Cuba vista por un afroamericano

Por Yusimí Rodriguez

Fred Thomas III

HAVANA TIMES – Fred Thomas III, mi amiga Kirenia y yo nos sentamos en una pequeña cafetería del municipio de Regla, uno de esos lugares privados asequibles para algunos cubanos de a pie, siempre que no aspires a comerte una pizza o un sándwich de la mejor calidad.

Éramos tres personas negras vestidas con ropas simples, pero solo Fred fue blanco de un hombre que nos siguió desde otra cafetería donde estuvimos mirando ofertas, para pedirle dinero. Creo que lo escuchó hablar inglés y su oído era lo suficientemente bueno como para percatarse de que, aunque hablo inglés, era tan cubana como él.

Pero pienso también que algo delata a los extranjeros afrodescendientes, aunque no abran la boca: la forma de caminar, de moverse, de vestirse, de mirar con perenne curiosidad. Algunos cubanos tienen mejor ojo clínico que otros para detectar extranjeros, por ejemplo, mejor que los policías. Hay historias (fui testigo de una) de policías que han detenido y pedido identificación a personas extranjeras negras o mulatas.

Pero en algo se equivocan mis compatriotas equipados con detectores de extranjeros, afrodescendientes o no, y es que NO TODOS SON RICOS, NO TODOS VIENEN INTERESADOS EN COMPRAR TABACO, EN CONOCER MUCHACHAS JÓVENES, EN APRENDER A BAILAR SALSA.

Fred Thomas III es un hombre de 66 años que trabajó hasta los 65… desde los 16. Tiene una licenciatura en Administración de Negocios y otra en Mercadotecnia. De esos 49 años de trabajo, dedicó 33 a la industria inmobiliaria en el sector de hipotecas. También trabajó en las industrias de comestibles y de seguros, en la administración y mercadeo de deporte. Siempre estuvo vinculado a proyectos comunitarios.

Una de las ventajas de estar retirado, es que ahora puede escribir artículos sobre cualquier tema de su interés, y sus intereses son múltiples, desde la política hasta los deportes, especialmente el béisbol. Para publicar sus opiniones sobre diversos temas, abrió su blog Thomas Reports.

Este no es su primer viaje a Cuba. Durante mucho tiempo, él y su esposa Julie (asistenta especial del condado de Los Ángeles) escuchaban hablar de Cuba y se decían “un día tenemos que ir”. Luego, sus ingresos les permitieron comprar un lugar en Aruba. Cuando volaban allí, escuchaban al piloto informar desde su cabina que a la derecha les quedaba la isla de Cuba. Finalmente, vinieron por primera vez en 2014.

Está consciente de que muchos servicios que en otros países son fáciles de obtener y mucho más económicos, aquí son más caros y de menor calidad, como la Internet. Por eso no recomienda Cuba como destino para quienes dependen principalmente de las comodidades para disfrutar un viaje. A él nada de lo anterior lo desalienta.

Fred Thomas III

Fred: Me gusta caminar y conversar con la gente. Puedo pasarme el día caminando. No me interesa ir a un restaurante caro, donde estaré rodeado principalmente de turistas y no de los cubanos comunes.

Como afroamericano, no puede evitar interesarse en la cuestión racial y ser consciente de las desigualdades que existen en Cuba.

Fred: Antes de venir, ya conocía del fenómeno de las remesas. Al principio de la Revolución, la mayoría de los cubanos que emigraron eran blancos. Allá, se establecieron y prosperaron. Los cubanos que tenían familiares en los Estados Unidos y recibían remesas que los ayudaban a vivir mejor, eran blancos en su mayoría.

Aunque aquí todos parecen llevarse bien, hay un racismo sistémico, porque hay menos oportunidades y menos recursos para los negros. Pero la gente se acostumbra a vivir con el racismo.

Algo que me llamó la atención la primera vez que conversamos es su forma de referirse a las personas negras y a las personas blancas en Cuba: afrocubanos e hispano cubanos. Cuando le explico que no usamos esa distinción, y que decimos simplemente: negro, blanco o mulato, me explica que considera necesario profundizar en el origen étnico para entender el impacto.

Las desigualdades que ha visto en Cuba lo llevaron a creer, erróneamente, que nuestro Gobierno pagaba a los blancos en divisas y a los negros en moneda nacional. Pero quienes cobran en divisa son aquellos que trabajan en el sector del Turismo, como guías, camareras, dependientes de restaurantes y cafeterías, donde quiera que se esté cerca de propinas en divisas. ¿Y de qué color son las personas que suelen estar cerca de las propinas que dejan los turistas, tanto en las instalaciones estatales como en las privadas? ¿De qué color son, mayoritariamente, quienes han contado con el capital necesario para abrir sus propios negocios?

Fred es también un amante del béisbol y ese es uno de los intereses que lo trae a Cuba. Cuando viene, va a los estadios a ver juegos, tenga o no compañía. Le interesa un tema del que se habla poco en nuestro país, Las ligas negras de béisbol, a las que venían a jugar también jugadores negros de los Estados Unidos. Sobre la pérdida de calidad de la pelota en nuestro país, en los últimos años, considera que ha sucedido lo mismo que con las Ligas Negras en los Estados Unidos, el siglo pasado.

Fred: A medida que los jugadores negros empezaron a emigrar a las Grandes Ligas, después de que lo hiciera el primer negro, Jackie Robinson, las Ligas Negras empezaron a perder calidad. Aquí está sucediendo lo mismo, los mejores jugadores se están yendo a ligas extranjeras.

Tuvimos esta conversación justo una semana antes del anuncio del histórico acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes Ligas (MLB), y volvimos a vernos dos días después de ese suceso.

Fred: Es una gran oportunidad para los jugadores, pero deben saber que es un mundo muy competitivo, muy duro, y que también hay discriminación. Muchos excelentes peloteros hispanos no cobran lo mismo que jugadores promedio que son blancos estadounidenses.

Pero Fred no pretende imponer sus puntos de vista ni pasar como un experto sobre Cuba. Sabe que tiene mucho que aprender y entender sobre este país, y quiere escuchar la mayor cantidad posible de opiniones. Todas le parecen importantes.