La institución cubana del “Pionero”

Yenisel Rodríguez Pérez

En la educación primaria cubana existe una asignatura que va dirigida a la educación en valores estatales y gubernamentales de los educandos que cursan del primero al sexto grado.

La asignatura es conocida por alumnos y profesores con el nombre de “Pionero.”

El programa educativo de esta asignatura está dividido en dos ciclos. El primero va dirigido a los alumnos Moncadistas que son los que cursan del primero al tercer grado. El segundo ciclo, más sofisticado y exigente, va dirigido a los estudiantes de cuarto a sexto grado, los alumnos “José Martí.”

La evaluación en “Pionero” es mensual y se realiza a través de un concurso muy peculiar, pues a diferencia de los concursos convencionales, en éste la participación no pasa de una entrega inicial de trabajos a la maestra. Los mismos terminarán eternamente archivados luego de constar en los pesquizajes evaluativos de estudiantes, maestros y directivos escolares.

Los trabajos, fundamentalmente dibujo, poesía o miniensayo, tienen que inspirarse en las epopeyas de las revoluciones cubanas y en sus héroes de piedra y metal. Cualquier iniciativa creativa de los estudiantes debe estar relacionada con las efemérides políticas del mes en curso.

El discurso ideológico oficial cubano ha establecido un calendario diario de efemérides políticas afines a los intereses del Estado y del Gobierno. Cada día, mes y año posee un repertorio de rituales de recordación sociopolítica.

Para la asignatura “Pionero” la recordación de tales efemérides constituye su razón de ser. La esencia de la asignatura es construir un discurso ético-social educativo que tome sus ideales de las epopeyas que han servido de antecedentes o de sustento a la sociedad socialista cubana; muchas protagonizadas por los gobernantes de turno. Los estudiantes deben conocer, interiorizar y practicar los valores revolucionarios que perviven en las efemérides.

“Pionero” tiene una frecuencia semanal. De las cuatro clases del mes, una se trasmite por televisión. Esta clase generalmente se televisa los viernes, y funciona como una guía pedagógica para los maestros y estudiantes que imparten o reciben esta asignatura respectivamente.

“Pionero” también comprende un encuentro mensual de análisis autocrítico de los alumnos. En la llamada Asamblea Pioneril cada alumno debe tomar la palabra ante todos sus compañeros de aula y valorar su desempeño escolar según aprecie; luego la asamblea se pronuncia a favor o en contra de las valoraciones dadas por este alumno.

De dicha asamblea salen los cumplidores y los no cumplidores del mes. En las asambleas de “Pionero” cuentan todas las actividades desarrolladas en la escuela: disciplina, asistencia, puntualidad, rendimiento académico, y como es de esperar, conocimiento y desempeño ideológico oficialista.

Para los cumplidores existen distinciones honoríficas. Estas son las distinciones “Cuatro de abril” y “Beso de la Patria.” En el primer caso se pueden seleccionar hasta dos estudiantes por aula. “Cuatro de abril” hace referencia al día de los pioneros cubanos. El “Beso de la Patria” es la máxima distinción que otorga la asignatura “Pionero.” Sólo se le otorgará a un estudiante por aula y representa el plus ultra del compromiso político con el status quo. La distinción “Beso de la Patria” identificará al estudiante más integral del año escolar a nivel de aula.

Patriotismo — “Patria o Muerte”— “Estado o Muerte”

Se inculca un sentido de la muerte a niños menores de 11 años, una edad en la que aún no se comprende el sentido de la inmolación o del sacrificio político. No obstante, los niños deberán recrear en dibujos y narraciones cómo se subordinan los intereses individuales a los intereses estatales y gubernamentales. La patria será el Rey moderno al cual los alumnos rendirán fidelidad a modo de Mosqueteros del estudio, del trabajo y del fusil. La sagrada convicción de que morir por la patria es vivir en trazos de acuarelas y en metáforas de peluche.

Algunos de los alumnos se preguntarán si después de morir por la Patria quedará tiempo para jugar con los amigos del barrio o para solicitar el beso indulgente de papá o mamá. ¿Será que también a ellos les será cuestionado el flaquear frente a la inmersión infinita en el dominio de la muerte?

“Pionero” debe enseñar a los estudiantes primarios cubanos que existen muertes gloriosas, y que no son precisamente las de Playstation.

Quizás los alumnos más rezagados confundan “gloriosa” con “golosina,” y así se haga más llevadero el sacrificio político que exige su maestra.