El pocito de la Virgen de Candelaria

By Ivett de las Mercedes

El pocito de la virgen.
El pocito de la virgen.

HAVANA TIMES — El Pocito de la Virgen de Candelaria tiene una leyenda perdurable.  Pablo Florencio Piñeiro Suárez y su esposa Mercedes Núñez llevan 52 años de matrimonio y juntos han sido fieles custodios de ese sitio. En el escudo municipal, expuesto en el museo, aparece la imagen como figura histórica.

Havana Times: ¿Desde cuándo conoce el Pocito de la Virgen?

Pablo Piñeiro: Vine para Candelaria el día 24 de diciembre de 1945, tenía diez años. Antes vivía en Artemisa. Conozco este pocito desde que nací, porque mi abuelo me hablaba mucho de él; tengo 80 años. Todo este lugar era un guayabal,  existían pocas casas. El agua del pocito se utilizaba para beber y los demás quehaceres. Con el tiempo se fue construyendo este barrio que se llama Barrancones.

HT: ¿Por qué se mudaron para esta casa?

PP: Cuando nos mudamos ya estábamos casados Mercedes y yo.  Queríamos vivir en esta casa de mampostería al lado del pocito, tuvimos que hacerle algunos arreglos, pues estaba en muy mal estado. Mis tres hijos se criaron tomando esa agua.  Me llamaba mucho la atención las tejas que tiene dentro, nunca he visto una igual, cuando alguna  se desprendía y caía dentro del agua, hacía un sonido hueco; tengo ese sonido en la memoria.

Mercedes junto al pocito.
Mercedes junto al pocito.

Hace años nos visitó un grupo de Islas Canarias y mi esposa se hizo una foto frente al lugar, cuando aquello no tenía guacal ni urna. Tiene una profundidad de cuatro varas, lo sé porque una vez fumigaron y como murieron ranas y majaes, el agua cogió mucha fetidez. Coloqué una escalera y bajé. A cubos saqué el agua, pero se llenaba demasiado rápido porque en el fondo hay tierra y un manantial que no cesa de verter.

HT: ¿Sabe quién lo construyó?

PP: No lo sé. Vi un programa que se llamaba Catálogo Cubano y decía que la construcción databa del año 1840. Han venido varias personas a preguntarme. Hice mis investigaciones. Antes aquí había descendientes de esclavos, mis tatarabuelos y bisabuelos conocían de este sitio, saqué cálculos.  Respeto la información del programa, pero el pocito data del año 1798 a 1800.

Un alcalde católico llamado Melecio Santos  González  fue el que hizo la urna, las tejas no sé cómo las pusieron.La imagen que había de la Virgen se la llevó un señor, secretario del juzgado, para restaurarla en un convento en La Habana; nunca regresó.

Después, una señora donó una virgen y Marcos Méndez, el que se ha encargado de darle vida a este sitio, la restauró. Marcos es el que ha comprado los asientos, los materiales para hacer la entrada,  pintura, luces.  El cura de la iglesia le dijo que si fuera patrimonio del templo lo ayudaba, pero eso es patrimonio del municipio de Candelaria.

La familia junto al pocito.
La familia junto al pocito.

HT: ¿Actualmente ustedes son los únicos que se benefician con esta agua?

PP: Ahora no viene nadie porque existe acueducto. Había un señor que le decían Compín, su negocio era trasladar el agua en cubos hasta las casas. Con ese líquido nosotros regamos las plantas, limpiamos, lavamos la ropa.

HT: Cuénteme sobre la historia de la Virgen

PP: Encontraron una imagen dentro del agua. Según cuentan, hace años hubo mucha sequía en el pueblo. Los habitantes no llegaban a 4000. Un hombre tuvo una visión y comenzó a cavar un pozo, la Virgen le dijo que iba a encontrar el agua que buscaba, que ella era la Virgen de la Candelaria o de la Luz. Mientras el hombre cavaba iba humedeciéndose la tierra hasta que se hizo el pocito.

Hay muchas versiones con respecto a la Virgen. Aquí venía una señora de La Habana que su esposo era ciego. Traía unos pomos y se lo llenábamos de agua antes de que saliera el sol. Supimos que el hombre recobró la visión. También dicen que quien prueba esa agua no se va de Candelaria.

HT: ¿Usted cree que ese pocito está abandonado?

PP: Sí está olvidado, y es una lástima que no le presten atención a un lugar que es patrimonial y no solo por lo autóctono, sino porque el agua es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de  vida.

El agua dentro del pocito.
El agua dentro del pocito.

Han venido a clausurarlo por el problema del mosquito, como han cerrado muchos pozos para llenarlos de basura. Esta agua no tiene peligro de contaminación porque está bien cerrado con su tapa de metal, nosotros tenemos precaución. A veces llegan visitantes extranjeros y les hablamos de él, también profesores de las escuelas con sus alumnos.

El día 2 de febrero,  Día de la Candelaria, se reúnen muchos pobladores recordando a los candelariences  ausentes y también se rememora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén  después de su nacimiento, y la purificación de María. Este es el único pozo que ha existido en Candelaria con estas características. Siempre le salimos al paso a los que vienen con ideas diabólicas. No lo va a destruir nadie, perdurará toda la vida.

HT: Con la fe que usted tiene ¿ha visto alguna vez a la Virgen?

PP: No, no la he visto nunca, solo en sueños. Eso de que alguien la vea es un milagro, pero nosotros la vemos como expresó San Pablo de Tarso una vez que llegó a un lugar y vio un monumento que decía “Dios no conocido”, y él le dijo: de ese Dios no conocido es del que le voy a hablar, porque ese no vive en conventos, sino en nuestros corazones. El Pocito de la Virgen es parte de nuestra vida, mis hijos y nietos cuidarán también de él.

3 thoughts on “El pocito de la Virgen de Candelaria

  • Conozco el pocito de la virgen de candelaria, me trae muy buenos recuerdos ver la foto y tambien saber que le han dado vida a un sitio que es patrimonial. Rescatar estos lugares hermosos y darlo a conocer por los diferentes medios es algo único.

  • Hay muchas historias como estas que estan en el olvido, desgraciadamente se le da mucha importancia a cosas superficiales y no de donde realmente crecimos. No sabia que existia este pocito y me alegra saber que personas como Pablo y su familia cuidan de este sitio. Me gusta mucho leer entrevistas así, es bueno leer y conocer tanto de politica como cultural pero tambien temas sociales como estos. Me gustaria seguir disfrutando de entrevistas de este tipo.

  • Viví un tiempo en Pinar del Río y allí se hablaba mucho de este pocito. Pensé que ya no existia. Recuerdo que mis abuelos hablaban de los milagros de esa agua y de como iban muchas personas en tiempo de sequía. Me trae muy buenos recuerdos leer este articulo. Es una lastima que otros lugares patrimoniales esten en extinción y que no se pueda hacer nada.

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