Con la Derecha los mato y con la Izquierda los como

Caridad

HAVANA TIMES — Si todavía queda alguien por ahí que consume gozoso el cuento de la “buena izquierda”, le pediría, por favor, revise al menos sus sentimientos.

Por estos días se movilizan en muchos países por el recrudecimiento de la masacre sionista hacia el pueblo palestino.

Bravo.

Pero siempre es más fácil solidarizarse con causas lejanas, y cuando hay sangre abundante más todavía.

¿Y la muerte siempre va a estar relacionada con el derrame de sangre?

Podemos estar muriendo poco a poco, sin soltar una gotica de sangre, podemos estar matando de a poco, sin soltar una gota de sangre, y como no hay sangre ninguna cámara de fotos o videos vendrá a filmar esa muerte.

Que conste que, como a muchos, me duele la masacre palestina y solo la tomé como ejemplo. Porque es más fácil gritar que estamos en contra de algo cuando ese Algo no influye en nuestra cómoda vida.

Ahora mismo en alguna plaza de caracas la gente está movilizada, con músicas y pancartas, para decir Basta al Sionismo.

Bravo.

Luego irán a sus casas, encenderán la tele, sus computadoras de escritorio, se darán una buena ducha fría o caliente, pondrán el aire acondicionado o ventiladores. Y consumirán – sin saber o con pleno conocimiento – algún producto que, quizá, sea fabricado en Israel.

Es lo normal, es la vida del “Progreso”.

Mientras, en algún punto del Amazonas – y va otra vez esta escritora pesada a molestarlos con la bobería de la tierra y los pueblos “originarios” – por mandato de una de esas gobernaciones llamadas de “Izquierda”, 40 mil Kayapos estarán siendo expulsados de las tierras donde han vivido desde mucho antes de que Brasil se llamara así, para inundarlas y construir una hidroeléctrica – otra -, que asegurará que la gente pueda encender sus teles, bañarse con agua tibia, y un largo etcétera, luego de regresar de una marcha en la que clamaron a gritos por la vida de algún lejano pueblo.

Hace poco coincidí en una universidad con el Embajador de Bolivia en Venezuela. Era un conversatorio sobre el pueblo Kurdo y en algún momento el embajador pidió la palabra. Lo que dijo me dejó helada, expresó que había que tener mucho cuidado a la hora de “respetar” a las minorías de una nación, pues, como estaba sucediendo en su país, las minorías – entiéndase en este caso, pueblos originarios – pretendían impedir al estado la explotación de los recursos naturales que pertenecen en realidad a toda la nación, que si fuera por estas “minorías” estaríamos todavía en la edad de piedra – o algo así – y estaríamos “Desconociendo siglos de Progreso de la Humanidad”.

Si no fuera tan triste me reiría.

Más triste aún porque sé que una gran mayoría de los lectores de Havana Times estará de acuerdo con el señor embajador, amén de su filiación de izquierda.

Y vendrán y dirán que debo “madurar”, que si no fuera por el “progreso de la humanidad” yo no estaría escribiendo esto y lanzándolo a la internet. Que antes que la Izquierda siguiera asesinando indígenas, comiéndose la tierra y el agua, ya la Derecha llevaba siglos de experiencia al respecto.

Izquierda y Derecha. Todos tenemos una mano derecha y una izquierda. Ambas pertenecen al mismo cuerpo. Y ningún mano se mueve por voluntad propia.

Que te guste más una manito que la otra, no te hace mejor, ni menos cómplice.

La verdad, hubiese preferido no tener que escribir esto.