Colombia elegirá un nuevo presidente el domingo 19 de junio

Daniel Coronell: “Vamos a tener una Colombia dividida, sufriendo las consecuencias de la polarización”

Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Fotos: AFP

Colombia elegirá el domingo entre dos populismos: el “Trump colombiano” Rodolfo Hernández, y el exguerrillero de izquierda Gustavo Petro

Por Confidencial

HAVANA TIMES – El constructor Rodolfo Hernández era un desconocido hasta hace un año en Colombia, excepto en la región de Santander y en Bucaramanga donde fue alcalde, pero  el domingo 19 de junio se disputará la Presidencia de Colombia, en una elección bien cerrada con el candidato de izquierda Gustavo Petro, según el periodista Daniel Coronell, presidente de la Revista Cambio.

Coronell afirma que el país suramericano está dividido y sufrirá las consecuencias de la polarización, marcada por la tendencia de los colombianos que piensan que le cortan el paso a Hernández, votando por Petro; o viceversa. 

“Hay un enorme desafío y una gran incertidumbre. Es un hecho, por tener los dos finalistas que tiene la elección colombiana, de que el país está buscando un cambio. Incluso puede ser para peor, pero lo está buscando”, dice Coronell en esta entrevista con Carlos Fernando Chamorro para el programa televisivo Esta Noche.

Las últimas encuestas indican un empate técnico entre Petro y Hernández, ¿qué está en juego en esta elección tan polarizada en Colombia?

Colombia escoge entre dos opciones, que ninguna convence a la mayoría. Lo que se está suscitando es una enorme cantidad de votos en contra, es decir, de personas que piensan que están votando por Petro para cerrarle el paso a Hernández, o por Hernández para cerrarle el paso a Petro.

¿Cómo llegamos a esto? Es una historia complicada. Básicamente hay una gran eliminación del centro para concentrarnos en la elección de dos formas de populismo.

¿Alguno de los dos tiene una ventaja? ¿Qué peso tendrán los indecisos en este cierre?

Las encuestas en Colombia están prohibidas luego del domingo previo a las elecciones, es decir una semana antes. La última encuesta grande que se publicó, de la empresa Yanhaas, le da una ventaja apreciable a Petro. 

Hay otras que persisten en ese empate técnico, siempre dentro del margen de error. En unas tiene ventaja Petro, en otras Hernández, pero en general diría que va ser una incógnita que se va decidir el domingo, en donde, a pesar del poco entusiasmo que despiertan los candidatos, hay un gran caudal electoral y es posible que la abstención sea menor de la que se ha registrado históricamente.

En cuanto al porcentaje de indecisos es entre el 10 y 16 por ciento, dependiendo de la encuesta. Es un margen bien apreciable, y que puede dirimir cualquier empate tan estrecho como el que estamos viendo.

¿Qué representa la candidatura de Hernández, porque se conoce muy poco cuáles son sus propuestas de Gobierno?

Hernández es una persona que, hasta hace pocos meses, era una conocida en su región, en Santander, y particularmente en Bucaramanga y su zona metropolitana. Es un ingeniero constructor que hizo una fortuna muy apreciable, en términos colombianos; cercana a los 100 millones de dólares que, en un país, que no es muy rico como es Colombia, es grande. En muchas cosas, la gente lo compara con Trump.

Tú sabes que, en el cambio del dólar, por cada dólar te dan 4 000 pesos colombianos, entonces dicen que Hernández es como un Trump, dividido por el cambio del dólar. Que tú entregas 4 000 Hernández y te entregan un Trump. Esa es la comparación popular, es un hombre bastante exótico, con unas salidas a veces con mucho humor, que ha sabido conectar con los jóvenes a través de las redes sociales. Qué tiene mucha habilidad para comunicar, pero que también tiene muchos pasajes muy oscuros de su vida. 

Una investigación por corrupción, donde ya está llamado a juicio y eso en la práctica le puede impedir el ejercicio de la Presidencia. Además, unas grabaciones que lo muestran como una persona irrespetuosa de la ley. En una de ellas, le dice a uno de los miembros de su equipo en Bucaramanga que a él no le importa la ley. También tiene discursos machistas. En fin, una serie de cosas que son muy particulares.

Por otro lado, su popularidad va impulsada por el rechazo que una buena parte de la población colombiana tiene por Petro.

Desde que inició la segunda vuelta Petro ha hecho un intento por situarse si no hacia el centro, por lo menos hacia la estabilidad, ¿podría vencer la “Petrofobia” y elegir Colombia a un presidente de izquierda como Chile con Boric contra Kast, por ejemplo?

La posibilidad política y matemática sí existe. Obviamente Petro está peleando contra muchos fantasmas de su pasado propio y del pasado de Colombia. Del pasado del país, porque estuvo marcado por 60 años de conflicto armado con las guerrillas izquierdistas, y se ve en esas guerrillas un factor de criminalidad.

La visión ensoñadora del guerrillero que reivindicaba los derechos sociales desapareció en Colombia hace muchos años. La actuación del narcotráfico como mecanismo de financiación de esta guerra y la larga convivencia de la guerrilla con el narcotráfico hizo que se perdiera ese idealismo.

Por otro lado, Petro se acogió a una amnistía y ha cumplido. Lleva más de 30 años en la legalidad. Jamás ha tratado de volver a las armas, ha tenido una carrera política con altas y bajas con episodios populares e impopulares, donde nadie puede decir que él haya tratado de volver a las armas. Ha sido un representante a la Cámara y un Senador de la República brillante, no así alcalde de Bogotá.

La experiencia administrativa, aunque sus partidarios la defienden mucho, pero creo que la mayoría de los bogotanos tienen una experiencia difícil. En esa mezcla de características, en donde están unos temas de país y otros propios de su personalidad, Petro tiene una gran cantidad de gente que lo apoya y un montón de gente que piensa que es lo peor que le puede pasar a Colombia. De esta elección no vamos a tener un país unificado, vamos a tener un país bien dividido que va a terminar sufriendo las consecuencias de esa polarización.

Esta elección podría ser muy cerrada, ¿el sistema electoral es confiable?

El sistema electoral colombiano ha sido muy cuestionado recientemente, a pesar de que había sido una moneda de cambio confiable. Tanto el Consejo Nacional Electoral como la Registraduría Nacional del Estado Civil por muchos años, desde 1970 no había un escándalo grande de fraude en una elección presidencial. 

Siempre hay pequeñas manifestaciones de fraudes locales, pero no era algo que inclinara la balanza. Sin embargo, esta vez está muy desprestigiada la registraduría nacional del Estado Civil  por una razón: Hubo mucha controversia en las elecciones del Congreso, por un error de diseño en un formulario de reporte no fueron evaluados 550.000 votos que eran del movimiento de Petro, y que terminaron por darle cuatro senadores más para una bancada de 20 senadores.

A pesar de que el Consejo Nacional Electoral pidió que existiera una auditoría internacional independiente, no se movió el gobierno de Duque a conseguir los recursos ni las aprobaciones para que eso fuera adelante. Entonces, termina la registraduría auditándose a sí misma, lo cual genera desconfianza. En las últimas horas, hemos tenido un enfrentamiento público entre Petro y el registro. Esto a cuatro días de las elecciones, no es algo que ayude a tranquilizar los ánimos.

Ambos candidatos se presentan con la bandera del cambio, ¿sin importar quien gane, que tipo de desafío hay para la gobernabilidad de Colombia?

Hay un enorme desafío y una gran incertidumbre. Es un hecho, por tener los dos finalistas que tiene la elección colombiana, de que el país está buscando un cambio. Incluso puede ser para peor, pero lo está buscando. 

Hubo un gran proceso de empobrecimiento de la clase media en Colombia.  Es un sector de la población que, con mucho esfuerzo, educación, con ahorro y trabajo, había logrado escapar de la pobreza. Pues (ahora) está de nuevo en esos niveles de vida, algunos por causas que son imputables al Gobierno; por medidas que no se tomaron, o se tomaron mal, por Duque y los que lo precedieron. 

Otras por razón de la coyuntura internacional, la pandemia, pero ese empobrecimiento de la clase media situó a miles de colombianos en la difícil circunstancia de no tener nada que perder. Cuando la gente no tiene nada que perder, suele optar por alternativas.

¿Dónde quedó el centro político y qué incidencia puede tener en el resultado?

Teóricamente, cuando haces las cuentas, cuando la gente quiere definirse si es de centro o de derecha o izquierda, mayoritariamente dice que es de centro. El centro lo encarnaba un candidato, Sergio Fajardo.

Por un lado, se convirtió en el blanco tanto de la izquierda como de la derecha. Los partidarios de Petro veían que, si su contendor era alguien del expresidente Álvaro Uribe, ellos iban a ganar por el desprestigio merecido.

Uribe y los suyos, por su parte, pensaban que la única forma de ganar era enfrentarse con Petro. Uno y otro se concentraron a dispararle hacia el centro, y, además, se encontraron la inestimable ayuda del centro que cometió tanta y tan variada clase de errores que fue prácticamente un suicidio político en directo. 

Si algún día, un académico quiere un caso de estudio, de la eliminación de una opción política por cuenta de sus mismos partidarios, tiene que ver la experiencia de lo que fue la Coalición de la Esperanza en Colombia. Qué no era ninguna coalición, ni daba ninguna esperanza, esto fue un suicidio que terminó fomentando los extremos.

La moneda está en el aire, ¿se puede prever de qué lado va a caer?

Es difícil, yo te diría que pareciera que hay más deseo de cambio del lado de la izquierda y que eso podría terminar consolidando una victoria de Petro. Pero a cuatro días yo no me atrevo a pronosticar. Esta es una situación inédita en Colombia y es posible también que termine ganando Hernández. Lo uno o lo otro va a tener enormes consecuencias en el futuro institucional de Colombia. 

Vamos a tener que apoyar mucho el aparataje institucional en Colombia, el sistema de pesos y contrapesos para que exista una forma de moderar el poder de estos dos líderes. Petro es más institucionalista, pero tienden a ser personas que deciden por sí mismos y con ciertas actitudes un poco tendientes al unipersonalismo.

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