En los juicios políticos de Ortega “se criminaliza la democracia”

Entrevista con el nicaragüense Manuel Orozco de Diálogo Internamericano

Manuel Orozco

El politólogo, acusado en ausencia, explica su labor para promover el diálogo y la democracia: “Todos los presos políticos son inocentes”

Por Confidencial

HAVANA TIMES – El politólogo Manuel Orozco fue acusado en ausencia por la fiscal auxiliar Heydi Estela Ramírez Olivas, de supuestamente coordinar a los opositores nicaragüenses que presuntamente “conspiraron” contra Nicaragua. Estos opositores son Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Violeta Granera, Tmara Dávila, José Adán Aguerri y José Pallais, quienes fueron enjuiciados en la cárcel El Chipote en una audiencia inicial este viernes.

Orozco está radicado en Washington y considera que el juicio es “un trabajo político para oxigenar el apoyo de la base militante del Frente Sandinista”, que participará en las próximas elecciones de noviembre con el “apoyo” de partidos zancudos, luego de descabezar a los partidos de oposición.

La fiscal señaló en la acusación que “desde el año 2009, Manuel Orozco se encuentra vinculado con el financiamiento de campañas desestabilizadoras, mediante una red de enlaces de organizaciones políticas y medios de comunicación, con los cuales ha venando y presionando para destituir con métodos violentos al Gobierno de Nicaragua”.

En una entrevista que se transmitirá este domingo en el programa Esta Semana a través de You Tube y el Facebook de CONFIDENCIAL, el politólogo explica la labor que desarrolló desde el Diálogo Interamericano, en foros y encuentros en que incluso participaron representantes del Gobierno como el vicecanciller Valdrack Jaentschke y el embajador de Nicaragua en Washington, Francisco Campbell, quien externó una crítica positiva sobre su gestión en pro de la defensa de la democracia en Nicaragua.

Este viernes se llevó a cabo una audiencia judicial en la cárcel El Chipote contra siete presos políticos: Arturo Cruz, Felix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Violeta Granera, Tamara Dávila, José Adán Aguerri y José Pallais, en la que te acusan, en ausencia, de ser el coordinador de una supuesta conspiración en contra de la soberanía nacional. ¿Tiene esta acusación algún sustento jurídico?

No, esto es un trabajo político para oxigenar el apoyo de la base militante del Frente Sandinista pero en términos prácticos no hay ninguna base legal ni jurídica que sustente las acusaciones. Aparte de que el contenido de todas las acusaciones es falso, hay información ahí que es completamente inventada por parte de quienes trabajaron en esa acusación.

La acusación alega que desde el 2009 has estado realizando desde el Diálogo Interamericano, un trabajo para promover la desestabilización del gobierno por medios violentos.

Es totalmente falso. En otras circunstancias, sería risible, pero desafortunadamente son acusaciones serias y también hay muchos colegas en la cárcel con este tipo de acusación falsa. Yo tengo 30 años de trabajar a nivel mundial, reconocido por el esfuerzo que hago con migración y desarrollo y también con gobernabilidad y democracia en países de centroamérica.

Mi trabajo tiene que ver predominantemente con inclusión financiera, fortalecimiento del sistema con partidos políticos y de ninguna manera esos componentes tienen que ver con amenaza o menoscabo del Estado nicaragüenses y por el contrario, fortalecimiento del Estado de derecho y espíritu democrático nicaragüense. Mi trabajo habla por sí solo, la gente lo reconoce, está a la vista pública.

Es una falsedad, es un esfuerzo de crear una línea de tiempo de parte del gobierno de Daniel Ortega, de ir sustentando sus propios argumentos de lo que ellos llaman el intento fallido de golpe de Estado, el cual es una narrativa que se inventaron para defenderse ante el movimiento azul y blanco que surge en 2018.

La acusación presenta como prueba la creación de un grupo de trabajo de Whatsapp supuestamente para canalizar fondos y desestabilizar al gobierno de Daniel Ortega.

Esa es parte de la retórica que ha existido en el Gobierno de creer que el mundo le da plata a movimientos para subvertir el totalitarismo orteguista, pero realmente ahí no hay ningún tipo de realidad en relación con esa acusación. En el 2018 se creó dentro del Diálogo Interamericano una comisión internacional conformada por 16 miembros que se llama el Task Force o la Comisión de Política y Mediación en Nicaragua.

Es un grupo público promovido por el esfuerzo del diálogo interamericano que tiene como propósito promover el diálogo interno, incluso la coordinación y conversación con el gobierno de Nicaragua. El Diálogo Interamericano tuvo, en 2018, por ejemplo, como invitado a quien era en ese momento el vicecanciller Valdrack (Jaentschke) para hablar sobre la crisis política nicaragüense hemos tenido reuniones con Francisco Campbell, quien admitió que el trabajo del Diálogo Interamericano era importante para Nicaragua. Sí, en su momento hizo su acusación. Dijo que Carlos Fernando Chamorro era un golpista, lo dijo enfrente de otros embajadores de la OEA y resultó gracioso enfrente del resto de participantes.

Pero esta es una comisión que tiene miembros como Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga, Violeta Granera, así como Laura Chinchilla, Eduardo Stein, vicepresidente de Guatemala y el encargado de la Comisión de Acnur y Naciones Unidas sobre refugiados venezolanos. Es un esfuerzo que trata de visibilizar la crisis política nicaragüense y encontrar soluciones negociadas y mediadas para una transición política democrática de Nicaragua.

Los otros acusados por esta supuesta conspiración, se encuentran presos y no pueden defenderse, están siendo enjuiciados en la cárcel.

Esa es la lógica de un país comunista de los años 60. Por ejemplo, en Alemania Oriental es básicamente todo el procedimiento que ha utilizado el Estado totalitario históricamente, solo que es un concepto anacrónico. El orteguismo ha diseñado la estructura legal que consiste en considerar cualquier tipo de actividad democrática como una amenaza contra el Estado. Entonces despliega a la Policía con el propósito de detener a todos los que considera una amenaza y posteriormente montar una acusación legal como una formalidad simplemente para montarles el juicio y acusarlos. Este derecho a la defensa no existe en ese contexto sino que está eliminado porque lo que hace el Estado es criminalizar la democracia.

Los derechos constitucionales están ausentes. Arturo Cruz es un profesor universitario, Violeta Granera lleva más de 40 años de vida cívica promoviendo derechos humanos y participación ciudadana desde todos los contextos, incluso trabajando con sandinistas.

La única lógica que tiene esto es de comprimir la represión para salirse de las elecciones y declarar la victoria, ya estos dos meses, van a terminar las acusaciones y entrar a la fiesta electoral del régimen y decirle a su base que todo está bien. La apuesta es que menos de dos millones de nicaragüenses lleguen a ir a elecciones. Ellos ya lo vienen anunciando que van a ganar por un 65% de voto electoral. El show está montado desde hace tiempo y esa es la narrativa que han venido desarrollando, pero el sacrificio que están creando dividiendo al país y causando dolor encarcelando a mucha gente, todos inocentes es totalmente desproporcionado.

Qué impacto internacional puede tener este juicio político por supuesta conspiración. El gobierno envió a través de la cancillería un documento a las misiones diplomáticas diciendo que están defendiendo el Estado de derecho, ¿le dará alguna credibilidad al gobierno condenar a los acusados?

No, el gobierno no tiene ninguna credibilidad internacional. Para el resto del mundo Nicaragua es una dictadura, algunos asocian esta dictadura con los eventos políticos en Bielorrusia, por ejemplo, Nicaragua está siendo asociado como un régimen totalitario, sus únicos aliados son Rusia, Irán, Corea del Norte. Si mediante ese estándar medís lo que significa la comunidad internacional pues Nicaragua está totalmente aislado. Y no solo aislado, sino que también está siendo condenado por los abusos que ha venido realizando una y otra vez y todos tienen claro que el propósito es simplemente eliminar la oposición, a la disidencia, criminalizar la democracia y concluir con un proceso electoral fraudulento. Después de esto, la comunidad internacional no va a reconocer al orteguismo.

Qué impacto podría tener entre los miles de nicaragüenses que viven en el exterior, en Costa Rica, Europa, el hecho de que te acusen de forma criminal, esta es una criminalización del esfuerzo por promover la diplomacia y también por el esfuerzo de promover la solidaridad, ¿cómo puede impactar entre los nicaragüenses?

En este momento la c solidaridad que se ha producido de parte de organismos internacionales, de organizaciones de derechos humanos, pero también de la diáspora misma ha sido gigantesca. Ha habido una reacción de decepción, frente a lo que hace el régimen, creo que la diáspora particular se siente aún más amenazada y la reacción inmediata es que los 750 000 nicaragüenses que existen en el exterior más los 100 que han salido este año están reenviando el mensaje a sus familiares en Nicaragua del Estado de represión en que se encuentra el país. Tus derechos están siendo amenazados por el Estado totalitario.

¿Puede esto provocar una suerte de silencio, de temor, de autocensura entre las comunidades nicaragüenses en el exterior. El hecho de que te estén acusando en ausencia?

Yo creo que la mayoría de las organizaciones está reaccionando más bien por la vía opuesta. Se están organizando, movilizando, y cómo reconstruir la oposición nacional desde afuera, lo que no significa hablar de gobiernos provisionales ni nada de eso, sino más bien mantener la lucha cívica desde afuera, pero con conexiones internas. Hay muchas formas en cómo va a interpretar el régimen orteguista sobre cómo se está organizando la comunidad internacional, pero la diáspora es una parte integral y ellos van a aumentar su voz en contra. He recibido contactos de diferentes organizaciones de la diáspora que se están organizando y movilizando su opinión. El trabajo de Bianca Jagger, que está muy activa y le hace saber al Banco Centroamericano de Integración Económica de las inconsistencias que son de seguir financiando una dictadura cuando la dictadura está reprimiendo a la población de una forma exagerada.

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