Debemos transitar de la proclama política en 1976 a un auténtico texto constitucional

Propuestas del abogado Miguel Ángel Palencia Hernández

Vicente Morín Aguado

Miguel Ángel Palencia Hernández

HAVANA TIMES – Contra los pronósticos, el proyecto constitucional cubano acapara la atención ciudadana en un país donde abundan las manifestaciones de frustración. Se cumple el adagio: la esperanza es lo último que se pierde. ¿Somos novatos en el derecho constitucional?

Miguel Ángel Palencia Hernández: Cuba se enorgullece de una fecunda trayectoria en el ámbito del derecho, avalada por siete constituciones en su corta historia, desde el inicio de las luchas por la independencia. Lamentablemente nuestra última carta magna (1976), condicionada por la plena inserción al campo socialista, se saturó de un contenido más cercano a la proclama política que a la doctrina constitucional.

HT: Sus propuestas serán el mejor argumento de una aseveración nada agradable para el equipo redactor, designado por el partido comunista.

MAP: Desde el comienzo surge la polémica aguda: ¿soberanía popular o supremacía del partido único? La preeminencia del Partido Comunista de Cuba (PCC) se proclama en el Título I (Fundamentos políticos), mientras la soberanía popular, esencia de toda democracia, aparece relegada a segundo plano en el Título VI al definirse la estructura estatal.

HT: Un comienzo alejado del derecho constitucional…

MAP: Tomando como base América Latina, algunas constituciones comienzan definiendo el tipo de estado, sus características y gobierno, otras proclaman los derechos ciudadanos.  La propuesta cubana sigue en cierto grado esta tradición, pero desde su inicio—  artículo # 3—,  plantea una disyuntiva errónea: “la defensa de la patria socialista”.

Debe eliminarse el término socialista y dejar patria como el todo. La patria es el manto que nos cubre a todos, al ciudadano honesto, al deshonesto, al religioso, al ateo, al socialista y su oponente, al residente y al emigrado. Y el llamado a defenderla es para todos, esté donde esté, crea en lo que crea, ostente la condición que ostente. ¿Acaso Martí, Maceo, Gómez, Fernando Ortiz, Lezama, Lam y muchos otros eran socialistas?

La impresión es de apresuramiento al redactar porque en el segundo párrafo del propio artículo se habla de “la traición a la patria” sin apellido: “La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones.”

HT: Por tanto, no es una excepción.

Hay más, como al plantearse la obligación de todo funcionario estatal, de observar y velar por las leyes, sin considerar lo mismo para los dirigentes del PCC, sus organizaciones afines y demás asociaciones legalmente constituidas. La ley es para todos.

HT: Sin embargo, los redactores tienen el referente de la sospechosamente silenciada Constitución del Cuarenta.

MAP: Un texto no superado en Cuba. Ejemplo, un asunto medular para un sistema socialista es la remuneración del trabajo. Textual del artículo # 76, reproducen el precepto marxista “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”. Seguido de “Todas las personas reciben el mismo salario por trabajo de igual valor.”

¿Qué es trabajo de igual valor? En la actualidad un empleado directo a la producción u otro trabajador administrativo pueden duplicar y triplicar el salario de un médico, de cualquier profesional, ¿eso implica que su trabajo tiene mayor valor? Me acojo más a la fórmula de la constitución de 1940: Art. 62. A trabajo igual en idénticas condiciones corresponde siempre igual salario cualesquiera que sean las personas que lo realicen.

HT: No se define un salario mínimo, aunque el asunto, junto con la definición de una moneda nacional, está en la polémica pública.

MAP: Hace 78 años cuando los comunistas Blas Roca y Juan Marinello eran delegados constituyentes lejos del poder político dominante se definió: Art. 61. Todo trabajador manual o intelectual de empresas públicas o privadas, del Estado, la provincia o el municipio, tendrá garantizado un salario mínimo, que se determinara atendiendo a las condiciones de cada región y a las necesidades normales del trabajador en el orden material, moral y cultural, y considerado como jefe de familia.

HT: ¿Preceptos progresivos, mejores que lo plasmado en la carta magna anterior?

MAP: Las hay a pesar de nuevos e inexplicables deslices, omisiones y detalles, cuyo origen se ha insinuado: # 62. “Toda persona tiene derecho a profesar o no creencias religiosas,…” Muy bien, pero sobra la articulación negativa, lo nuclear es “tener derecho a”.

Muy significativo el # 40, al abolir de derecho toda discriminación. Yo rectificaría la frase “creencia religiosa” por creencias solamente, existen creencias que no son religiosas. La constitución debe ser la máxima expresión de la ley y de la cultura jurídica, además de un crisol de nuestro idioma. Abundan innecesarias reiteraciones de términos que empobrecen el lenguaje jurídico.

HT: Me permito proponer en este artículo contra las discriminaciones, precisar “ideología y opiniones políticas”, coto legal contra la intolerancia predominante y, sin agotar sus propuestas, hay omisiones  que jamás deberían faltarle a una carta magna.

MAP: Ningún ciudadano que ocupe cargo de dirección o funcionario en los órganos del estado, así como jueces y fiscales, puede ser elegido como diputado o delegado. La Asamblea Nacional del Poder Popular es el máximo órgano del poder y de la legislación, en este sentido no se puede ser juez y parte a la vez, se perdería el principio de objetividad e imparcialidad.

Considerando además el derecho ciudadano a velar por la constitucionalidad, debe existir un órgano permanente vigilante de la legalidad suprema, integrado por juristas designados y aprobados por la Asamblea.

HT: Queda un gran dilema, hay que votar por el todo, sacrificando aspectos tan controversiales como la supremacía del partido único o la unión legal entre personas sin distinción de sexos. ¿Cómo resolver esta disyuntiva?

MAP: En tales casos deben votarse aparte las dos alternativas predominantes, contabilizando los votos y que prevalezca la mayoría.

HT: Muchas proposiciones quedan, se impone continuar conversando.

Vicente Morín Aguado: [email protected]