Señales de humo desde Venezuela

Caridad

HAVANA TIMES – Hoy, luego de más de tres meses, vuelvo a cocinar con gas.

En la comunidad se las arreglaron para traer un camión que se encarga de repartir las bombonas y tuve la suerte de poder apuntarme en una lista y alcanzar el tipo de gas que utilizo.

Bueno, en realidad no es un gas diferente. Es solo que hay dos empresas comercializadoras y cada una tiene envases diferentes. Como si fuera demasiado difícil que todas fueran iguales, pero en fin.

Fueron varios meses en los que no estuve sentada esperando a que apareciera, fue ir de un lado a otro, una cola tras otra y nada, o no llegaba el camión, o no estaba apuntada en esas listas,  que son el único modo que han encontrado algunas comunidades para que la gente de su zona pueda adquirir el gas, o no alcanzaba… un sinfín de contratiempos en los que, como anécdota paralela, se incluye la historia de una de nuestras perritas, que se empeña siempre en acompañarnos y desapareció como por arte de magia en una de esas primeras y soleadas colas.

Estábamos lejos de casa y no comprendíamos cómo se había perdido de nuestro lado, ella que nunca quiere separarse de nosotras; casi tres días estuvimos buscándola sin encontrar rastros, hasta que al amanecer del tercer día la encontramos dentro de nuestro patio, muy feliz ella, y todavía nos estamos preguntando cómo se perdió, cómo llegó desde tan lejos y cómo logró entrar al patio que está rodeado por un alto muro. Para nuestra gran felicidad apareció, es lo que importa, pero tres meses después seguíamos caminando en busca del precioso gas.

Un día después de haber escrito  el diario sobre los nuevos modos de trabajo que existen en Venezuela, contando sobre la vía de Internet para ganar algún dinero, nos quedamos sin conexión. Así que ya ha pasado más de un mes desde que estamos sin teléfono fijo ni internet. Podría decirse incomunicadas, a no ser por el uso de los celulares, de escasa señal en esta zona. Sí, para reírnos. Nos cuentan  que es una placa madre que, misteriosamente, se ha descompuesto no solo en nuestra comunidad, también en otras cerca de aquí y más alejadas. Al parecer, se ha convertido en un buen negocio esa pieza en específico.

El gas, como muchos saben, literalmente se bota en este país. Son grandes las reservas y me cuentan que de vez en cuando deben  dejarlo escapar para evitar explosiones intensas. Sin embargo, desde hace muchísimo tiempo su distribución entre las comunidades que no tienen lo que es conocido como “gas de la calle” o por tuberías, se ha vuelto caótica, a tal punto que es habitual que cada mes hayan varios cierres de calle o algún tipo de protesta porque no aparecen los camiones distribuidores.

Por otro lado, cuando llegué a este país en el 2010, se regocijaban de haber lanzado un satélite al espacio. Me pregunto qué será de la vida de ese pobre satélite, a cuántos les habrá llenado los bolsillos o a qué estrella le habrá caído en la cabeza por su mal funcionamiento, porque a estas alturas, si funcionaba correctamente, ya se deben haber robado alguna de sus piezas para venderla como materia prima en una isla cercana. Ese es el rumbo que han tomado los cables de teléfono que han dejado sin servicio a miles de venezolanos…y a esta cubana que pretendía trabajar con Internet.

Pero todavía tenemos electricidad y puedo sentarme a la computadora a escribir e ingeniármelas para enviar este diario desde otro sitio. Al paso que vamos, con los pésimos salarios de los trabajadores, con la constante emigración de los más calificados, y el poco interés y la mala gerencia en la mayoría de las empresas, en especial la de electricidad, en poco tiempo estaré sin electricidad y aprendiendo a comunicarme por señales de humo. Ustedes, por favor, aprendan ese sistema para tener a alguien que me entienda.

Caridad

Caridad: Si tuviera la oportunidad de escoger cómo sería mi próxima vida, me gustaría ser agua. Si tuviera la oportunidad de eliminar algo de lo peor del mundo borraría el miedo y de todos los sentimientos humanos prefiero la amistad. Nací en el año del primer Congreso del PCC en Cuba, el día en que se celebra el orgullo gay en todo el mundo. Ya no vivo al este de la habana, intento hacerlo en Caracas y continúo defendido mi derecho a hacer lo que quiero y no lo que espera de mí la sociedad.

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2 thoughts on “Señales de humo desde Venezuela

  • Caridad pero si tu deberias ser la instructora de los venezolanos de como se vive en periodo especial por tiempo indefinido. O ya se te olvidaron los apagones de 12 y 16 horas en pleno verano. Que se puede vivir toda una vida sin Internet (yo lo conoci a los 40 años fuera de Cuba). O la transportacion en bicicleta china, el picadillo de soya, las croquetas explosivas, el perro sin tripa y el cerelac por leche. Gas? recuerda que eso era un lujo de la gente del Vedado y Miramar, en Cuba el 99% de la poblacion cocinaba con las cocinas piquer que tiznaban las cazuelas de negro y teniamos que cargar las latas de luzbrillante de la bodega de la esquina.

    Mija abandone ese pais que aquello va a terminar como una pelicula zombi comiendose unos a otros. Vayase para Colombia o Brasil y viva indocumentada hasta que pueda arreglar un matrimonio y luchar la residencia o vuelve para Cuba que es tu pais hasta que aquello explote. Hoy estuve viendo en redes sociales los primeros linchamientos de los chavistas que iniciaron el plan “ubica tu casa”, que parece ser la version venezolana de ponerle sellos y expropiar (robar) vivienda y terrenos de los que se fueron del pais. Mira aqui te pongo el link del video https://youtu.be/diRa4ao5i-0

  • Caridad, creo que en su evolución como persona ya le vendría bien irse a vivir a Corea del Norte y desde allá nos cuente que se va la luz, pasa hambre y no puede decir lo que piensa como si fuese algo novedoso…

    siga insistiendo que cualquier día va a descubrir que en Venezuela viven venezolanos…

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