negociaciones contra sanción por conseguir la posibilidad de flexibilizar, de alguna manera, el tema o la vida de los venezolanos, a cambio, quizás, de algunas mejores condiciones electorales.

Al salir el presidente Trump, ¿la oposición venezolana estaría esperando que sea la administración Biden o la Unión Europea, que de alguna manera ejerza esa presión frente al Gobierno de Maduro, o asumirán su responsabilidad, en el sentido de que la pelota más bien está en la cancha de Venezuela?

Ahí está el gran debate. El Gobierno interino, la oposición institucional, terminó completamente dependiente de la posición internacional: no tiene un aparato de lucha interno; ha quedado dependiente de la posición americana, que es su aliado principal.

María Corina (Machado) es tan dependiente como Guaidó, porque ella plantea la tesis de que la única forma de sacar a Maduro es que vengan los marines, y que la comunidad internacional saque por la fuerza al Gobierno venezolano. Ese como el clímax de la dependencia externa.

El único que está aquí más fuerte con el tema de rehabilitación opositora es Henrique Capriles. Es, además, un actor muy sólido en los  grupos de alcaldes y gobernadores opositores existentes;  y acuérdate que él está en el partido más importante desde la Asamblea. Entonces creo que ahí va a haber un intento de rescate del liderazgo de Capriles, que va a ir más a la articulación interna y a la presión de negociación, buscando la ayuda internacional, pero no siguiendo la instrucción internacional sino utilizándola como condimento y apoyo de lo que estamos viviendo en este momento.

Si va a ser exitoso o no, regreso al principio, no soy muy optimista pero creo que eso va a pasar.

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