Carlos Brenes: “Hay una crisis en las fuerzas del régimen” en Nicaragua

 

“Conozco retirados del Ejército, estructuras partidarias y de Gobierno, que respaldaron la protesta y siguen apoyando la salida del régimen”

By Carlos F. Chamorro  (Confidencial)

HAVANA TIMES – El coronel en retiro Carlos Brenes es el exmilitar de más alto rango apresado por la dictadura durante la Rebelión de Abril. Estuvo encarcelado un poco más de diez meses en una celda de castigo en La Modelo, después de ser condenado en un juicio político, acusado de dirigir presuntos ataques armados en contra de la Policía en Jinotepe, y salió libre con la ley de autoamnistía aprobada en junio pasado.

Originario del barrio Monimbó en Masaya, Brenes participó en la guerrilla del FSLN en la lucha contra la dictadura de Somoza, y en 1979 fue fundador del Ejército Popular Sandinista, en el que ocupó importantes cargos militares. Pasó a retiro en 1993 y se dedicó a sembrar la tierra en una finca cerca de Jinotepe, mientras promovía la Asociación de Militares Patrióticos con sus compañeros retirados del Ejército.

Coronel en retiro Carlos Brenes, monimboseño y preso político durante más de diez meses. // Foto: Wilfredo Miranda

 

En esta entrevista, para el programa de televisión Esta Semana, el coronel en retiro Carlos Brenes habla del papel de los retiraros del Ejército en la Rebelión de Abril, y del deterioro que, considera, ha sufrido la dictadura en sus bases de apoyo político.

Después de tu detención en la frontera de Peñas Blancas hace más de un año, el régimen te acusó en el juicio de haber dirigido un ataque militar en Jinotepe.

Sí, efectivamente durante una semana supuestamente estuve yo dirigiendo ciudadanos en contra de la Policía Nacional, un montaje político con muy poca calidad que no puede ser soportado ni ante la población jinotepina y menos en un juicio imparcial.

Antes de abril, estabas vinculado en acciones políticas cívicas, en oposición al régimen. ¿Cuál fue tu participación durante la rebelión?

En primer lugar, nosotros siempre estuvimos atentos a la situación y en contacto con una serie de personas que son importantes en esas circunstancias. Nunca estuve vinculado a una acción directa, pero sí fui tomado en cuenta alrededor de algunos temas sobre la consideración de que la posibilidad armada fuese o no aplicada en esas circunstancias. A las personas que nos consultaron, les dijimos que contaminaría el levantamiento cívico.

Los elementos armados que ahí hubieron nunca tuvieron que ver, hasta donde yo conozco, con las estructuras organizadas de la rebelión que hubo en abril y, en segundo lugar, ahí hubo fuerzas infiltradas del régimen que procuraron hacer una contaminación profunda en todos los territorios para que pareciera como que en realidad hubiese habido una intención armada.

Detención de Carlos Brenes

El coronel en retiro Carlos Brenes al ser detenido. Cortesía | CONFIDENCIAL.

El régimen acusó además al exmilitar Tomás Maldonado, que estuvo preso y a otros exmiembros del Ejército y del Ministerio del Interior que lograron escapar y salir al exilio, ¿por qué acusan a exmilitares de origen sandinista?

Maldonado es igual que yo un extrabajador de la institución castrense, pero sin ningún vínculo. Solo ubica dos elementos, uno institucional, retirados, y dos, territorial. De ahí no hay otro elemento que podría parecérsele. Sin embargo, yo creo que el régimen se dio cuenta del volumen de militares en retiro que apoyaron esta rebelión. Se cuentan por centenares y por miles que han estado y que siguen apoyando la salida del régimen.

¿Tuvieron alguna participación en acciones armadas?

Yo no tengo información particular, pero sí en general. Ahora que estoy aquí en Costa Rica, logro ver algunos exoficiales que dicen que estuvieron dando sus criterios a los territorios, en distintos lugares, en el sentido de que no deberían de inmiscuirse en cosas de orden armado y que no deberían permitir masacres y muertes por parte de la actitud represiva de las fuerzas armadas.

Las fisuras en las bases del régimen

Hay expolicías que rompieron con el régimen, porque se rehusaron a participar en la represión, ¿hay una fisura dentro de la Policía Nacional?

Yo conozco muy pocos ejemplos, pero sí los hay. Conozco más ejemplos en las estructuras partidarias y de Gobierno que se han ido desligando y que apoyaron de manera firme y masiva la protesta popular. Y todavía conocemos bastantes casos de personas que están trabajando con el Gobierno y que pertenecen a estructuras incluso paramilitares y que también, desde su posición, aun estando en las estructuras paramilitares, sí apoyan, continúan reconociendo la necesidad de apoyar al pueblo nicaragüense en contra del régimen.

Paramilitares Nicaragua

Paramilitares bajo órdenes de Ortega en Masaya. Carlos Herrera | CONFIDENCIAL.

 

¿Cómo pueden ser paramilitares y estar en contra del régimen?

Es que pudieron apoyar en su momento… te puedo decir yo que estando en la cárcel recibía saludos de gente que trabajaba en los ministerios.

¿Lo que está diciendo es que el apoyo político al Gobierno en el sector público está montado sobre bases que no son tan sólidas?

Totalmente, van a sufrir su deterioro y se van a malear a medida que la crisis se siga profundizando, yo estoy hablando de una profunda crisis en el sandinismo y principalmente en las fuerzas que están con el régimen.

¿Esa crisis tiene una expresión política o liderazgo? Por ejemplo, la ruptura del exmagistrado Rafael Solís, en enero del año pasado, no produjo un desmoronamiento de otras figuras del sector civil o militar.

Yo creo que continúa, pero nosotros no nos vamos a dar cuenta porque ahora los riesgos son mayores internamente, por lo cual ha de preverse que sí haya deterioro importante en lo que le queda al régimen en su base social.

Los paramilitares no se han desmantelado, siguen armados, y actúan coordinados con la Policía. ¿Cómo se explica ese fenómeno?

Los paramilitares no existen a raíz de la crisis de 2018, los paramilitares tienen su existencia muchos años antes, en Masaya, en las elecciones de 2011, las fuerzas motorizadas armadas con morteros, pistolas por centenares y, en bicicletas y vehículos, acosaban a los electores.

Pero no eran fuerzas con armas de guerra como aparecieron en abril.

Sí las andaban ocultas y eran protegidos por la Policía. Ya en la crisis de 2018 eso se masifica, se profundiza y son equipados, armados y protegidos con armas de combate. Por ejemplo, en el caso de Masaya, el uso de la bazuca, la RPK, la PKM, armas de combate, estrictamente del Ejército, aparecen en manos de la Policía o en manos de paramilitares, habrá que investigar eso, los Dragunov, todas esas son armas de combate de uso restringido para el Ejército.

El general Avilés y el Ejército

Daniel Ortega y Rosario Murillo con el general de Ejército, Julio César Avilés, durante el acto del 40 aniversario del Ejército. Foto: Presidencia

 

La posición del jefe del Ejército al negar la existencia de paramilitares y de alinearse políticamente con Ortega en esta crisis, ¿es institucional, individual? ¿Permea a las fuerzas armadas?

Permea al Ejército, pero habrá que preguntarse hasta dónde constituye la expresión de la institución armada. Yo no creo que la institución armada dé un aval sobre estos elementos, yo creo que ahí (hay una) falta de profesionalismo del jefe del Ejército, y la institución no se ha expresado, sino a través de su comandante. Le falta expresarse alrededor de estos temas, qué es lo que considera pertinente.

Usted tuvo responsabilidades sobre algunos oficiales que hoy ocupan mandos en el Ejército, ¿tienen algún compromiso ético o profesional los altos jefes del Ejército?

Debo decir que sobre ese Ejército hubo una decantación de todos aquellos cuadros que consideraron no aptos para poder ser mandados por ellos en sus circunstancias y no aptos para seguir en el Ejército. De tal manera que ahí quedó (en la jefatura militar) lo que ellos deberían haber manipulado todos estos años. El grueso de las fuerzas experimentadas de combate y de la guerrilla, fueron prácticamente excluidas, separadas y ahí quedó el remanente menos combativo, menos experimentado y menos formado políticamente.

Frente al agravamiento de una crisis nacional, en una situación extrema, ese Ejército bajo el mando del general Avilés, ¿será parte de una solución política a la crisis nacional o se va alinear con la represión?

Definitivamente, el accionar de ese Ejército sí va a tener que incidir o positiva o negativamente, pero será la circunstancia, la presión social, la presión internacional que obligue a ese Ejército a disentir con el régimen en este caso y plegarse a una posibilidad negociada como salida del país.

Los paramilitares de la dictadura Ortega-Murillo tras “liberar” Masaya. Foto publicada en El 19 Digital.

 

¿Cómo se desarman a los grupos paramilitares?

Aquí hay normas, leyes ya constituidas, no puede haber otras fuerzas armadas que no sean el Ejército, la Policía y el Sistema Penitenciario, que fungió, dicho sea de paso, como el centro de entrenamiento y de movilización y equipamiento de paramilitares. Nosotros lo supimos estando ahí, en máxima seguridad, por los reos comunes. Ahí se entrenaban y se movilizaron para Masaya, al ataque para todo Oriente.

¿Qué le dejó su permanencia de más de diez meses en la cárcel

Hay secuelas de salud y un desgaste económico importante, porque el abandono de las fuerzas productivas (de la finca), que uno tenía, se quedaron bien deterioradas.

El objetivo del régimen cuando te captura, igual que a otros reos políticos, apuntaba a doblegarte.

En realidad, no sentí yo que el ánimo, el espíritu, la convicción, hayan tenido mella, yo creo que se incrementaron, creo que me comprometieron ante la sociedad y ante el sandinismo amplio a seguir apoyando la causa de Nicaragua a favor de su liberación y democratización.

¿Ese sandinismo amplio, puede existir al margen del FSLN y del orteguismo?

Perfectamente, va a tener vida por algún tiempo más que el orteguismo.

La resistencia de Masaya

La calle principal del barrio Monimbó, en Masaya, 4 de junio de 2018. // Foto: Carlos Herrera

 

Vimos una protesta espontánea en Masaya durante la procesión religiosa de San Jerónimo, cuando gente repudió al subdirector de la Policía, Ramón Avellán, ¿qué significa esa expresión del pueblo de Masaya?

Esa es una expresión de que el pueblo ya se reorganizó, se reestructuró y se quitó el miedo. Yo creo que esto es como las primeras olas del siguiente sunami si aquí ya no hay un acuerdo político. Si Masaya eclosiona sola, otros departamentos que fueron muy activos en la sublevación al régimen, podrían nuevamente levantarse.

Cuando dice que Masaya se reorganizó, ¿qué quiere decir?

Que las fuerzas vivas de la ciudad se organizaron para poderse proteger ante una posible represión del régimen porque se supo que habían, muy tempranamente, reforzado Masaya, y obviamente ya estaban organizadas estas formas de protestas que nunca las habíamos visto y fueron masivas, y fueron amplias y sin embargo, la Policía apenas puso de chivo expiatorio a una joven, yo creo que si la Policía ha iniciado ahí una etapa represiva, posiblemente las consecuencias hubieran sido desastrosas para este régimen.

¿Cuál es tu futuro político, como ciudadano?

Mi lugar está en Masaya al lado del pueblo, mi lugar está en función de los intereses del país como siempre han estado.