Dos hermanos batallan contra una enfermedad letal: “Criticar abiertamente al gobierno cubano”

 

 “Cuando hay hombres sin decoro, hay otros que tienen el decoro de muchos hombres”. -José Martí.

Por Lynn Cruz

Omara Ruiz Urquiola. Foto: cubanet.org

HAVANA TIMES – A muchos en Cuba les serán familiares los apellidos Ruiz Urquiola. En mi caso, se ha convertido en una obsesión el misterio que se cierne alrededor de los hermanos Ariel y Omara, ambos brillantes en sus profesiones.

Ella, graduada de Historia del Arte, actualmente imparte clases en el Instituto Superior de Diseño (ISDi). Se encuentra desde hace trece años batallando contra un cáncer de mamas.

Él, Doctor en Ciencias Biológicas, actualmente prisionero de conciencia, cumple la condena de un año, en el Centro Penitenciario del km 5 Luis Lazo, en la provincia de Pinar del Río.

Omara le debe la vida a una huelga que protagonizó su hermano en la entrada del Hospital Oncológico de La Habana, reclamando el injustificado faltante del medicamento que se le aplica, cada 21 días.

Omara, ¿cómo se encuentra actualmente tu salud?  ¿En el trabajo has visto alguna manifestación negativa hacia ti?

Estoy muy sobre aviso, porque tengo conocimiento de la carencia de medicamentos en el Instituto Nacional de Oncología y Radio Biología, (INOR),  y durante dos ciclos del tratamiento hubo progresión acelerada de manifestaciones físicas en mi piel, por lo que mi médico indicó exámenes de extensión para medir el visible avance de la enfermedad.

“Milagrosamente” a partir del ciclo siguiente hubo una regresión total de los síntomas. Evidentemente recomenzó el anticuerpo monoclonal que se me suministra por vía intravenosa, y del cual no tengo control, pues llega a mí preparado.

Ante la sospecha, comienzo a solicitar el bulbo vacío del medicamento, que normalmente va a la basura. Al inicio me decían que se les olvidaba y que ya lo habían botado. Luego, que tenía que pedir autorización. Hice la carta informándole al director de mi decisión de llevarme los bulbos vacíos de mi medicamento. El director, Dr. Curbelo no me recibió y en su lugar envió al Dr. Soutullo, que no supo decirme su función dentro del Hospital, dijo algo relacionado a la Seguridad y también parte del equipo de dirección.

La entrevista terminó en ofensa y falta de respeto de este sujeto de especialidad desconocida. El pasado miércoles 30 de mayo el director de la farmacia me informó, vía e mail, que el Dr Curbelo se negaba a entregarme el bulbo vacío. En esos momentos me siento bien, a pesar de todo, al parecer mi organismo es resistente, aunque por supuesto, cansada.

En cuanto a mi trabajo, las reacciones de mis colegas y alumnos han sido de solidaridad y respeto. Sin embargo, me llegó la información de que ya la dirección de la Universidad de La Habana, en la figura de Cobreiro, responsable de la expulsión de mi hermano, y otros docentes, está articulando una estrategia de acoso hacia mi persona. No ha encontrado sustrato propicio por mi archiconocida adicción al trabajo y la reticencia hasta el momento, de mis colegas por asumir tan infame responsabilidad.

¿Cómo sientes todo esto en ti, como persona y profesional de una carrera de humanidades?

La situación actual, definida por la subsistencia en condiciones de precariedad durante décadas, no solo aporta frutos diezmados intelectualmente por el desmadre en el sistema de enseñanza general, sino también permeados por el descrédito de las instancias oficialistas a todos los niveles.

La familia cubana ha sufrido demasiados desengaños y se debate entre el “estar” y una proyección de futuro sin anclajes en perspectivas reales de prosperidad en territorio nacional; por tanto prepara al relevo con vistas a emigrar.

Nadie en su sano juicio o con nociones de las dinámicas de vida en el mundo real, más allá del agua por todas partes, hipoteca el porvenir comprometiendo a los hijos con instituciones represivas.

 Así los más capaces rehúsan engrosar las filas de destacamentos militares o similares, donde los ofrecimientos de acceso a las universidades pasan por evadir los exámenes de ingreso, entre otras facilidades. 

Los más capaces entran a la universidad por mérito propio, los que no pueden enfrentar el rigor escogen el camino “fácil”, muchas veces sin conciencia, ni ellos ni su familia, de los riesgos que acompañan esa decisión.

Siento desesperanza por el aniquilamiento del relevo profesional con conocimiento de causa de la esencia de la nación cubana, que es una construcción inacabada, frustrada, avasallada y de la que lógicamente la juventud más capaz no quiere formar parte.

La prisión política en Cuba ha sido enmascarada por el concepto abstracto de contrarrevolución.  Más lejos aún resulta que se fabriquen delitos comunes, como es el caso de Ariel, en un país donde el Estado legaliza de manera verbal hasta el mercado negro. ¿Cómo sientes el hecho de que el poder legislativo se supedite al Departamento de la Seguridad del Estado?

Conocí desde mi infancia y durante mi primera juventud a miembros de la nomenclatura de la Seguridad del Estado en Cuba. A partir de los años noventa fueron la parte contrincante. Mi papá fue jefe del Grupo de Desarrollo del Ministerio del Interior, o sea, formaba parte del aparato, hasta que manifestó abiertamente y a diferentes instancias, que Cuba no podía ir a un Período Especial en tiempo de paz, que eso no estaba justificado, por lo cual la única causa era una mala política económica, la falta de visión para una estrategia de desarrollo del país y eso provocó la confrontación con las altas esferas en el Minint.

Ya había pasado lo del fusilamiento del general Ochoa, la huida del general Del Pino y en ese momento estaba en tela de juicio la incondicionalidad del sector profesional dentro de las Fuerzas Armadas. Él pidió la jubilación porque además estaba decepcionado y lo reubican en espera de la tramitación necesaria en la jefatura de Guarda Fronteras. Resultó que mi padre sufrió una condena injusta de 20 años, por un supuesto delito de acto preparatorio de salida del país. Nunca le probaron nada.

Desde entonces, sobre nosotros ha pesado ese estigma.

Aquella gente, en la distancia,  de una mirada desde 2018, se atrincheraba en ideas, cuerdas o no, pero ideas al fin y al cabo.

Hacían de todo por aquellos supuestos ideológicos, incluso renunciar a vacaciones y prebendas impensables para la mayor parte de los cubanos, porque ellos estaban trabajando…siempre había imponderables, misiones (macabras seguramente), entre ellos hablaban de ópera, de cine, de literatura, entre otros temas mundanos. Podían comer con tenedor y sabían decir buenos días.

Esos oficiales de la Seguridad del Estado en Cuba, al presente, en su mayoría, vienen de los bajos fondos, son incapaces intelectuales, por tanto carecen de las facultades para evaluar eficazmente la relación costo/beneficio de sus acciones.

Me explico, cuando los he “tratado”, son extremadamente obvios, muestran las marcas de lo aprendido en manuales de contrainteligencia, muy elementalmente.

No solo aprovechan las “merecidas” vacaciones, sino que luchan tenazmente por ellas, también por las prebendas al uso, dígase una caja de cerveza Heineken o helado (otras formas de manifestación del hambre), efectos electrodomésticos  o medios de transporte de los que jamás serán propietarios reales.

En resumen, se escudan en trincheras de piedras, plásticos, botellas y refrigeradores de alguna marca china o coreana; aúllan, muerden, intimidan y patean, sin el respaldo de las convicciones de las que, nunca se enterarán, cayeron junto al muro alemán, ese que también pretendió dividir a connacionales y sucumbió ante la aplastante realidad del curso de la vida. Pero para ellos Alemania es solo buen fútbol, en el caso de los más avispados.

Siempre que se lleva a cabo una sanción de este tipo, o sea, de conciencia, es inevitable reflexionar en cuál ha sido la acción que provocó más enojo. En mi caso lo pensé cuando me expulsaron de la Agencia Actuar.  ¿Cuál intuyes haya sido el detonante para Ariel?

Mira, Ariel ha dejado a demasiadas instituciones estatales al descubierto en cuanto a su disfuncionalidad social, desde el Cuerpo de Guardabosques adscripto al Ministerio del Interior,  el Parque Nacional Viñales el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), la Empresa Forestal y la Delegación de la Agricultura (Minagrí)

Ariel Ruiz Urquiola.  Foto: guardabosquescuba.org

Por otra parte, el  “sistema” judicial en Cuba, tendría que tomar acciones legales contra las instituciones y personas implicadas en el atropello del cual  Ariel ha sido objeto, en su finca en Viñales.

También, no tomar medidas contra él, lo cual quiere decir contra mi familia, mostraría la validez de los medios de prensa alternativos (recurrentemente descalificados) como plataforma denunciatoria de las violaciones de derechos humanos, a disposición de cualquier miembro de la sociedad civil, más allá de su postura política.

Eso menguaría el recurso del amedrentamiento necesario para frenar la expresión de inconformidad con el presente nacional, por parte de las capas intelectuales de la sociedad, así como de los campesinos, devenidos en el sector más silenciado y deprimido económicamente.

Aceptar tácitamente la existencia de una sociedad civil diferente por compartida, entre los cubanos que nos quedamos aquí y nuestra contraparte en la diáspora; con vínculos profundos y en perenne construcción, visibles a partir de capacidades de organización y proyección catalizadas en situaciones álgidas de abuso contra cualquiera de sus miembros, aunque no medie conocimiento personal.

 

 

8 thoughts on “Dos hermanos batallan contra una enfermedad letal: “Criticar abiertamente al gobierno cubano”

  • Esta señora ladra sin voz. Su hermano fue separado del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana por la sencilla razón de que se negó a regresar a su puesto de trabajo mientras se encontraba en el exterior al parecer también queriendo disfrutar de cerveza y otros placeres. En ningún lugar del munbfo un empleado puede violentar los reglamentos de la institución en la que labora.
    Este gallo o gallina lo quieren convertir en disidente a costa de mentiras.

  • los miserables se disfrazan con nombres como Justo, para aparentar lo que nunca han sido.

  • Muy buena entrevista, tanto las preguntas como la redacción de las respuestas, al contrario del compañero justo yo no necesito mucho para creer lo que esta señora cuenta, me basta con conocer al estado cubano y su capacidad de aplanar a quien quiera pensar un poco por sí mismo.

  • Deseo sobre todo que el cáncer de mamas que sufre Omara remita y ella se recupere totalmente. Con las mismas ganas deseo que el “cáncer de opresión” que invalida la falta de libertad en Cuba desaparezca de una buena vez, y se encuentre la cura definitivamente…. no hay peor ciego que el que no quiere ver…Gracias Lynn.

  • Con tantos delincuentes reales que hay en este país, donde no se puede dejar ni un caballo a 5 metros de distancia porque te lo secuestran, donde hay que forrar las casas de verjas metálicas porque te roban hasta los blumers y los calzoncillos, donde en todas las empresas, unidad por unidad, se roba más de lo que se produce, vienen a meter preso a un científico, a un hombre por supuestamente talar un árbol, aunque argumenta estar saneando malezas; o bajo ese pretexto tener una presencia policial exagerada que busca algo que haga proceder un desacato o atentado, a falta de delitos reales. Es la moda, inventarles esos delitos a los opositores políticos para que sean presos comunes. Desde ahora les digo, si un día me juzgan con un cuento de esos será mentira porque yo lo tengo pensado desde hace tiempo: no me resistiré a nada, ni a arrestos, ni a ofensas, ni a agresiones físicas. Me pueden golpear que no levantaré mi mano ni por instinto, incluso los presos que dentro hacen ese trabajo. Solo me cubriré el rostro. Es lo mejor, no darles el gusto de sentirse justificados porque te revelaste, de aliviarles la conciencia o decir que eres violento. Quien me encarcele a mi tendrá que hacerlo 100% infundado. Tal vez lo mismo quería Ariel, pero usaron una frase tabú, cosa que no tiene base legal y si la tiene estamos peor de lo que uno cree.

  • Cuanta injusticia. Me recuerda la represion de Corea delNorte, donde no solamente paga la persona que viola las leyes de esa dictadura sino tambien sus hijos y nietos van a prision.

    No me queda claro cuando la entrevistada habla de “la finca de Ariel en Viñales”. El es propietario o es un arrendatario de esa tierra? Si es lo segundo esta gastando tiempo y energia por gusto, pues siendo opositor mas tarde o mas temprano le van a quitar la tierra.

  • Ariel esta en huelga de hambre y sed en una prision en Consolacion del Norte en Pinar del Rio en un calabozo de maxima seguridad, lugar donde no tiene q estar ya q no hay pruebas en su contra. A todas las personas de bien a quien le duela esta tan mala noticia por favor circular en la red para q el mundo conozca como se mantiene la dictadura cubana a base de represion contra su pueblo: http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1529606584_40184.html

  • Donde no existe un Estado de Derecho y no hay separacion de poderes , el ciudadano esta en total indefencion , este es el caso de Ariel . Que Dios lo
    Bendiga .

Comentarios cerrados.