El Canciller de Costa Rica sobre la crisis de refugiados de Nicaragua

Costa Rica espera más nicas a finales de 2019. 

Canciller:  mientras no se normalice la crisis de Nicaragua, “continuará la migración”

El canciller de Costa Rica, Manuel Ventura.

Servicios están desbordados, pero Presidencia no decreta emergencia humanitaria. Investigan muerte de nica:“Aquí no hay impunidad”

 

By Carlos F. Chamorro  (Confidencial)

HAVANA TIMES – El gobierno de Costa Rica estima que a finales de este año podría aumentar la ola migratoria de nicaragüenses, producto de la crisis política provocada por la dictadura, y llegar hasta 100 000 solicitantes de refugio, desde que inició la crisis en abril del año pasado.  Mientras “no se normalice la situación en Nicaragua, seguirá aumentando el número de nicas en este país” admitió el canciller Manuel Ventura.

Sin embargo, Costa Rica no contempla decretar una emergencia humanitaria para solicitar más ayuda internacional ante una situación que, reconoce, está desbordando la capacidad de atención de sus servicios. “Esa es una decisión que la presidencia no ha querido tomar porque tiene una serie de connotaciones tanto a nivel interno como internacional”, explicó Ventura en una entrevista televisiva en Esta Semana. “Se está tratando de manejar las cosas de otra manera”, indicó.

Desde que estalló la crisis de abril en Nicaragua, más de 65,000 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica para protegerse de la represión de la dictadura. Sin embargo, un año después la mayoría de los refugiados enfrentan una situación económica y social precaria, y demandan atención urgente a las autoridades. ¿Que responde el gobierno costarricense?

Esta semana firmamos un convenio con la OEA muy importante por la suma de 650, 000 dólares destinados a los migrantes nicaragüenses. Para ayudarlos de una forma u otra. Tenemos en proceso como doce proyectos más con la comunidad internacional para dar esa ayuda. Estamos conscientes de que mucha gente viene aquí, pasa migración, se le da su tarjeta y no pueden trabajar hasta unos meses después. Mientras tanto, ¿qué hacen? Han tenido la suerte de que muchos tienen familiares aquí pero otros muchos no tienen. Es una situación difícil comer tres veces al día en esas circunstancias.

¿Cuál es la envergadura de este problema social y humanitario? ¿Cuántas personas de Nicaragua han solicitado refugio desde abril del año pasado?

Aproximadamente poco menos de 60, 000, poco más de 60, 000. Se esperaba que lleguen a 100, 000 a final de este año. No es corroborado esas cifras últimamente, pero sí es un problema muy delicado, y gracias a la comunidad nicaragüense muchas de esas personas en el exilio han recibido comida dos veces al día, techo y paredes para dormir.

¿Cuántas de esas personas han podido obtener el carnet temporal? ¿Cuántos tienen premiso de trabajo?

Es una proporción relativamente baja, porque tenemos un procedimiento migratorio limitado. No son muchas las personas que trabajan allí (migración), y los procedimientos nuestros son burocráticos. Una cifra exacta no se la puedo dar, pero sí sé que es una proporción baja.

Canciller, pero los servicios, las autoridades costarricenses, ¿están desbordadas por este flujo que sigue aumentando?

Definitivamente. En tanto no se estabilice y normalice la situación en Nicaragua, seguirá aumentando el número de nicaragüenses en este país.

¿Cómo enfrenta Costa Rica esta situación? Usted mencionó este proyecto de la OEA. Sin lugar a dudas aliviará a centenares de familias, pero esto es una inyección de recursos muy pequeña frente a la demanda que está planteada. ACNUR por ejemplo está solicitando un presupuesto de más de cinco millones de dólares.

Y nosotros estamos solicitando cifras altas al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo, y a algunas otras oenegés precisamente porque es una cosa difícil de manejar. Aunque en este país los niños tienen educación gratuita, así como atención en los hospitales, pero bueno eso no es todo. Se necesita trabajo. La alimentación la provee un grupo llamado SOS Nicaragua aquí. Servían 1, 500 comidas al día.

¿Por qué no decretar emergencia?

Cuando uno habla con las organizaciones que están mas involucradas en esta asistencia de emergencia como SOS Nicaragua, Cenderos y otras, todas preguntan al gobierno de Costa Rica ¿por qué no decreta una emergencia humanitaria para convocar a mayor cooperación internacional y poder enfrentar esta situación?

Esa es una decisión que la presidencia no ha querido tomar porque tiene una serie de connotaciones tanto a nivel interno como internacional. Se está tratando de manejar las cosas de otra manera. Es un tema sensible internamente.  La sociedad costarricense y las autoridades han estado abiertas totalmente a cooperar en lo que puedan con la migración nicaragüense, y han tenido las puertas abiertas. Declarar esta emergencia tiene consecuencias políticas internas un poco más serias.

¿Hay conciencia de la gravedad de este problema de migración mientras América Latina, Estados Unidos, está mirando a la migración del Triángulo del Norte?

En mi visita a Washington conversé con funcionarios del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Para estas instituciones lo que existe principalmente es el problema de Venezuela. Eso había invisibilizado el problema de Nicaragua. Pero tratamos de hacerlo patente para que tuvieran conciencia. Nos incluyeron en algunos proyectos de ayuda que estaban destinados únicamente a migrantes venezolanos en Colombia, por ejemplo, que son cifras enormes. Pero la cantidad de nicaragüenses en Costa Rica es proporcionalmente mas alta que la que tienen esos países.

Usted decía que ese flujo podría llegar a 100,000 personas este año. En Nicaragua hay proyecciones que la economía decrecerá otra vez entre -6 y -8%. Habrá mas desempleo, más pobreza, mientras se mantiene un cierre total del espacio político y las negociaciones de Ortega y la Alianza Cívica. ¿Están preparados para un incremento de la migración?

Mire, así como decirle que estamos preparados, listos cómo esperando la gente con todo lo que necesitan, no. Usted sabe las limitaciones de nuestros países, pero sí estamos dispuestos a dar toda la ayuda del caso.

 “Los policías están siendo investigados”

El lunes pasado se produjo un incidente en la zona fronteriza en territorio costarricense, en el cual familias nicaragüenses denuncian que elementos armados de la Fuerza Pública tica hirieron mortalmente a Henry Ruíz López, quien falleció. El gobierno de Nicaragua acusa a Costa Rica y demanda que se investigue y procese a los responsables de estas muertes.

Como usted sabe, aquí toda muerte se investiga. Primero, lo hace el Organismo de Investigación Judicial, la morgue en caso de ser necesario, y después se abre un proceso. Todos los policías que se vieron inmiscuidos en este problema se les han retirado sus armas y están siendo investigados, mientras se investiga qué pasó.

¿Qué ocurrió? Esto fue a dos kilómetros de la frontera de Nicaragua, en territorio costarricense.

El gobierno de Costa Rica rechaza las acusaciones del gobierno de Nicaragua sobre un supuesto uso excesivo de fuerza durante el incidente registrado la noche del 12 de agosto en territorio costarricense, en el que un nicaragüense falleció y otros cinco fueron detenidos. No se acepta que inicien una nueva campaña política en contra de Costa Rica, tal como ha ocurrido en el pasado reciente como medio para distraer de los problemas internos de ese país. Costa Rica rechaza categóricamente cualquier sugerencia que se trata de un asesinato o una captura violenta.

Los policías ¿están siendo investigados?

Eso se hace en todo caso en Costa Rica. No solo en ese caso por estar cerca de la frontera o implicados nicaragüenses. Aquí no existe esa impunidad en la que pueden matar a la gente, e irse tranquilo para la casa. Son juzgados y si son culpables son sancionados.

La dictadura ante la justicia internacional

Las violaciones a los derechos humanos que han ocurrido en Nicaragua están documentadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la ONU, el GIE. Costa Rica ha tenido una tradición de liderazgo en derechos humanos. ¿Cómo ve la crisis de Nicaragua?

Gravísima. Gravísima, porque quisiéramos tener un país vecino con pleno respeto a la democracia, los derechos humanos; ojalá no tuviera una fuerza armada

y tuviera una educación y salud generalizada. El que no tengamos ese tipo de vecinos nos trae problemas de muy diversa índole. El principal de ellos en este momento los migrantes.

Usted fue juez por muchos años en la Corte Interamericana de Derechos Humanos que está afincada en Costa Rica. ¿Tienen alguna esperanza las familias de las víctimas en Nicaragua que hoy no pueden ni siquiera presentar una denuncia porque no hay acceso a la Fiscalía, a la justicia? ¿Tienen esperanza de lograr justicia en tribunales internacionales fuera de Nicaragua?

En este momento la única vía que tienen abierta es la denuncia a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La Comisión somete esos casos a la Corte, quien sí puede sancionar al Estado por violación a su responsabilidad internacional, así como imponer al Estado sanciones y un resarcimiento a las víctimas. Sin embargo, eso no es fácil. Eso toma tiempo. Requiere de la colaboración del Estado involucrado, y en muchos de estos casos que se han dado en América Latina ha venido después este juzgamiento, esta justicia y resarcimiento. Puedo hablar de Chile, Argentina, Perú, son muchos los casos.

La OEA, y la resolución de Medellín sobre Nicaragua

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insistió en la necesidad de contar con un “listado completo” de los presos políticos en Nicaragua. // Foto: OEA

Su gobierno apoyó la resolución que aprobó la OEA en la asamblea de cancilleres en Medellín, que manda a que se restablezca el diálogo político en  Nicaragua, a que se conforme una comisión diplomática de alto nivel para que en 75 días promueva con el Gobierno  una salida política, y que retorne la CIDH a Nicaragua. Sin embargo,  al día de hoy esa comisión ni siquiera ha sido formada por la OEA. ¿Por qué?

Es una pregunta difícil de contestar. Como canciller he estado en contacto diario con la embajadora ante de la OEA, doña Monserrat Solano, precisamente dando seguimiento a la conformación de la comisión. No ha sido fácil. Muchos gobiernos son reacios a integrarse a ese tipo de comisiones.

Así que espero que a finales de la semana entrante se logre establecer esta comisión y pueda cumplir con esta labor que encomendó la Asamblea General de la OEA.

¿Tiene la OEA y las naciones que apoyaron esa resolución voluntad política para avanzar en ese proceso?. Se supone que son gestiones de último recurso diplomático en un país que se está desplomando por esta crisis de derechos humanos y falta de democracia…

Lo que es más grave no solamente es la voluntad de estos países sino la voluntad del gobierno de Nicaragua de recibir esta Comisión, de darle las prerrogativas que tienen. Y sobre todo permitirte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos volver a Nicaragua.