El Mensajero

Irina Echarry

Carlos the gas delivery man.

Carlos anda de un lado a otro arrastrando una carretilla.  Sonríe como si no le pesaran los 19 kg de cada una de las balitas de gas que transporta.  Muchos no conocen su nombre, pero casi todos en Alamar saben que es el mensajero del 18 Plantas.

En la década del 90 se sustituyó el gas de la calle por balitas individuales.  Las personas, acostumbradas a que el gas llegara solo, hasta las hornillas de sus cocinas, tuvieron que comenzar a buscarlo en los puntos de venta.  La venta era en horario laboral (luego lo extendieron un poco) y la carga recayó en las mujeres que no trabajaban o lo hacían cerca de la casa o en las personas de la tercera edad.  Entonces surgieron los mensajeros.  Acerquémonos a uno de ellos.

¿Cuánto tiempo llevas en la mensajería?

Hace alrededor de diez años que lo hago.

¿Por qué este trabajo y no otro?

Primero me da el diario…el dinero fijo que entra día a día… 20 pesos que te busques en una mañana ya es algo, suma día a dia.  Es mi sustento fijo.  Resuelvo y la vez me permite hacer otras cosas.  He pasado cursos de dibujo, de arte.  He tenido trabajo estatal por un tiempo, pero no he dejado la mensajería porque  me permite comprar la comida y darme algún lujito.

¿Cómo es eso del dibujo?

Me gusta dibujar, lo hago por inspiración, cuando estoy solo agarro una cartulina y me pongo a dibujar.  Cuando trabajaba con el grupo Omni Zona Franca hice muchas máscaras para las fiestas del festival de Poesía sin Fin. No he pensado en una expo personal, pero la Galería Fayad Jamis ha exhibido algunas de mis máscaras de papier maché, con semillas, plumas…

¿Qué hacías antes de ser mensajero?  ¿cómo te ganabas el diario?

Siempre busqué un medio de buscarme mi dinero: vender pan, dulce. Salía a la calle a jinetear, me dio resultado por un buen tiempo, ahora está difícil, no es que haya más o menos extranjeros, el problema es que los extranjeros están más ariscos, es como si alguien les hablara y los alertara de la situación en Cuba, también es que hay gente que no actúan muy bien y los estafan, yo nunca hice eso.  Lo que hacía era relacionarme con ellos y de ahí sacaba algo, sobre todo amistad.

Trabajé como ayudante de pailero, haciendo telares, con un aparatato de cortar vigas de acero o hierro.  Todo automatizado, solo tenía que ajustar el equipo… y también ayudaba en la soldadura de los telares.

¿En qué consiste el trabajo de mensajería?

Mi trabajo consiste en la entrega a domicilio de la calabacita de gas.  La mayoría de los apartamentos de mi edificio son mis clientes, además de gente de otros lugares que me han visto y me lo piden.

Vives en un 18 plantas, cada planta tiene 8 apartamentos, si la mayoria de ellos son tus clientes, pues tienes mucho… Entonces ¿es mejor esto que trabajar para el Estado ganando 300 o 400 pesos a month?

Claro, no tengo jefe y es una entrada diaria. Si hago 20 pesos en una mañana, súmalo por los 30 días del mes… son 600 pesos que me van cayendo poco a poco.

Pero en verdad es raro cuando tengo un solo cliente al día, la mayoría de las veces son dos o tres. Suma pa que veas, la ventaja es amplia.  Aunque hay días en no tengo ni uno…pero no se echa a ver

¿Los clientes acuden a ti o tú los reclutas?

Mira a mí se me ocurrió la idea un día, un vecino me prestó la carretilla y yo lo salvo a cada rato, por ejemplo el gas de él no se lo cobro.  Poco a poco fui diciéndole a la gente: oye, si te interesa que te busque el gas aquí estoy, son 20 pesos, ¿te cuadra?.  Y así fui acopiando clientes, otros de acercaron porque me veían pasar.

¿Y el día que no quieres trabajar?

A mí me gusta que los clientes estén complacidos,  si hay alguno apurado porque no tiene con qué cocinar, yo trato de comprar su balita antes de perderme, si no entra el gas no es problema mío, pero si puedo resolver lo hago porque me gusta quedar bien con la gente.  Yo garantizo las mañanas para trabajar, luego hago lo que quiera.

¿Si quitaran las balitas de gas a qué dedicarías?

Bueno, me buscaría un trabajo…si me veo obligado me lo busco.  Puedo hacer cualquier cosa como vender frutas.  En la campaña antivectorial (los mosquitos) no tenía un trabajo tan complicado, puedo volver, o me  uno de ayudante a un cuentapropista…

¿En una fábrica no?

En una fábrica no me gustaría mucho, por el horario, tendría que estar las ocho horas ahí, pero si es algo interesante puedo hacerlo…también puedo dedicarme a hacer collares.

¿Eres artesano?

Sí, me gusta, los hago de vez en cuando de bambú, madera, caracoles… Los hago yo mismo y los vendo en la playa.  Con un poco de hilo, semillas, hago unos diseñitos y los vendo.  La historia de la venta es dejar la cara en la casa para que no te dé pena y dialogar con las personas.  Generalmente me pongo uno de muestra, no hago propuestas de nada, espero que se interese, pero si no ocurre yo busco el interés en la persona.  Mira, voy a tener un presente contigo, toma una manillita, pero de todas formas yo vendo si te interesa, ya sabes…y así…

Cuéntame un día de tu vida.

Me levanto por la mañana, escucho un disquito de quisomba, música africa, que me gusta mucho.  Eso es para entrarle al día relajado.  Compro las balitas, busco el pan, si hay algo que falta de comida y tengo el dinero garantizo eso. Si hay que ir a la bodega…

¿Eres tú quien hace los mandados de la casa?

Sí, soy el que estoy aquí, mi madre trabaja.  Por la tarde me voy a la playa, me gusta ir después de las tres, hay mucho sol ahora en el verano.  La playa me relaja mucho, me quita el estrés.  Llego allá a las cuatro, menos gente.  Vuelvo a la noche relajaito, a veces me siento en el parque más cercano.  Y luego voy a dormir.   Así es un día común de mi vida entre semana.  Los fines de semana es otra historia, los dedico a mi familia, voy a ver a mi abuela, a mis primos… así.  Voy a conciertos, exposiciones.

¿Qué tipo de música te gusta escuchar en vivo?

No tengo un lugar fijo, hago las cosas improvisadas.  Puedo ir a un concierto de rock, hay grupos interesantes por ahí, de reggae que es la música que más me gusta.  El jazz también lo sigo bastante, pero el reguetón no.  Las exposiciones pueden ser de pintura, de artesanía o de fotografía, voy a todas las que puedo.   Me gusta el arte, lo vivo… más que soñar con llegar a ser un gran artista, prefiero vivirlo más.

Alguien me dijo que eres rastafari

No me considero un rastafari, me identifico con algunas cosas y con otras no, pero hay características de ellos que me atraen, el amor a las personas, a la naturaleza.  Subir una montaña y respirara allá arriba el aire puro.  Me llena el contacto con los animales, vivir la vida.

¿Piensas en el futuro?

Antes sí pensaba mucho, pero me da mucho miedo, es como si se me fuera a ir la vida pensando en el futuro.  Yo vivo el día a día y hago las cosas que me gustan a diario, siempre algo bueno.  No quiero ni me interesa imaginarme lo que puede ocurrir, tomo la vida como venga.  Estar bien en el presente para que el futuro llegue bien, traiga cosas buenas.  Esa es la talla.

¿Que es lo que más te gusta de Cuba y lo que menos?

¿Primero que todo lo que más me gusta es la gente.  No importa las características que tengan.  Los admiro como sean, el que es loco y se mete conmigo pa la montaña, el que siempre está estresado por el trabajo, la comida, a todos los miro y los admiro, aprendo de ellos.  Cada cual tiene su drama.  El cubano es muy auténtico, activo, es muy diferente, he conversado con gente de diferente países y he visto el contraste.  Me llevo bien con todo el mundo.  El cubano es muy original, muy expresivo.  Sabe que se pasa trabajo, que las cosas no están como uno quisiera, pero se adapta de cierta manera a llevar su vida y lucha por sobrevivir.  Es lo que veo yo.

Y lo que menos me gusta es la hipocresía del sistema.

Pero este sistema lo ha hecho esa misma gente que tú admiras

Carlos con las balitas de gas.

Sí, es cierto.  Somos humanos,  a veces somos hipócritas.  También veo que la gente a veces no quiere hacer ciertas cosas y se ve obligada porque necesitan cuidar el puesto o conseguir un buen trabajo.  Doble moral.  Mantienen una imagen que no refleja lo que sienten.

En cuanto al sistema, a veces prioriza al que no es cubano, le dan la posibilidad a otra gente que no tiene nada que ver con nosotros.  Mira, qué me dices de la prohibición para viajar.  No quiero irme definitivo, pero me encantaría salir y conocer lugares interesantes, me gustaría ir a África, a mis raíces… pero no puedo por medidas absurdas… si tengo que doblar el número de calabacitas para ahorrar dinero para el viaje lo hago.

¿No tienes miedo de que el esfuerzo físico te haga daño?

Miedo no, pero tomo mis precauciones.  Me pongo una faja para la cintura.

¿Haces ejercicios regularmente?

Sí, en mi casa hago ejercicios para estirar los músculos,  sobre todo cuando tengo un día intenso, hago planchas, cuclillas.

Pero tienes una ventaja: los elevadores.  En mi edificio no hay y los mensajeros tienen que cargar la balita por la escalera.

Casi siempre son gente mayores y da pena el peso que hacen.  Yo tengo esa suerte, pero la tirada es larguita desde el punto de venta hasta el 18 plantas…  Cuando se rompe el elevador, imagínate 18 pisos, dejo las balitas en  la planta baja y cada uno recoge la suya.  Pero hay viejitas que viven solas, a esas se las subo hasta la casa por las escaleras.

¿Has pasado algún susto en el trabajo?

No, estoy muy pendiente de que no se me pierda la libreta, a veces me las llevo encima para mis andanzas. De enfermedad nada por el momento.  En un futuro puede ser que salga algo.  Y fuera de eso, un día se me acercó un inspector de comunales diciendo que el carrito que uso para cargar el gas tenía las rueditas de los tanques de basura.  Eso no es cierto, le dije que no le iba a dar el carné y que mirara bien antes de interrogarme.  Más nunca he tenido problemas.  La policía me ve, sabe que ese es mi trabajo y nunca me han molestado ni me han preguntado si tengo licencia o no.

¿Piensas estar mucho tiempo en esto?

Mira, yo no me siento dependiente de este trabajo, ahora lo hago pero cuando decida dejarlo…  No es nada definitivo.  Cuando llegue el momento cambio.  Por ahora me gusta porque lo mato en par de horas y tengo el día para mí.  Yo hice la Facultad haciendo la mensajería y trabajando en la Campaña, tres cosas.

Quedaba como si me hubiera pasado el día entero trabajando y hacía lo mío entre una cosa y otra.

Lo puedo dejar, solo que ahora estoy más cómodo.  La juventud cubana está dividida en dos: unos que quieren hacer cosas y otros muy desanimados, como frustrados, sin deseos de nada, inseguros.

¿Tú te sientes seguro?

Estoy viviendo mi vida. A partir de los 30 siento que estoy haciendo lo que quiero, tranquilo.  Ahora quiero tener una vida más organizada, tener mi hijo, no me preocupa que la situación económica esté difícil porque  a la vez que tienes un hijo haces lo que tengas que hacer para darle lo que necesita, sabes que tienes que hacerlo y le buscas las condiciones para que crezca sano. Lo mismo que haces por ti, debes hacerlo por la criatura, sin drama, con amor.

Entonces ¿consideras que tienes una vida tranquila?

Sí, tranquila, tengo la vida que quiero, para qué aspirar a otra si es esta la que me tocó.  Si mañana estoy mejor, bueno, pero ahora ésta es la que disfruto. Yo estoy bien con lo que tengo.  No soy millonario, pero con el dinero que me busco hago cosas que deseo, voy a donde me siento bien,

One thought on “El Mensajero

  • lo mas triste es la personas que viven en el oriente del pais,como mayari abajo alli,no hay ni gas ni cocina de gas,tienes que cocinar con carbon es terrible,he visto a mi madre por mas de 50 anos ,pasando el trabajo y comprando rrobado petroleo ,para poder hacernos un plato de comida ,ahora le quiero comprar su cocinita de gas y de que me sirbe ,si desgraciadamente ,nunca se han interesado nadie del govierno por ver esta situacion que se vive alli y como eso millones de cosas mas,si hay nuevas leyes,por favor que traten de resolver esta situacion a las pobres gentes que viven alli,ya que todo es para la habana y oriente que se joda.
    salud gracias.

Comentarios cerrados.