La verdadera tradición militar se pone de manifiesto en Venezuela

Caridad

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López y el presidente Nicolás Maduro. Foto: infobae.com

HAVANA TIMES – Un amanecer diferente tuvieron los caraqueños. Disparos de armas largas, un aparente “fin del mundo” superior a los tiroteos habituales en los barrios de Venezuela.

Eso fue hace un par de días, cuando un pequeño grupo de militares tomó por asalto un Destacamento de Seguridad Urbana, en la zona de Petare, para llevarse un poco de armamento y más tarde fueron detenidos en la zona de Cotiza, al oeste de Caracas.

Mucho antes de que la noticia del “levantamiento” recorriera Venezuela, ya lo hacían las declaraciones de Vladimir Padrino López: La Fuerza Armada Nacional Bolivariana rechaza categóricamente este tipo de actos que, con toda seguridad, están motivados por oscuros intereses de la extrema derecha, son contrarios a las normas elementales de la disciplina militar, al honor y a las tradiciones de nuestra institución. En tal sentido ratifica ante la colectividad que todas sus unidades operativas, dependencias administrativas e institutos educativos se encuentran funcionando bajo completa y absoluta normalidad”.

En pocas ocasiones las instituciones gubernamentales son tan eficaces pronunciándose ante este tipo de “hechos” contrarios a las tradiciones de la institución militar.

¿En serio los levantamientos militares no son tradicionales? No se levantó Chávez, no hubo un Carupanazo y un Porteñazo; por mencionar a los más cercanos en la memoria popular, pero la lista es amplia, creo que no hay período presidencial en este país que no tenga encima la sombra de los levantamientos militares, o golpes de estado, desde Juan Vicente Gómez a Rómulo Betancourt y Marcos Pérez Jiménez. Padrino López debió ser más sincero en sus palabras y hablar de una amplia tradición de levantamientos en las fuerzas armadas venezolanas.

También debió mencionar la arraigada tradición represora que se mantuvo viva esa mañana en que los vecinos de Cotiza salieron a la calle a apoyar a los militares, a cacerolear, a protestar con una frase que ya recorre Venezuela: No quiero Bonos, No quiero Clap, lo que yo quiero es que se vaya Nicolás.

Hoy estamos a la espera de que este efímero levantamiento militar rinda sus frutos al gobierno. Ya están acusadas las fuerzas oscuras de la extrema derecha, y no sé por qué esto me hace pensar tanto en la Guerra de las Galaxias.

En algún momento uno de esos infelices militares mencionará el nombre de Guaidó y volveremos a ver una película que se ha estado repitiendo en los últimos años: orden de captura a otro líder de la oposición, con dos opciones, o escapa del país, o va a prisión hasta que se les ocurra sacarlo a cárcel por casa por sus malas condiciones de salud.

Quizá exista una tercera, hay vuelos chárter desde los últimos pisos de las oficinas del SEBIN para casos especiales.

Desde esa mañana las calles de Caracas, según me cuentan algunos amigos desde allá, han vuelto a calentarse. El show debe continuar.

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Caridad: Si tuviera la oportunidad de escoger cómo sería mi próxima vida, me gustaría ser agua. Si tuviera la oportunidad de eliminar algo de lo peor del mundo borraría el miedo y de todos los sentimientos humanos prefiero la amistad. Nací en el año del primer Congreso del PCC en Cuba, el día en que se celebra el orgullo gay en todo el mundo. Ya no vivo al este de la habana, intento hacerlo en Caracas y continúo defendido mi derecho a hacer lo que quiero y no lo que espera de mí la sociedad.

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2 thoughts on “La verdadera tradición militar se pone de manifiesto en Venezuela

  • Tal pareciera que se creen impunes, gobernantes para siempre…no se puede evadir la realidad, el pueblo no lo quiere…y eso es suficiente…ellos han dado golpes militares, se han opuesto a los gobiernos, la lucha armada siempre trae muerte..y entonces su voluntad es la única..NO

  • Todo marcha “acorde al plan”. Todo se encamina a la injerencia del basurero norteamericano tan brutalmente como no se imaginó, pero se intuía; si se viene viviendo desde siempre bajo la misma tónica. Hoy es Venezuela la que se canjea,(mañana Nicaragua, lo fueron Argentina y Brasil hace unos meses), la que se trata entre Putin y “lo más oscuro” del estado profundo gringo. Hoy se echan Venezuela a una mano y los ganadores terminan siendo los globalistas. Hoy se canjea Venezuela por Siria o por Irán, lo mismo da, aunque al final de la trama quieran llevarse todo y de “tratos” no se respete nada. Hoy se ha actuado a la viejísima usanza, hoy se volvió a dar un golpe de estado como se ha hecho en tantas partes de latinoamérica bajo la misma dinámica, bajo las mismas formas, bajo las mismas desalmadas y demoniacas mentes perversas que siempre lo han hecho. Hoy a las calles salen a festejar los que siempre han vivido bajo la incertidumbre, bajo el yugo, bajo el despojo, bajo la opresión y las estrategias del sistema, y lo seguirán siendo porque no estuvo en sus manos la decisión de un auténtico cambio, da lo mismo si se hacían llamar izquierda o derecha, neoliberales o populistas, si ahora globalistas o nacionalistas, da absolutamente lo mismo, desde siempre se han acostado en la misma cama, han desarrollado los enjuagues más perversos y siempre han sido, siempre han sido los mismos los que han sufrido las penurias de los aquelarres de esa clase asquerosa que se viste de gobernantes, de empresarios, de organismos internacionales, de ong’s, de partidos políticos, de banqueros… son la mafia que ha arrancado una vez tras otra las esperanzas reales de los pueblos, y con ello también han arrancado sus tierras, sus costumbres, su salud, su cultura, sus esperanzas, su riqueza entera.

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