Fantasías animadas de ayer y hoy
Por Caridad
HAVANA TIMES – Había una serie animada que nos provocaba risa y desesperación por igual. El Coyote y el Correcaminos. Un enloquecido coyote perseguía sin tregua a un pajarillo de tonos azules, desierto arriba y desierto abajo. No había modo de alcanzar la velocidad del correcaminos, y tampoco ayudaba mucho la escasa inteligencia del coyote.
La falta de inteligencia tampoco acompaña al primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). A fuerza de verlo hacer papelazos, uno ha terminado por tenerle pena a Diosdado Cabello.
Ya sabemos que el gobierno está haciendo todo lo que está a su alcance, y más, para impedir que la candidata opositora María Corina Machado, se presente a elecciones presidenciales. No obstante, la gente en Venezuela ha depositado su confianza en ella y, a pesar de que el candidato legal es Edmundo González, es María Corina quien lleva el peso de la campaña electoral. Así ha subido al páramo, ha recorrido los llanos y la selva.
A cada paso de “La Libertadora”, como le han nombrado los venezolanos, el gobierno sitúa trabas e impedimentos a su movilidad. Pero lo mejor de todo es que, cada paso que da, es seguido por una sombra roja, amargada, sudorosa: Diosdado Cabello.
Tal como el simpático coyote, el pobre hombre se ha empeñado en seguir a María Corina a cada pueblo o cada estado a donde ella se mueve. Mientras las calles se llenan para recibirla, el vicepresidente del PSUV tiene que mover docenas de autobuses cargados de gente, para que rellenen una o dos cuadras mientras él lanza su discurso.
El capítulo más divertido en esta historia colorida ha sido el del estado Apure. En uno de los puentes de entrada situaron camiones militares, para impedir el paso de la caravana opositora. Sin pensárselo dos veces, el correcaminos cruzó el enorme río en una curiara, típica lancha de la zona.
En estos animados gringo-venezolanos solo falta la habitual caída al precipicio del coyote. La piedra, o el yunque que lo precipitará, será la energía de los venezolanos. Sus grandes ansias de libertad.
Ojalá.